Yaoyorozu

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Capítulo 3.

...

"¿Eso es todo?" Interrogó el del quirk de las explosiones con una sonrisa siniestra viendo el traje de la chica echar humo como consecuencia a la enorme explosión de la que se acababa de librar por un pelo. Ambos se habían puesto de acuerdo para, ese sábado, en un gimnasio alejado de la academia pero mucho más grande, entrenar como utilizar sus quirks en presencia del otro.

"¡B-Bakugou-san!" Inquirió esta temblorosa al haber sido atacada de improviso "¡Cuando te dije que practicaríamos, me refería a trabajar en equipo!" Arremetió medio asustada, medio enojada.

"Así es más divertido" Soltó el rubio formando pequeñas explosiones en sus manos "Ahora ¡Muere!" Gritó este mientras volvía a cargar contra la chica. Esta dio un salto hacia atrás evadiendo la explosión que dejó una mancha negra en donde previamente se encontraba.

"Bakugou-san, no me obligues-"Intentaba defenderse lo mejor que podía de los ataques físicos que ahora le propinaba el rubio.

"¿Obligarte a qué?" Interrogó el, al parecer, extasiado muchacho.

"¡No me obligues a responder con violencia!" Finalizó está respirando con pesadez producto del inmenso esfuerzo físico que estaba haciendo.

"¿¡Qué estás esperando!?" vociferó lanzando una patada alta al lugar en el que se encontraba la chica, golpeándole las costillas. Esta se torció de dolor, el impulso fue tal que la llevó a estamparse contra una columna llena de pesas, derribándola en el proceso.

Momo, harta de la situación, actuó por instinto y creó de su brazo un trozo de tela muy resistente y lo suficientemente largo, envolvió una de las pesas que se encontraban en el suelo y, haciendo palanca, catapultó la pesa en dirección al rostro del rubio, dándole de lleno en la boca.

Este cayó sentado, bastante mareado por el golpe. Momo lo miró por unos segundos, hasta que se dio cuenta de lo que acababa de hacer.

"¡Bakugou-san!" chilló está arrodillándose al lado del chico, quién estaba limpiando la sangre que salía de su nariz. No sabía qué hacer, pues estaba segura de que él debía estar muy, muy enojado.

"Que buen golpe" Murmuró este por fin levantando la mirada, estaba... sonriendo "Aunque fue un truco muy sucio" Inquirió mirando a la chica atónita junto a él.

"Pe-Pero..." No tenía ni idea de lo que estaba ocurriendo, pero, por un momento, podría jurar que su explosivo compañero la estaba... ¿felicitando?

"Vamos" Pronunció este poniéndose de pie "Estás loca si crees que esto se ha terminado, cola de caballo".

...

Siguieron peleando durante otro rato. Momo, al principio, estaba reticente a lastimar al chico, de nuevo. Pero luego de que él mismo le propinara varios golpes, no tuvo otra alternativa más que responder con la misma moneda.

"¡Esquiva, maldita sea!" Indicó este barriéndose en el piso, para luego lanzar una patada baja. La chica saltó en respuesta y atestó un golpe con su Bo en la espalda del chico. De inmediato sacó una granada aturdidora de su pecho y la activo dejándosela a un lado.

Cuando esta estalló, sin embargo, él ya se encontraba dándole la espalda. Le había dejado medio sordo, pero no lo había cegado.

"Deberías saber que estoy acostumbrado a los ruidos estridentes" Aseguró este orgulloso de no haber perdido por completo su sentido del audio "¿Y qué mierdas es eso de abrir tu traje? Debería llamarte 'exhibicionista' de ahora en adelante" Se burló.

BROTPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora