Las gotas empezaron a caer por mi ventana, era de mañana y ya estaba lloviendo, fatal.
No pasó mucho para que el vidrio se empañara y dibujé una carita triste. Fui dibujando pequeñas estrellitas y demás ,el tiempo pasaba lentamente sentado ahí.
Veía los árboles hacer una divertida danza de idas y venidas.
Sentía y escuchaba el crujido de las ramas y hojas, cayéndose ,si, el otoño había llegado.
Abrí la ventana cegado por la bonita vista.
Una brisa verdaderamente fuerte me azotó la cara y rápidamente cerré la ventana.
Empecé a sentir escalofríos, me lancé a mi cama que no estaba tendida y me metí entre las sábanas y frazadas recién lavadas por mi madre. Olían delicioso.
Desperté asustado por un sonido seco muy cerca de mi oído.
Por instinto volteé la cabeza y encontré mi lámpara en el piso.
Levanté la vista mirando a mi alrededor y una vez más había pasado algo que me dejó boquiabierto.
Hojas regadas por todo mi espacio , mi mesita de noche tirada en el piso, los cuadros de las paredes caídos y rotos.
La ropa del clóset regada por todo el lugar, los zapatos formando un gran desorden.
Me levanté furioso, harto, esta vez ni siquiera me sorprendí.
Con mucha molestia empecé a recoger y ordenar todo lo hecho por esa maldita cosa que no me dejaba en paz.
Mientras recogía las hojas , grité .
—¿Qué mierda quieres de mi? — estaba rojo de la furia.
Divisé entre las tantas hojas una en especial.
Con una letra curvada, desordenada y casi inentendible decía.
"No tengas miedo"
—¿Cómo se supone que haga eso? - dije al aire, de nuevo nadie respondió y solté un suspiro agotado.
Quiero saber como no tener miedo . Quiero saberlo, quiero que todo acabe.
Quiero mi vida de vuelta.