CAPITULO 53

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La rubia se encontraba en el mismo sitio, tenía angustia por la peli-azul, tal vez la haya conocido solo con un saludo pero se sentía mal por ella.

-Espero que lo haya solucionado- Dijo mirando a la salida.

La albina entro a la habitación, la rubia se le quedo viendo con gran preocupación.

-¿Que paso?- preguntó esta angustiada.

-... Me termino...- dijo rascándose la nuca.

-oh...-

-ella es una buena chica... No lo merecía...-

-No quería provocar esto- Dijo la rubia.

-No te preocupes... Ya paso- Dijo esta.

Las dos se quedaron en un silencio, no sabían que tenían que decir exactamente.

-Bueno creo... Que tú debes de descansar- Soltó de repente la albina.

-...Puppet...- la rubia se quedo viendo a la mayor.

-...Esta bien... tranquila...- la albina solo solto un suspiro y se rasco la nuca.

-...Puppet... lo lamento de verdad...- dijo la rubia desviando la mirada.

-...No se lamente, fue culpa mia...-

-Es que en verdad me siento culpable por lo que pasó- Dijo la rubia jugando con sus manos.

-En serio, esta bien, no te debes de sentir así-

-Perdón...-

La albina dio un pequeño suspiro.

-No hay nada que perdonar-

-...Pero...-

La albina se acerco a la rubia y le acaricio las mejillas.

-no te preocupes... ahora ire con los niños... bueno... con nuestros niños- dijo la albina con una gran sonrisa.

La rubia le devolvió la sonrisa, hace mucho que no veía aquella sonrisa que siempre la hipnotizaba.

-Ok...-

-Tú mientras descansa- Dijo la albina.

La albina sonriendo salio de la habitacion, hace mucho que no sentia aquellas emociones, por desgracia ahora debia ocultarlas, porque a pesar de que sus sentimientos eran correspondidos, no podian tener una relacion.

-...El tiempo vera...- susurro la rubia recostandose en la cama dispuesta a descansar un poco mas.

La albina por su lado llego a la habitacion en donde se encontraban jugando los tres pequeños

-¡Papi!- Dijo el pequeño albino corriendo hacía la albina.

-¿Qué hacen pequeños latosos?- Preguntó sonriendo.

-¡Estamos jugando a los dinosaurios!- Dijo el rubio.

-¿Quieres unirte papi Puppet?- Ahora hablo la pequeña.

-¡Sí! Contigo sera divertido-

La albina solto unas risitas, esta se quedo viendo a los tres, se veian muy tiernos los tres.

-bueno, entonces, yo sere el dinosaurio- dijo la albina empezando a gruñir de juego.

-¡Corran!- grito el pequeño albino empezando a correr en cuatro patas

-Aaah- Los mellizos también gritaron y comenzaron a correr riendo.

-¡Los voy a comer!- Dijo la albina persiguiéndolos.

Amor equivocado  [Puppica]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora