John saludó sonriendo e invitó a la muchacha a pasar, Sherlock dejó de pensar al instante y solo se dedicó a observarla seriamente, frunció el ceño y se levantó del sillón.
-Sherlock ella es Sarah, Sarah él es...
-su novio- interrumpió el morocho haciendo que los otros dos quedaron paralizados, ella por no saber que John tenía novio y John por escuchar a Sherlock decir eso. Sabía que lo amaba, se amaban, pero Sherlock no lo expresaba seguido.
-un gusto- sonrió ella.
-bueno Sherlock, vamos a trabajar. -John salió del departamento seguido de Sarah, luego de unos segundos volvió a entrar y pudo ver a Sherlock con el ceño fruncido y en la misma posición que lo había dejado.
-amo cuando te pones celoso, y por cierto es mi jefa, y parece un poco amargada. -sonrió, besó al detective y se fue.
Sherlock sonrió y se sentó en el sillón, no entendía como ese hombre le hacía sentir tantas cosas a la vez, tantas como nunca había sentido. Sin John ni Rosie en la casa, ya que había ido a lo de Molly, Sherlock se sentía aburrido y siguió averiguando acerca de Morán. Un suave golpe en la puerta lo interrumpió, como siempre no se quería dignar a abrir. -estoy ocupado.- gritó y siguió en lo suyo, pero otra vez lo interrumpieron. Se levantó resignado y abrió la puerta. -dije que estoy ocup...- dejó de hablar cuando vió que no había nadie. Miro hacia abajo y se encontró con una carta, la agarró y cerró la puerta.
Estaba dentro de un sobre amarillo sin remitente ni alguna información, lo abrió.
"que lindo se ve John con su nueva amiga, que triste sería que le pasara algo ¿no es así?
Suerte Sherly.
M."
Sin pensarlo dos veces, aún con su bata puesta salió corriendo del departamento, llegó al hospital corriendo y preguntó por John, justo este estaba llegando.
-¿Sherlock? ¿Qué ocurrió? ¿por qué sigues así vestido? ¿estás bien?- preguntó demasiado preocupado, iba a hacer más preguntas pero un abrazo de Sherlock lo detuvo, él se lo correspondió. -Sherlock, que te ocurre.
-¿Estás bien? ¿no te hicieron nada?- lo soltó y lo observaba en busca de alguna lastimadura.
-no, estoy bien ¿por qué?- Sherlock le tendió la carta.
-casi me da un paro cardíaco.-suspiro el más alto y le tendió la carta.
John sonrió.- ¿quién la mandó? ¿por qué harían eso?
-hay dos opciones, la A, un fan o una persona demente y demasiado aburrida, opción B, Sebastián Morán.
