Todo sucedió hace seis años, estaba en el colegio cursando segundo semeste. Era una edad en la que todos tenemos las hormonas alborotadas.
Estudié en un colegio privado, en uno en el que abundan las niñas bonitas, las mejor habladas y bien vestidas, pero nunca me llamaron la atención, nunca las vi como algo más que amigas.
Los niños, en cambio, llamaban mi atención. Buscaba la forma de estar cerca a ellos, de preguntarles cosas intimas para saber si estas inclinaciones eran normales a esa edad.
Siempre terminaban hablando de niñas, de lo que les gustaba de ellas, de cual se ponía más bonita con el tiempo, cual tenía más busto o cola. Esas conversaciones me aburrían y prefería irme por ahí a caminar. Estar solo.
Cuando pasé a décimo, entró un nuevo profesor que se encargó de la clase de música, se convirtió en mi clase favorita. El profe tenía barba, ojos color café, no era muy alto, aunque si más de lo que yo era en ese momento. Su apariencia era fresca, joven, encantadora.
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No me arrepiento de nada...
RomanceLas manos me sudaban, el corazón me palpitaba con fuerza, comprendí, mientras almorzábamos, que ese día perdería mi virginidad. También entendí que mi inclinación sexual era distinta a la de mis padres, que no quería formar una familia con una mujer...