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Heda se encontraba tranquila recorriendo el pasillo que conducía a la biblioteca

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Heda se encontraba tranquila recorriendo el pasillo que conducía a la biblioteca. Los exámenes se encontraban cada vez más cerca y Heda quería estar lo más preparada posible. La joven Malfoy siempre se ha considerado un ser excepcional y talentosa, disfrutaba ser la mejor y superar sus propias expectativas.

En su antiguo colegio perteneció a un grupo talentoso de jóvenes brujas que destacaban por su inteligencia, magia u otra habilidad. Ahí aprendió muchas cosas que hicieron que sus conocimientos superaran a los de su grado. Ese grupo llamado las Geminis que era camuflado como un club para señoritas, donde cotilleaban o leían libros, pero en realidad practicaban magia avanzada y exploraban en el caos, un ocultismo que podría resultar para muchos, magia negra.

La chica tuvo que entrenar mucho para controlar hechizos sin la necesidad de usar una varita. No era que pudiera hacerlo con facilidad, aun requería de esfuerzo, concentración y energía, pero había avanzado tan considerable que la líder del clan: Yennefer, la hizo su pupila y su segunda.

Cuando se tuvo que marchar del colegio, fue triste para ella porque no tendría esa familiaridad con la magia de nuevo, sintió que se estancaría y su excepcionalidad se perdería. Cuando supo del grupo de estudio nivel avanzado en el que solo pocos eran aceptados, la idea de crear algo similar en Hogwarts, con lo que ella sabía e investigaba, se volvió tentativa.

Tal vez ella podría hacer su propio aquelarre; un grupo de chica dotadas de las cuatro casas que destaquen por su inteligencia, habilidad, talento y más. Así que, durante su estadía, se tomó algunos ratos para analizar a sus compañeras de curso y descartar opciones. Casí tenía a su grupo predilecto, pese a que el lugar de reunión aún se encontraba en preparación.

Heda añoraba que en el futuro fuera reconocida como la hechicera más poderosa del mungo mágico, por ello se empeñaba en destacar sin ser empollona y superarse a sí misma. Además, sabía que enorgullecería a su padre, quién siempre, aunque estricto, fue el primero en orientarla e iniciar su educación mágica confiando en su capacidad.

Ella creía en sí misma, y pese a los últimos acontecimientos que la hicieron dudar sobre su origen y verdad, Heda sabía que estaba destinada a la grandeza. 




◘◘◘



Heda se encontraba comiendo una varita de regaliz mientras leía sobre la teoría del núcleo mágico y como requerían de varitas para canalizar la magia y realizar hechizos. La chica buscaba algunas ideas para abordar y poder seguir entrenando sus habilidades.

—Oh, hola —saludo Harry al verla. 

Ella alzo la cabeza. —Hola, Harry ¿qué tal estas?

—Bien —contesto en tono no convincente. — ¿tú?

—Igual —sonrió, sus ojos analizaban el semblante desganado del chico—. ¿Cómo van tus clases con Lupin?

Harry frunció el ceño. — ¿Cómo sabes sobre eso?

Heda Malfoy ² : La heredera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora