Capitulo 3
Habla Rodrigo
-¿Estás seguro que ella asistirá esta noche? -Se burla mientras entramos al ascensor. Justos cuando las puertas se cerraban, llegó una mujer alta de piel morena, ojos verdes con un vestido que se ceñía a su cintura, dejando ver una curvas que bien podrían volver loco a cualquier hombre.
Santos al ver mi expresión sonríe descaradamente.
Llegamos a la oficina de mi padre, tomamos asiento. En la que hoy sería mi oficina, a esperar a mi padre, para la presentación con los empleados, de la empresa.
-No me has respondido la pregunta que te hice.
-Yo la conozco mejor que cualquier persona. Prácticamente crecimos juntos, y nuestros padres son buenos amigos desde niños.
-No por nada dejan al prometido plantado en el aeropuerto. Con una excusa tan barata... -El muy desgraciado se estaba burlando de mí, en mi propia cara, como si fuera un psicópata, esto me estaba irritando. -Para mi que ella no está enamorada de ti o de lo contrario ya te hubiera buscando para verte, después de todo eres su futuro esposo.
¿ No crees que es lo que hace toda mujer enamorada?.
No voy a negar que una parte de mi le gusta ser desafiado por ella, pero por otra parte no lograba imaginarme a Ana desafiándome por más que me esforzará, ella es demasiado dulce, su carácter no es desafiante sino de ingenuidad.
-Cualquiera que te viera diría que te estás divirtiendo con mis comentarios.
-No digas estupideces, la conozco lo suficiente para saber que esa mujer sigue siendo la misma chiquilla. Aún recuerdo la última broma que le hice.
-¿No me digas que la besaste?
-Eso no pervertido.
-¿Pero lo hiciste?
-Te dije que no.
-Vale, Cuéntame entonces.
-En una ocasión estaba de malas, Gerardo llevaba una semana provocándome, hasta que perdí la cabeza y le di un puñetazo en la cara.
-Y ¿quién es ese? .
-¡Te puedes callar!
-¡Ok no te enfades!
Cuando le informaron a mi padre de lo acontecido me amenazó con suspender mi viaje al extranjero, pero mi madre intervino y solo me castigaron por un mes.
Varios días después me di cuenta que ella me estaba siguiendo; la muy tonta no se percatado que me había dado cuenta y decidí darle un un susto en la playa
Así que dejé mis pertenencia a un lado y entre a la playa, después pues de varios minutos decidí sumergirme en las aguas. Nade hacia el otro extremo de la playa para salir. Ella al no verme salir dejó sus pertenecías a lado de la mía y entra lo agua en mi búsqueda y yo solo observaba.
De un momento a otro la vi subiendo y bajando las manos en señal de auxilio. Al verla así no lo pensé dos veces y corrí a salvarla.
Pensé que estaba muerta, de inmediato tome su pulso y sentir su respiración, le di los primeros auxilios, dándole respiración boca boca. Al ver que abrió sus ojos mi ama volvió volvió en sí.
Ella en vez de enfadarse me pregunta si estoy bien.
-¿Acaso eres idiota o que? ¿como te entras, al agua, cuando no sabes nadar?
-Pensé que te estabas ahogando.
-¿No se te ocurrió que estaba nadando? O es que se te olvida que asistí a una escuela de natación?
-Lo siento.
-No lo vuelvas hacer. "Y aprende a nadar, por que no siempre estaré cerca para rescatarte"
-Si. -empezó a llorar.
-OK, ya no llores -la abracé a mi pecho desnudo.
-Rodrigo
-¿Qué? -digo sin dejar de consolarla. Me sentía culpable.
-¿Porque viniste a la playa?
-Por qué la pregunta.
-Por qué no te gusta venir aquí. Dices que siempre que vienes, te vas con el cuerpo lleno de quemaduras. Por eso te preguntaba.
-Solo quería.... - me pongo nervioso no sabia que decir, así que decido decir la verdad. -La verdad es que te jugué una broma.
-Qué.? ¿Quieres decir que casi muero por una broma?
-Lo siento no estaba enterado que no sabías nadar, si lo hubiera sabido no lo hubiera hecho.
Ella se encogió de hombros.
Yo no sabía qué hacer.
Entonces su mirada se perdió en el inmenso azul del cielo.
Estuvo contemplando el infinito azul del cielo por un largo rato, hasta que su expresión cambió por completo.
-¿Estas bien? -Le pregunté preocupado
-Si, nos vamos. -dijo con una cálida sonrisa en su rostro.
-Si pero antes quiero saber si me has perdonado.
-Si no te preocupes.
fin del recuerdo
-De verdad? ella te perdonó así de fácil -se quedó perplejo.
-Si.
Él echó a reír -sí pero no has tomado en cuenta algo.
-Qué?
-Que ella sabe que no la amas y para rematar le rompiste el corazón.
-La chica que yo conozco no guarda rencores.
-Corrección querido amigo ya es toda una mujer. A pasado tiempo desde la última vez que la viste. Y las personas cambian.
....
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Tú, ¿te casarás conmigo?
RomanceQué sucedería si de buena a primeras te informan que estas comprometida, que tienes que casarte con un hombre que para rematar no te ama ¿Te casarías o te rehusamos a casarte? ¿que elegirá Ana? Tú, ¿té casaras conmigo? es una novela donde estarán p...