△Titulo:Dress
▽Advertencias: No, creo... (?)Para ser sinceros el coqueteo no era algo que me desagradaba, mucho menos viniendo de alguien como Sebastian, había algo en el que al conocerlo dejaba marca.
Es tan silencioso, me ahoga, toda la paciencia y la desesperante espera, a expectativas de que hiciera algún movimiento y el echo de que pusiese una línea de "mejores amigos" no ayudaba.
Así como el hecho de querer suprimir mis sentimientos y que el apareciera de repente llevándome flores sin razón alguna, espantando a mis posibles futuros novios, montando escenas de celos con la estúpida escusa de "querer cuidarme" para después huir.
Y ahí me tenían a mi, sin importar que, luciendo un bonito vestido y usando tacones, dejando atrás mis converse y mis jeans para acompañarlo a la premiere de Civil War, las cámaras definitivamente no eran lo mío, el solo sostenía mi cintura con su mano derecha y sonreía, como si supiera que su tacto hacia que mis piernas temblaran.
Casi podía leer los titulares de las revistas, casi podía escuchar la notas en televisión, ellos con creen que saben que pasa entre nosotros, pero ellos no saben nada, en realidad nosotros tampoco.
Cuando el me invito creí que era broma, ¿quién invita a su maquillista y vestuarista?
'—Hey ____, ven conmigo a la premiere —levanto la vista de su celular para regalarme una bonita sonrisa.
—¿Estas de joda?—mi cara era una mezcla de pena e incredulidad.
—No, eres mi mejor amiga, por que bromearia —me lanzo un guiño.'
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Cuando llego por mi su cara de sorpresa repasaba mis limites, sabia que le gustaba lo que llevaba puesto, sus ojos lo gritaban, sin embargo no dijo nada, bueno si...
'Me escaneaba lentamente con la mirada, podía sentir la tensión que se había creado en cuanto detiene su mirada en el escote del vestido, conectando su mirada a mis ojos, solo me dio un gesto que aunque quisiera no podía tomar como sonrisa.
—luces bien —lo mire y me estremeció, sentí que mi cuerpo me traicionaba, como podía hacerme reaccionar así de la nada —y llegaste temprano.
—así es amiga —como odiaba esa palabra, me ofreció su brazo y nos dirigimos al auto.'
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Todo el pánico estaba comsumiendome, el after party definitivamente no estaba en mis planes, pero Dawney me convenció con la tonta escusa de que "no se podía desperdiciar todo mi esfuerzo" que mas daba ya estábamos aquí.
— ____, no te he dicho lo hermosa que te ves —sonrió Stan regalandome un guiño, al parecer su grado de alcohol estaba un poco por encima, aun así no pude evitar derramar un poco de vino en mi vestido gracias a la sorpresa de sus palabras, las manos me temblaban, coloco sus manos alrededor de mi cadera y aprovecho la escasez de luz y mi perdida de sentidos para tomarme por sorpresa una vez más, dejando un húmedo beso en mi cuello, para después dejarme sola.
Definitivamente era un idiota.
.3:00am
Y yo apenas me dirigía a mi departamento, Sebastian que al parecer no estaba ebrio decidió que era hora de regresar,yo como buena amiga decidí dejarlo dormir en la habitación de invitados considerando que su casa estaba a dos horas.
Una vez dentro de mi pequeño y adorado espacio me quite las zapatillas y me deje caer en el sofá, el imitó mi acción, mire sus hermosos ojos una vez más y sentí que me perdía dentro de ellos, podía sentir la química que emanabamos, sabia que ni siquiera iba a intentar alejarme, nuestras respiraciones eran irregulares, todo dentro de mi temblaba, quería sostenerlo desesperadamente.
Sus manos fueron a mi cuello acercándome, podía sentir que trazaba círculos con sus pulgares—Seb...—su nombre sale como un jadeo, sus labios tocan mi cuello dejando besos húmedos, cierro los ojos dejándome llevar por la emociones, bajó sus manos hasta mis hombros acariciando sutilmente, sentí su cercanía y sus labios contra los míos, su tacto era dulce y desesperado, mis dedos se enredaron en su cabello jalandolo hacia mi , lo escucho gruñir y muerdo su labio para después poder tomar un poco de aire.
—no te quiero como mi mejor amigo—hace calor en la habitación y yo tengo la cara ardiendo, la excitación era palpable, no dice nada y solo se limita a mirarme, tiene las pupilas dilatadas y una sonrisa lasciva,me tiende la mano y caminamos directo a mi habitación.
—toda la noche no pude dejar de mirarte, pude ver como Evans te miraba —dice mientras se coloca detrás de mi, besa mi mejilla —Odie la manera en que se acercaba a ti, pero no importa porqué cuando dices mi nombre siento que todo se detiene, quería convencerme de que solo eras una amiga, pero tenias que aparecer hoy, malditamente hermosa, en este vestido — sus manos se dirigen a mi espalda bajando lentamente el cierre.
—la única razón por la que compre este vestido es para que pudieras quitarlo — le susurro y aun sin verle la cara se que esta sonriendo, algo se enciende en mi y me olvido de toda vergüenza alguna —has que mi cama recuerde tu nombre.
—Cariño, desde ahora solo quiero despertar a tu lado — incluso en los peores momentos el veía lo mejor de mi, sabia que quería despertar con el todas las mañanas siguientes.
Nadie podía culparme, el era como una droga, el único, mi línea de vida.
Había algo en su manera de ser que lo volvía único, algo que dejaba marca.