Capitulo 1

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Me levanté por el ruidoso despertador de mi habitación. Esa horrible alarma ya me tenía harta. Abrí mis ojos agradeciendo a Dios por el nuevo dia que me daba de vida, y era verdad, con el peligro que corre mi vida cada día por ser hija del mas importante senador del país (que por cierto es el mejor amigo del presidente) no es algo fácil. Desde hace unos meses a mi padre le llegaron amenazas de muerte tanto para él como para mí, y desde hace unas dos semanas cuando unos hombres enmascarados intentaron secuestrarme, mi padre anda de los mas paranoico y ahora está buscando un guardaespaldas.

¿Para que rayos un guardaespaldas? Ok, lo sé, estoy en peligro de muerte y bla bla bla...pero aun no estoy deacuerdo con la idea de que tendre a un ''niñero'' siguiendome para cada lado por el que yo camine.

Miré el reloj de nuevo y vi que ya eran las 6:30, solo me quedaba una hora para alistarme. Me metí al baño y minutos después salí con mi cabello largo y rubio goteando. Me pusé el uniforme del cole (una falda azul muy corta, una polo blanca con el simbolo del colegio al aldo izquierdo, medias blancas y zapatos del mismo color de la falda) obviamente me arreglé el cabello, me lo sequé y me lo recogí levemente con un gancho de diamante (real, solo por si las dudas) y procedí a arreglarme la cara, me enchurqué las pestañas y me apliqué un poco de rimel, sonrose mis mejillas con polvos y me apliqué un poco de brillo color fresa en mis labios. No es por ser orgullosa, pero ese día estaba hermosa.

Cogí mi maletín y bajé corriendo las escaleras, mi instituto queda cerca del conjunto residencial en donde vivo asi que me voy caminando, pero justo cuando iba a cruzar la puerta uno de los guardaespaldas (o gorilas, como les digo yo) me detuvo.

-Alex - le dije al gorila, y ese era su nombre, él es el guardaespaldas de mi padre desde hace dos años - ¿que pasa?

-No puede salir sola, señorita Robb - dijo en un tono tan seco que me dio escalofrios.

-¿y entonces con quien?

-con su guardaespaldas.

Me volteé para ir al despacho de mi padre y reclamarle sobre el asunto del guardaespaldas, y antes de llegar vi que un muchacho alto que aparentaba tener unos 23 o 24 años, vestido con un elegante traje negro (tipico de los gorilas) salía del despacho de mi padre. ¡Que hermosura de tipo! alto y muuuuy fornido, cabello castaño, ojoz azules como el cielo y una belleza de infarto ¡porfavor que no sea mi guardaespaldas!

-Hija - escuché decir a mi padre, que salió de su despacho y se le adelantó al muchacho, abrazandome y dandome un beso en la frente - te presento a tu guardaespaldas - miró al muchacho - se llama Armie Hammer, y de ahora en adelante no saldrás sin él.

-Hola .- le dije secamente al gorilla lindo. Ya se me hacia tarde para llegar al cole y no quería mas retrasos - me voy.

Vi por el rabillo de mi ojo que el muchacho me estaba siguiendo, y era obvio, ya estaba comenzando con su trabajo.

Salimos por la gran puerta y vi que Armie sacaba unas llaves de su chaqueta y desactivaba el seguro de una de las camionetas blindadas de mi padre ¡está loco si cree que llegare al instituto en esa cosa!

-¿nos iremos en la camioneta? - pregunté abriendo los ojos como platos.

-su padre ha dado ordenes de transportarnos solo el vehiculos seguros, señorita. Por seguridad - me dijo mientras me abría la puerta ¡oh por Dios hasta su voz es sexy! Entré a la camioneta sin mucho que decir. Enserio apreciaba que mi padre me cuidara, pero estaba exagerando un poco ¡Ahora si llamaría mas la atención en el instituto! si algo que no me gustaba era ser la chica popular solo porque soy hija del senador Robb.

Armie se subió y empezó a conducir camino al instituto. De vez en cuando me observaba por el retrovisor con esos ojos azules tan profundos ¡wow!

Llegamos al instituto y él se bajó para abrirme la puerta, me tendió la mano para ayudarme a bajar (la camioneta era un monstruo y yo era una chiquita de 1.58) y le sonreí como muestra de agradecimiento.

-vendré por usted a las tres, señorita Robb - me dijo con su cara seria y voz ronca.

-bien - le dije mientras me volteaba y caminaba al interior del instituto. Vi que varias chicas me miraban como diciendo '' esa perra ahora tiene hasta guardaespaldas''. Y antes de cruzar por la gran puerta, me volteé y vi que él aun seguía ahí, esperando a que entrara para poder irse. 

Aunque era la mas popular del cole, no tenía muchos amigos. Mis únicos amigos eran Orlando y Melissa, los dos amigos desde que eramos unos infantes. Entré a la clase de Inglés y los encontré sentados en los mismos lugares (los dos ultimos puestos de la fila que estaba pegada a la pared del lado de la ventana) y me senté junto a ellos.

-Hola Anna - me saludó Orlando con su resplandeciente sonrisa.

-¡Anna! - gritó Mel mientras me abrazaba y me miraba con la sonrisa del gato rizón - ¿quien es ese biscochote con el llegaste?

-¿el que se parece a uno de los hombre de negro? - preguntó Orlando.

-es mi guardaespaldas, mi padre lo contrató creo que esta mañana - dije con cara de fastidio mientras me sentaba en el pupitre - ahora tendré un niñero.

-¡vamos Anna! no seas asi, tu padre solo quiere cuidarte - dijo Orlando mientras sacaba su cuaderno de inglés al tiempo que sonaba el timbre - y ya era hora de que te contrataran uno, te han estado siguiendo y muy de cerca.

El día fue un dia de clases normalmente aburrido. Llegó la hora de la salida y después de despedirme de Orli y Mel me dispuse a salir del cole, y ahí estaba Armie, esperando fuera de la camioneta. Me dispuse a dirigirme hacia él pero Ethan se me interpuso. Ethan es un chico que ha insistido en ser mi novio, pero por ahora no estoy interesada en tener novio, y con su fama de mujeriego mucho menos lo querré a él como mi primer novio.

-Anna, te ves muy hermosa hoy ¿te aplicaste rimel?

-¡vete Ethan! - le dije mientras intentaba rodearlo para seguir con mi camino, pero él me detuvo cogiendome fuertemente de los brazos.

-¡vamos Anna! no seas así. Se que muy en el fondo me deseas.

-¡dejame! - le grité mientras forcejeabamos.

Estaba apunto de darle una patada por su entrepierna hasta que vi que Armie llegó y de un jalón alejó a Ethan de mí, mirandolo con cara amenazadora y luego mirandome a mí.

-¿está bien, señorita? - me preguntó mientras intentaba ver si estaba herida o algo por el estilo.

-No, él solo quería hablar, pero yo no quería hablar con él, vamonos - dije mientras caminaba hacia la camioneta sin siquiera volver a mirar a Ethan.

Me subí en la camioneta sin siquiera dejar que Armie me abriera y cerrara la puerta. Él se acomodo en su puesto de conductor y arrancó a toda velocidad, comunicandose con Alex por medio de esos extraños comunicadores que usan en la oreja, diciendole que ya me había recogido y que alparecer no nos estaban persiguiendo ¡que paranoia!

Llegamos a la mansión y descargué el maletín en uno de los muebles. Gloria, mi nana desde que soy una bebé, sólo me miró con reproche y recogió mi maletín, yo le dediqué una sonrisita angelical en modo de disculpa. Tenía mucha hambre, así que fui a la cocina (Armie me seguia para todos lados, pero no me importaba, tenia que acostumbrarme) y saqué de la nevera un suculento trozo de torta de chocolate.

-¿quieres algo? - le pregunté a Armie en tono cortez.

-No, gracias señorita - me respondió en un tipico tono serio y seco. Me molestaba ver a un chico tan sexy comportarse de una forma tan...Hulk.

-puedes decirme Anna, conmigo no tienes que ser tan formal, no soy mi padre.

Armie pareció sonreir entre dientes. Después de satisfacer a mi estomago, subí a mi habitación (con Armie siguiendome) y abrí la puerta de mi habitación.

-¿va a salir mas tarde, se...Anna?

-No, ya puedes...descansar - le dije.

-Mi habitación es la de aqui al lado - señaló la puerta de la habitación continua a la mia - si va a salir o necesita algo solo aviseme.

-Ok - le dije mientras me metía a mi habitación y cerraba la puerta.

El guardaespaldas de AnnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora