El guardaespaldas de Anna

Capitulo 2

Amaneció, y los rayos del sol que se filtraron por las cortinas de mi ventana golpearon mi cara haciéndome despertar de golpe. Miré mi reloj y vi que eran las 8:30 a.m ¡Rayos! se supone que hace media hora tenía que estar en mi clase de ballet. Los sábados mi padre me exige ir a clases de ballet, practico ese horrible arte desde que tengo 5 años. Iba a meterme a la ducha cuando escuché unos golpecitos en la puerta, supuse que era mi nana, pero tal fue mi sorpresa al abrir la puerta y encontrarme a Armie, ya arreglado y vestido con su traje de gorila.

-Buenos días Anna ¿no debería ya estar lista para ir a su clase de Ballet? - me preguntó con esos ojos de ángel mirándome fijamente, y en ese momento le agradecí que solo me viera a los ojos, porque sólo estaba vestida con una blusa de tiras muy ajustada y unas bragas tipo bóxer, y créanme que en ese momento detesté que me viera recién levantada, ya que...¡soy un asco!

-Se me cogió el tarde, iré a la clase de la noche mejor.

-¿va a salir durante el transcurso del día?

-No tengo planes y además tengo mucha tarea que hacer, así que supongo que no.

Armie hizo un ademán y en forma de despedida y bajó al primer piso, supongo que para hablar con otro de los gorilas de mi padre. Entré a mi habitación y corrí al baño, la verdad si tenía planes, pero no quería que mi gorila me acompañara, y mucho menos que mi padre se enterará del lugar a donde iría.

Desde niña había tenido una amiga llamada Lucy, pero digamos que es una chica problema: roba en las tiendas, tiene sexo con casi todos los chicos de su cole, y tienes tatuajes y piercings por todas partes. Desde que ella se volvió así mi padre me niega rotundamente cualquier tipo de contacto con ella, pero le he desobedecido inventándole que estaré con Melissa  cuando la verdad estoy con Lucy.

Me bañé y me vestí con una minifalda de jean negra, una blusa de seda blanca y unas botas negras, y me recogí el cabello en una cola de caballo. Y ahora tenía que ingeniármelas para cómo salir de la mansión sin que los gorilas de mi padre (y mi gorila) se dieran cuenta.

Bajé las escaleras con cautela, podía oír voces provenientes de la cocina, eran de mi nana y Armie, parecían estar hablando sobre política, ya que nombraban a varios amigos de mi padre. Bajé en puntitas y me dirigí a la cochera. Cuando estaba a punto de salir recibí un mensaje de texto de Mario, el hermano de Lucy: ''ya estoy en el portón''. El portón era la entrada principal del conjunto de mansiones en donde yo vivía. Corrí hasta allí y efectivamente estaba Mario en su auto lamborgini (la familia de Lucy era una familia adinerada) y me senté en el asiento del copiloto saludando a Mario de un beso en la mejilla.

-¡vamonos, ya! - le exigí y arrancó a toda velocidad.

Lucy vivía en un conjunto residencial al otro lado de Washington, así que duramos casi una hora llegar. Mario me caía muy buen, era un chico de 18 años que recién estaba empezando la universidad, su novia era la hija de un consejal amigo de mi padre...si lo sé, mi padre conoce a raymundo y todo el mundo.

Llegamos y corrí por toda la mansión buscando a Lucy, la encontré en la cocina preparando unos hot cakes mientras bailaba la música que estaba escuchando en su mp4. La abrazé fuertemente y forcejeé con ella para quitarle esos benditos audifonos de los oídos para que me escuchara.

-¡ya conseguí las invitaciones para la fiesta de este sábado! - le dije dando saltitos. El capitán del equipo de futbol americano de mi cole daría una super fiesta por motivo de su cumpleaños, y Melanie había cobrado uno que otro favor para que pusieran mi nombre y el Lucy en la lista. Él también era adinerado, así que sería una fiesta super exclusiva, pero salvaje.

-¡genial! ¡al fin tendré sexo con todo el equipo de futbol de tu instituto! - dijo haciendo cara 100% depravada.

-Lucy...- le dije en forma amonestadora, no me gustaba la idea de que ella se comportara como toda una ''perra'' y no se hiciera respetar.