9. Interrogados por el agente McCall

5.6K 643 152
                                    

Scarlett

Cuando abrí mis ojos, sentí una punzada en mi cabeza, haciéndome gimotear. Por instinto, llevé mis manos a la zona latiente y pude sentir la sangre seca en mi frente. Me habían herido antes, aunque ya estuviese sanada. Intenté recordar qué había sucedido, pero ningún recuerdo llegó a mi mente.

No sabía si era como antes cuando olvidaba largos lapsos de tiempo o si era causa de la herida en mi cabeza. No me quedaba duda de que me habían golpeado con muchas fuerzas como para hacerme perder el conocimiento —asumía que lo había hecho—. Me removí en mi posición y pude escuchar las voces provenientes de otra parte del lugar donde estábamos, aunque todo estaba oscuro.

Achiqué mis ojos en un intento de ver dónde me encontraba con claridad, aunque me sentí estúpida porque siempre podía hacer brillar mis ojos. Los cerré y cuando los abrí, pude ver todo más claro.

¿Dónde demonios estaba?

No era un lugar que reconocía ni recordaba haber visitado nunca en mi vida. Con dificultad, me puse de pie del suelo y me dirigí hacia la puerta, ignorando el mareo que me azotó de golpe. Mi cabeza todavía se sentía liviana. Mis dedos giraron la perilla de la puerta y me encontré de frente a un hombre flacucho, de aspecto demacrado y enfermo. En sus ojos pude ver que carecía de cordura, y su sonrisa me parecía tétrica y espeluznante.

— Por fin despertaste —habló con voz rasposa.

— ¿Quién demonios eres tú? —solté, dando un paso hacia atrás para alejarme de él.

— Te traje una amiga —anunció y me golpeó en la cabeza con una llave inglesa.

No me dejó completamente inconsciente, pero sí fue suficiente para que se le facilitara arrastrarme hasta una zona donde pude reconocer a una chica atada a una cerca de metal. Era Kira.

Me dejó a su lado y me ató a la cerca antes de agarrar un guante. Se lo colocó en su mano izquierda. Mis ojos recorrieron el lugar y por fin supe dónde me encontraba. Era una subestación eléctrica, aunque parecía un tanto abandonada y desierta.

El hombre agarró un cable de alta tensión que botaba chispas de electricidad, con la mano que tenía el guante. Nos miró a ambas con una media sonrisa, su vista perdida mientras deslizaba el cable por la cerca.

— ¿Qué haces? —preguntó Kira con voz ahogada. Volteé a verla y pude ver sus mejillas empapadas de lágrimas.

El hombre se detuvo.

— ¿Ahora mismo? —inquirió, dio un par de pasos y se detuvo frente a Kira, colocándose en cuclillas para alcanzar algo en el bolsillo de su camisa—. Ahora, te voy a sacar una foto.

Era el teléfono de Kira lo que había buscado.

— Eso es algo retorcido —hablé, haciéndolo detenerse en sus pasos. Volteó a verme. Bien, eso me daría tiempo de distraerlo en lo que tramaba algo—. Me refiero a que me han intentado asesinar varias veces en este año. Peter, Gerard, Jackson al ser manipulado, Matt, Deucalion y su manada que estaba compuesta de cuatro miembros más, Jennifer, quien, por cierto, era mi maestra —enumeré—. Y usted, ¿cuál es su nombre?

— Barrow —respondió, ladeando su cabeza.

El nombre hizo 'clic' en mi cabeza como el asesino que intentó poner una bomba para matar a varios adolescentes un tiempo atrás.

— Gracias. Y Barrow. Mi lista crece y crece cada día —mencioné—. Sin embargo, ninguno le toma fotos a sus víctimas antes de matarlas. Eso va más allá del nivel retorcido.

ENEMY DARK ▲ TEEN WOLF   ➃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora