◇Título: I Now Regret It (2).
◆Advertencia: No12:00pm
Y pensar que le di todo lo que era, todo lo que tenia.
Vagando por las calles de New York, viendo a la gente pasar gesticulando sonrisas falsas en la cara, fingiendo que sus vidas no tenían desperfectos tal vez era el momento o tal vez era verdad, eso no lo sabia, lo que si sabia es que la felicidad era efímera y que la mía por el momento se había esfumado.
El frío empezaba a calarme los huesos, y a pesar de que no tenía ánimos decidí volver a la torre, al final de cuentas tendría que regresar, tal vez no era del todo lo mejor, pero entre mas rápido acabara con esto, mas rápido podría deshacerme del dolor.Una vez frente a ella el poco valor que tenia se hizo nada, como es que alguien a quien le has dado todo es capas de traicionar, en que demonios se suponía que creería ahora.
Sin darme cuenta ya estaba dentro del ascensor teclee el piso correspondiente, mientas menos pisos faltaban mas me faltaba a mi la respiración, el timbrazo que anunciaba mi llegada se escucho ganandose un respingo de disgusto por mi parte, un montón de caras escrutandome sin ningún atisbo de disimulo, las mismas que ignore para dar pasos seguros a la habitación que fue mía antes de que me relacionara con el.
Podía sentir pasos detrás de mi, sabia perfectamente que no era Tony, aquella esencia a cítrico amaderado delataba a la sokoviana, adentrándose seguido de mi a la habitación.—No pude evitar...—no termino siquiera la frase, cerro la puerta y no dejo de observarme, mientras tanto yo no quise dedicarle una sola mirada, mis energías estaban guardadas para un excéntrico millonario —Tu dolor grita ____.
No quería responderle, ambas sabíamos que era cierto, solo me dedique a buscar entre los cajones.
Sin mas y con la pequeña caja de terciopelo dirigí mi vista a ella, mis ojos picaban, sabía que estaba punto de llorar.
—¿Quién es ella Wanda? —sus ojos estaban inexpresivos, sabia lo que quería —¿no se a quien me estoy enfrentando? ¿no se desde cuando?
Un destello rojo paso por sus ojos y como si fuese una película lo vi todo dentro de mi cabeza.
Sentía que corría por sombras, el no me amaba, no lo haría nunca, como si el viento me llevara camine por los pasillos y llegue hasta el, olvide por completo que teníamos compañía y a decir verdad no me importaba.
Le avente con enojo el pequeño estuche que tenia entre las manos, sus ojos mostraban sorpresa.
—Cuanto tiempo pensabas que te duraría tu mentira —espete, las facciones de su cara mostraban confusión —¿enserio pensabas que no me iba a enterar nunca?
—No se de que me hablas —me miro para luego posar su mirada en la cajita que tenia entre sus manos, tomo los bordes y la abrió despacio, dejando relucir un anillo dorado.
La expresión de su rostro era única — No es mi cumpleaños —sonrió — No se porque es esto, pero gracias.—No —fue lo único que pudo salir de mi boca —¿Quien es Ally? —su sonrisa se esfumo y su rostro palideció
—¿Ally? No me suena el nombre cariño —Pude haberle creído, si tan solo no lo hubiera visto.
—No te suena —mi enojo crecía a la par de mi dolor —Rubia, ojos verdes, alta delgada, te fuiste con ella a Malibu estas vacaciones.
— Ella no significa... —ni siquiera lo deje terminar.
—¿Nada?, eso no le dijiste los últimos seis meses —Tome la maleta que deje en el pasillo cuando llegue por la mañana — ¡Por eso la trajiste aquí! Se lo que hiciste, yo los vi.
—Hay una explicación — se acerco a mi a paso lento, intento tomar mi mano pero me aleje — ¡Escuchame! Solo no te vayas, no me dejes.
—Tomaste mi amor por asegurado y ahora éstas pidiendo que me quede, Anthony tu no sabes querer, solo mientes y engañas —me dolía pero era la verdad, no iba a quedarme.
—Yo... Me equivoqué, lo admitió y pido perdón — tenía los ojos rojos, sus mejillas estaban mojadas por culpa de las lágrimas, se hinco y tomo mi mano.
—El anillo... —me miro con un atisbo de esperanza en sus bonitos ojos castaños — te iba a pedir que te casarás conmigo —sonrei irónica —demasiado estúpida ¿no?, fue un error mío.
—No digas eso —se levanto y me tomo por los hombros para luego abrazarme —No te arrepientas de esto.
—Muchas veces dije que te amaba y no se si vuelva a sentirme así —me aleje, a pesar de que todos nos veían, yo solo lo veía a el, aun después de todo el daño — No me arrepiento de amarte, me arrepiento de dejar que tomaras todo lo que tenía para ver como se lo dabas a ella, hagas lo que hagas no voy a quedarme Stark.
Camine hacia el elevador segura de mi decisión, el ya no estaba en mis planes, encontraría esa luz que deje que me robaran.
—Y por cierto, dile que tiene un pésimo gusto en moda.