BROTP

Trampa

Capítulo 13: Trampa.

Katsuki se había marchado de inmediato al ver a los dos inútiles entrar a la habitación de Momo. Caminaba por las calles debajo del cielo con tintes naranjas a paso pesado. No tenía ganas de llegar a los dormitorios, sabía que esa pandilla de inútiles no lo iba a dejar en paz. Desde que había comenzado con su trabajo comunitario todo era lo mismo, el único momento de paz era cuando visitaba a Momo...

Momo.

No pudo evitar imaginar a la pelinegra sonriéndole o sirviéndole té. A Katsuki antes no le gustaba mucho esa costumbre pero últimamente incluso tenía sus favoritos. Sé sabía los malditos nombres de los jodidos tés gracias a Yaoyorozu. ¿Desde cuándo se dejaba influenciar tanto?

Arrastraba las botas que traía puestas contra el pavimento, llevaba ambas manos metidas en los bolsillos de su pantalón y su mochila colgaba sobre su hombro derecho con desgano, tenía una expresión neutra con el ceño ligeramente fruncido y miraba ligeramente hacia abajo. Se detuvo a esperar a que la luz cambiara para los peatones, una mujer sujetaba de la mano a un niño que aparentaba tener unos 6 años, el mocoso era pelirrojo igual que su madre y miraba todo con cara de sorpresa y fascinación. La mujer hablaba por el teléfono, parecía tener una acalorada discusión con alguien. En un momento, casi por un segundo, una mariposa voló frente a ellos, Bakugou suspiró al mirar hacia el lado contrario y ver otra revista con noticias de la repentina desaparición de unos trabajadores de la central nuclear de la ciudad, era la tercera vez esa semana. Mientras tanto, el niño, casi hipnotizado se soltó del ligero agarre de su madre y corrió para atrapar al pequeño bicho. Con la mala suerte de que un automóvil venía a una velocidad considerable directo hacia él.

Bakugou seguía mirando el titular hasta que el claxon del vehículo lo hizo reaccionar. Saltó sin pensarlo dos veces y se impulsó con dos explosiones generadas por sus manos hacia delante, soltando su mochila y dejándola abandonada tras de sí. El niño sujetó a la mariposa y solo entonces pareció entender el peligro en el que se encontraba, un pequeño grito ahogado salió de su boca mientras miraba con horror como el motorista pisaba el pedal de los frenos en un inútil intento por detener el coche, antes de sentir como dos brazos se cerraban alrededor de él y era empujado contra el pavimento. Bakugou giró en el aire como pudo y sintió el golpe en su costado cuando había embestido al mocoso para quitarlo del camino.

El coche se detuvo con un sonido chirriante pasando varios metros de donde antes se encontraba el niño, la mujer soltó el teléfono dejando que este se estrellará contra el piso y corrió a donde el adolescente y su hijo se encontraban tirados al otro lado de la calle con el corazón acelerado. Los transeúntes miraban asombrados como todo el evento había transcurrido frente a ellos en un abrir y cerrar de ojos.

Bakugou se quejó cuando sintió el dolor en su costado derecho, apoyo su codo contra el pavimento y liberó ligeramente al niño de su agarre.

"¿¡Te mataría prestar un poco de maldita atención!?" Preguntó sarcásticamente, sin embargo su semblante se aligeró al notar las lágrimas en los ojos del mocoso quien mirada con shock el lugar en el que se encontraba unos segundos atrás, tenía unos ojos negros, como los de Yaoyorozu. El infante no tardó mucho en empezar a llorar por el susto. Bakugou se levantó rápidamente dejando al niño tirado en el suelo. Se sacudió la ropa y vio cuando la mujer hizo agujeros en las rodillas de sus medias al arrodillarse bruscamente junto a su hijo para verificar que estuviera bien. Frunció más el ceño y recordó su maleta. Al no estar cerrada bien parte de su contenido se había esparcido por la calle, sin mencionar que uno de sus libros había quedado atrapado debajo de una de las llantas del automóvil. Chistó con molestia antes de empezar a recogerlo todo. El conductor se bajó apresuradamente y fue a chequear a madre e hijo primero, una vez que vio que ninguno tenía ni un rasguño se volteó hacia Bakugou quien estaba agachado metiendo sus pertenencias.