la guerras Acaba De empezar (cap5)

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Capítulo 5


Si mi madre piensa que seré amable o cortes con el esta muy equivocada.

Ni pensarlo tendría que estar loca para hacer algo así, y menos hacer semejante estupidez.

De algo si estaba segura, él no la pasaría "nada bien" una sonrisa torcida se dibujó en mi rostro.

-Hija conozco ese gesto que estas planeando.

-Nada mamá. -observe a mi madre que estaba bellísima con ese vestido negro que se ceñía a su cintura.

-Irónico mi madre vestida de negro y yo de rojo. De seguro se estaba preparando para mí funeral.

No pude evitar sonreír al darle riendas sueltas a mis pensamientos.

-Por favor - ruega mi madre preocupada. -prometerme que no harás nada.

-Lo siento -le respondí con pesar. -no te puedo prometer nada.

mi madre se tenso a tal grado que pensé que le daría un infarto del coraje que transmitían su bellos ojos. No es que mi madre sea una enojona pero cuando se enfadaba daba miedo.

Todavía puedo recordar el día que me quede dormida.

Eran las siete y no me había levantado para ir al colegio pero eso no fue lo peor ¡no! Lo peor fue cuando me quiso levantar y no lo hice.

Cómo era de esperarse reaccione de mala gana, como tenía tres días que no dormía por culpa del estúpido...

-¿quién diablos me despierta?

-Qué estás diciendo? ¿acaso quieres morir? .

Cuándo me di cuenta de quién se trataba tuve que saltar de la cama corriendo, para que sus palabras no sean ejecutadas en mi...

Fin del recuerdo.

Lo irónico era que mi madre tenía esa misma expresión reflejada en su rostro. Una voz varonil me saca de mis pensamientos y quede paralizada al reconocer... -¡veo que has cambiado, en todo este tiempo!!! -gire para ver de quien se trataba y me encontré con unos ojos que parecía lobo abrimiento, de eso lobos que eligen a su presa para devorarla sin darle tiempo a escapar para salvar sus vida. "Si" uno de esos lobos que te enamora con su mirada, que te envuelven, te enredan para luego hacerte a un lado... Pero ya no era la niña ingenua a la que él conoció, esa que se derretía con solo mirarla ahora era una mujer que sabía lo que valía.

Él estaba vestido de traje con el cabello revuelto y una copa de vino en las manos.

-Y a ti que te importa . -le respondí con indiferencia.

-Ey qué te pasa. -cambio de postura para plantarse frente a mi enfurecido. - ¿Por qué diablos me hablas así?

-Te hablo como a mi se me de mi regalada gana -lo desafié. El no me iba a intimidar. - No tengo porque darte explicaciones.

No sé en qué momento mi madre se marchó, pero fue mejor así ¡así me quedaba unas horas más de vida!

-¡Acaso te estas volviendo loca!!!- me dijo cruzándose de brazos para luego lanzarme una mirada asesina. -Sabes a quién le estás hablando así.

-Se muy bien con quien estoy hablando. -le dije con furia. -para mi desgracia. Si

-¿Qué ? aparte de que me insultas también dices que soy tu desgracias?

-Si lo eres.

Sí el piensa que me voy a quedar para escucharlo está bien loco, ¡ya veras!

Me gire para irme y dejarlo como lo que es un idiota. camine hacia la puerta para irme. Después me las arreglaría con mi padres o mejor aún me preparaba para mi muerte.

RODRIGO

-Si te atreves a da un paso más te juro que no seré responsable a lo que pueda pasar.

-Así y quien me lo va a impedir. -Me dijo cortante. Nunca se había atrevido a desafiarme

La vi apartarse para dirigirse a puerta y salir de la casa. Pero ni loco dejaría que se fuera y menos que me dejara parado como un idiota.

La tome de la cintura para a traerla hacia mí y así inmovilizarla por completo. No voy a negar que me gustan los desafíos, pero no que me dejen como estúpido frente a las personas y mucho menos delante de mi familia.

Ella intentó soltarse, pero no se lo impedía, apretando l más mi pecho.

Mientras escuchaba respirar con dificultad.

-Suéltame no tienes derecho.

-Tu empezaste, ahora no te quejes. Y si sigues resistiéndote te apretare aún más.

-Eres un idiota, desgraciado, invenci...

-No me dejaste otra opción y si sigues con los insultos haré algo peor.

-No te atreverías.

-Pruebame y lo descubrirás.

-No me importa lo que hagas

Observe su rostro, pude percibir que no sería fácil, ella no estaba dispuesta a dejarse doblegar y eso la verdad me gustaba y a la vez me inquietaba. Esta no era chica que conocí hace años, dulce e inofensiva, al contrario de esta que reflejaba a una mujer, que me intrigaba, muy diferente a la conocía. Pero este no era el momento para averiguarlo..

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Att; su fiel admiradora

Tú, ¿te casarás conmigo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora