Dostoyevsky obsesionado con niños y el será el centro de todas las desapariciones, contara historias cortas de como los niños conocieron a este sujeto.
Los personajes no me pertenecen son propiedad de Kafka Asagiri y Sango Harukawa
Como todos los días yo salía a jugar y como todos los días mis padres venían a recogerme, pero ese día no llegaban, ya habían transcurrido 2 horas y no llegaban.
--Chuuya ya llegaron por mi hasta mañana – se despidió el ultimo de mis amigos y me quede completamente solo, que desconsiderado de parte del resto de los adultos.
Yo ya tenía 8 años, pero no sabía el camino de regreso a casa aun, que vergonzoso de mi parte el admitir el hecho de que no sabía regresar a casa.
En medio de mi meditación, un sujeto se acercó a mí y me sujeto el brazo– ¿eres Nakahara Chuuya? - esa persona daba miedo, pero mucho miedo que no pude evitar hacerme del baño encima, sentía como su mirada congelaba mi pequeño cuerpo, sentía que si esa persona me llevaba consigo jamás volvería a ver a mi familia, quedaría sumergido en la oscuridad eso era lo que sentía, me quede estático por unos segundos, mi instinto infantil decía que solo hiciera una cosa y eso era:
--- ¡¡BUAAAAAAAA!! Mami, quiero a mi mamá ¡MAAAAMAAAAAAAAÁ! - me soltó enseguida, ese sujeto se retiró del lugar echo furia, tal parece que no quería irse sin llevarme con él.
Vi a mi madre correr frenéticamente hacia mi -Chuuya perdón por llegar tarde ¿Por qué lloras? Tú no eres así- mi madre me abrazaba fuerte.
-- tenía miedo un sujeto apareció y no quería dejarme ir quería llevarme consigo – le decía a mi madre, cuando alcé la mirada mi madre estaba en shock y miraba al frente, cuando me volteé a mirar, ahí estaba de nuevo esa persona sujetando una pistola, apuntando hacia nosotros.
Fue un instante, el sonido del cañón del arma retumbando en mis oídos, ver como mi madre caía al piso, ver como mi vida se hacía trizas en frente de mis ojos, sentí que me hundía en la oscuridad y la desesperación, abrazaba y le gritaba a mi mamá que se levantara, decía desesperado que quería irme a casa, pero ella no respondió, mi mami había sido asesinada por mi culpa por no querer ir desde un principio con ese sujeto.
- bien pequeño esto paso por no haber cerrado tu boca, y déjame decirte que si vuelves a llorar te daré un mejor motivo para que lo hagas- me sujeto del cabello y me llevo a rastras hacia su auto, lo único que quería era quedarme al lado de mi madre, pero ni eso pude hacer.
-bienvenido al negocio pequeño Nakahara Chuuya, soy tu dueño y jefe Fyodor Dostoyevsky, y voy hacer de tu vida un pequeño infierno-
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