Vibra mi celular. No quiero contestar, pero no deja de hacer ruido. Veo que el sol entra por mi ventana. Hoy tengo turno de mañana. Veo el celular.
-¡Gonzalo!- grito no muy fuerte para despertar a mi novia. Contesto.
-Kaori, ¿qué te pasó?- me pregunta mi jefe en un tono un poco asustado.
-¡Jefe, lo siento mucho, mi celular no sonó, pero llego en 10 minutos!- le respondo y cuelgo.
Me levanté rápidamente, me puse unos shorts cómodos y una polera de Chile para ir a trabajar, me lavé la cara y los dientes, tomé las llaves del jeep y salí rápidamente. Ya eran casi las 9:00.
Llegué 1 hora mas tarde, la María Paz no estaba enojada, pero le debo 1 hora de trabajo, lo cual no me hace gracia.
El día se pasó muy rápido. Pocos pasajeros y como en todos los turnos de mañana, me tocó hacer el almuerzo.
Por primera vez en mi vida hice lentejas, las cuales me quedaron maravillosas según yo, y según todos. A todos les gustaron.
Llegó la tarde y las cosas se volvieron color gris. La ansiedad me come.
Eran las 5 pm mas o menos, iba discutiendo sobre algo con mi novia y en un segundo, mi mente se desconfiguró.
-¡Loca enferma!-lo dije con una rabia tan grande que no logro entender la razón.
Recuerdo que ella también me dijo algo, por lo que estuvo molesta toda la tarde conmigo.
Llegó la noche y yo sentía muchas cosas. No entendía por qué me invadían tantas emociones, y sumado a eso, unas ganas enormes de sentir el negro humo tóxico en mi boca y garganta. Las suprimí por completo.
Después de una ducha y ponerme el pijama, hablé con ella. Le pedí disculpas por haberme descontrolado de esa manera y tratarla así. Ella no tiene la culpa de mis emociones descontroladas. No debería cargar con el peso de una relación asfixiante. No quiero hacerle daño, pero a veces lo hago emocionalmente, lo que me hace sentir una angustia mucho mas grande.
Se supone que tendríamos una cita y lo pasaríamos genial, pero los planes se fueron al agua cuando no supe cómo actuar. Soy horrible.
Últimamente me he sentido muy ansiosa y estresada, pero no quiero dañarla a ella por culpa de quién sabe qué.
He pensado en volver a ver a mi sicólogo. Tengo que volver a inscribirme en fonasa para eso. Sé que lo necesito, incluso más que el cigarro. También quiero un cigarro, pero quiero más al sicólogo (obvio no en sentido romántico ni algo parecido). Lo necesito. Quiero volver a sentirme yo. Lo necesito. Quiero que mi ansiedad se detenga. Lo necesito. Quiero que mi cuerpo esté sano. Lo mecesito. Quiero ser la mejor novia para ella. La necesito.
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Segundo Día 1
RandomLa vida de una joven lesbiana es difícil. La vida en pareja es algo genial, pero las diferencias y unos pequeños vicios no la hacen más fácil. El cigarro es el dedo que intenta tapar el sol de emociones. Este es mi diario de vida personal desde el...