Contacto...

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Perdí la noción del tiempo, pero cuando reaccioné, me sentí más vivo que nunca, mi boca había tocado la suya, mi sueño se había hecho realidad, solo sentía su barba en mi rostro, me excité de inmediato, lo bese fuerte, tome sus manos, las solté y recorrí su pecho con mis dedos temblorosos.

Me invitó a conocer su casa, en ese momento supe que su cuarto era el la ultima parada. Me invitó a sentarme con él en la cama y sin pronunciar palabra alguna nos volvimos a besar, le quité el saco con torpeza, es obvio que estaba nervioso, aunque nunca había estado tan feliz, él me quitó el saco del uniforme que no me cambie antes de salir de casa para no levantar las sospechas de mi mamá.

Tenía calor, sentía que las manos me sudaban, como pude le desabroche el pantalón y al bajarlo, vi como su pene erecto se asomaba, nunca me había sentido tan nervioso, tampoco había imaginado que era posible sentir tanto placer sin haber iniciado el acto sexual.

No me arrepiento de nada...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora