[Saga ' Sangre Celestial']
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H E D A
La heredera perdida.
Los Malfoy son una familia aristocrática y sangre pura que durante siglos fueron educados por estrictas reglas para conservar la pureza en su sangre.
L...
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Heda sintió como si le dieran una bofetada. Frente a ella se encontraba Sirius Black. Su padre.
Era sorprendente como Azkaban hizo estragos con su persona; la suciedad del pelo enmarañado, la barba crecida, su piel pálida y esos ojos hundidos. La juventud y su guapura había quedado en el olvido.
La rubia sentía ir todo en camara lenta; tan lento que la mareaba y le provocaba nauseas. Sirius Black, usando la varita del pelirrojo, los desarmo y se acercó unos pasos manteniendo sus ojos fijos en Harry.
—Pensé que vendrías a ayudar a tu amigo —dijo con voz ronca. Su voz sonaba como si no la hubiera empleado en mucho tiempo—. Tu padre habría hecho lo mismo por mí. Han sido muy valientes por no salir corriendo en busca de un profesor. Muchas gracias. Esto lo hará todo mucho más fácil...
Harry se adelanté, pero Hada lo sujeto del brazo haciendo que retrocediera.
—¡No, Harry! —exclamó Hermione, petrificada. Ron, sin embargo, se dirigió a Black:
—Si quiere matar a Harry, tendrá que matarnos también a nosotros —dijo con fiereza, aunque el esfuerzo que había hecho para levantarse lo había dejado aún más pálido, y oscilaba al hablar. Algo titiló en los ojos sombríos de Black.
―Bueno hay que reimplantarnos esa idea; yo aun quiero vivir ―vacilo Heda pálida.
—Échate —le dijo Black a Ron en voz baja— o será peor para tu pierna.
Heda frunció el ceño. «¿Por qué le importa? Si es el villano, ¿por qué no lo mato al instante?»
—¿Me ha oído? —dijo Ron débilmente, apoyándose en Harry para mantenerse en pie—. Tendrá que matarnos a los tres.
―Cállate. Ron ―murmuro Sofia mirando los movimiento de Black.
—Sólo habrá un asesinato esta noche —respondió Black, acentuando la mueca.
—¿Por qué? —preguntó Harry, tratando de soltarse de Heda—. No le importó la última vez, ¿a qué no? No le importó matar a todos aquellos muggles al mismo tiempo que a Pettigrew... ¿Qué ocurre, se ha ablandado usted en Azkaban?
—¡Harry! —sollozó Hermione—. ¡Cállate!
— ¡ÉL MATÓ A MIS PADRES! —gritó Harry. Y haciendo un último esfuerzo se liberó de Heda y se lanzó.
— ¡Potter! —grito Heda sorprendida.
Harry sujetó por la muñeca la mano libre de Black, desviando la orientación de las varitas. Tras propinarle un puñetazo en el pómulo, los dos cayeron hacia atrás, contra la pared. Hermione y Ron gritaron.
Vieron un resplandor cegador cuando las varitas que Black tenía en la mano lanzaron un chorro de chispas que por unos centímetros no dieron a Harry en la cara. Black aferró con su mano libre el cuello de Harry.
