Capítulo 3

414K 17.8K 2.2K
                                    

Capítulo 3-
Me senté en el taburete color negro que estaba situado frente a la barra de granito y miré alrededor. Las alacenas eran blancas y lisas, con manijas plateadas y largas. La isla, en el centro, tenía un pequeño jarrón transparente con una rosa roja y una campana rectangular muy grande por encima. La cocina estaba agradablemente iluminada gracias a los grandes vidrios que daban al patio trasero. Del techo colgaban varias lámparas blancas que se balanceaban con el aire fresco que entraba por las ventanas abiertas. Escuché pasos que se acercaban, así que me senté rápidamente y fingí estar mirando la rosa que estaba en el florero.

-Emmy,-Seth entró seguido de un chico moreno-quiero que conozcas a Damen. Damen, ella es Emmy Lou.
-Hola, Emmy.-el chico me extendió la mano.

Era pálido con cabello oscuro y ojos azules, bastante lindo.

-Hola.-contesté y estreché su mano.

Él sonrió.

Entonces un chico pálido con ojos verdes y cabello castaño oscuro entró a la cocina. Se quedó parado un momento, mirándome.
-Trent, ella es Emmy Lou. Emmy, él es Trent.-habló Seth.
-Hola, linda.
-Hola.
-¿Tienes novio?-me preguntó.
Lo miré divertida mientras que a Seth le daba un ataque de tos.
-Es la sobrina de Jeremy.-respondió Damen, fulminándolo con la mirada.
-Oh, cierto. Jeremy nos habló de ti. Lo lamento, pensé que eras mayor.-se disculpó Trent y me sonrió apenado.
-No te preocupes.-lo tranquilicé.
-Vamos Emmy, te mostraré tu habitación.-la tos de Seth había desaparecido y caminó hasta la puerta, no sin antes propinarle un empujón a Trent.

Bajé del taburete y lo seguí.
-Ignora a Trent, es un estúpido.-negó con la cabeza y solté una risa. 
Subimos las escaleras del lado izquierdo y caminamos por el pasillo lleno de puertas. Se detuvo en la última y la abrió.
-Éste será tu dormitorio.
Cuando entré, me quedé asombrada. La habitación era cuatro veces mi antiguo cuarto en casa de mi padre. Era de color blanca, a excepción de una pared negra y cuando me acerqué a ella, me di cuenta de que era pintura de pizarrón. En una canastita habían muchos gises de colores para decorar la pared. En el centro se encontraba una gran cama blanca con dosel y cortinas. También había una mesita de noche y un escritorio situado bajo la ventana, ambos muebles de color blanco. El armario, en una esquina de la habitación, también era de madera clara. También tenía mi propio baño con azulejos grises y blancos, equipado con una regadera y una tina. 
-Jeremy mandó a un decorador para que hiciera tu cuarto.-Seth estaba junto a mí, esperando mi reacción.
-¡Me encanta!-exclamé.-Gracias.-le sonreí. 
-De nada. Ahora te dejo para que ordenes tus cosas.-revolvió mi cabello y se fue.

Comencé a desempacar y a acomodar mi ropa en el armario, el cual tenía forma de herradura invertida. Éste era en serio enorme, mi ropa apenas llenaba 1/4 de las perchas. Habían muchos estantes y cajones para colocar zapatos, accesorios, entre otras cosas. Cuando terminé de ordenar ahí, salí del armario y pasé a las cajas que mi tío había enviado el día anterior, según para que no tuviera que cargar tanto cuando llegara.

Saqué cuadros y portaretratos para colocarlos sobre la mesita de noche y el escritorio. Tocaron la puerta.
-Adelante.-dije, curiosa de quien podría ser.
La puerta se abrió y me encontré con un chico rubio y bronceada con ojos mieles. Me sonrió.
-Hola, soy Jace.
-Soy Emmy.-contesté.
-Damen me mandó para ver si necesitabas algo.
-Emm...-vacilé-Oh, ¿podrías ayudarme a colocar los cuadros en la pared, por favor?
-Seguro, voy por los clavos y el martillo, vuelvo enseguida.-Jace sonrió de nuevo y se fue.

Me tendí en la cama para esperarlo pero, poco después, me dio sed. Bajé por las escaleras en silencio hasta que llegué a la cocina. Abrí la puerta y caminé hacia la alacena para tomar un vaso. 
-¡BUUUU!-Trent y un chico idéntico a él salieron detrás de la barra.
Solté un grito y dejé caer el vaso de vidrio, el cual se hizo añicos al tocar el suelo.
-¡Emmy! ¿¡Pero qué mierda...!?-Damen y Jace entraron corriendo a la cocina, con caras de preocupación.
Trent y su compañero comenzaron a reírse estruendosamente.
-¡Son unos idiotas!-el rubio los miró molesto y comencé a recoger los vidrios.
-¡Ay!-me quejé y miré el corte que tenía en la palma.

No era muy profundo, pero era tan largo que ocupaba casi toda mi palma.

Dios, pero qué torpe soy.

Sentí un leve escozor que iba en aumento y solté un pequeño gemido de dolor.
-¿Estás bien?-el chico desconocido se acercó a mí y observó mi mano.
Solté una queja cuando tocó la herida.
-Creo que hay que vendarla.
-Encárgate de curarla mientras nosotros recogemos esto.-le ordenó Damen.

El chico me sacó de ahí y me guió escaleras arriba, hacia el lado derecho. Entramos a la segunda puerta y me encontré con una habitación blanca con adornos cafés y negros.
-Siéntate en la cama, voy por el botiquín.-dijo él y salió de la habitación. Me dejé caer en la colcha café y observé alrededor. El escritorio y el armario eran de color café y la base de la cama, la silla y la mesita de luz eran negras.
Cuando la puerta se volvió a abrir, me di cuenta de que ése no era el gemelo de Trent.

[Ésta es la versión sin editar, así que tiene varios errores. La versión editada y corregida será subida a mi perfil en poco tiempo.]

Mis seis hermanos y yo (Sin editar)® [MSHYY #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora