Capitulo 0✍

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-Por favor, solo escucha, no tienes que hacer esto- balbucí las palabras tan claras como me fue posible, mis lagrimas eran incontrolables y no entendía como habíamos llegado a este punto, todo estaba mal, esto no debía suceder así. Tres meses antes no me imaginaba temiendo por mi vida, ni suplicando por mantenerlo a mi lado.

-No lo entiendes, maldición solo vete, largo!- bramó, su tono fue demandante aunque podía percibir en él algo de suplica, su pecho subía y bajaba agresivamente, sus manos estaban hechas puños a cada lado de su cuerpo y aunque sus ojos estaban llenos de lagrimas fue lo suficiente fuerte para no soltar ninguna. Los relámpagos nos alumbraban de vez en cuando.

Estaba dispuesta a suplicarle todo el tiempo que fuese necesario para que se quedase a mi lado, pero aunque estaba de rodillas frente a él, empapada por la lluvia y con el corazón en mis manos, de nada sirvió.

Se dio media vuelta y cuando estaba apunto de montarse en el auto, me escuchó y paró en seco.

-Izan- aquél nombre que antes había salido de mis labios con tanto capricho y amor ahora dejaba un rastro amargo en mi garganta. Creía haberlo logrado, creí que lo había hecho cambiar de parecer pero se subió al coche sin mirar atrás, el auto arrancó y mi pecho dolió, dolió por la perdida, dolió porque sentí que gran parte de todo lo que era, gran parte de todo lo que había sido, se había ido con él y no estaba segura de poder recuperarlo. 

-Lo prometiste- susurre. Veía la imagen borrosa de su auto alejándose rápidamente por la carretera, no se detuvo, no miro atrás, solo desapareció dejándome con la agonía y el dolor de saber que estaba a punto de perderle.

Y lo odie, porque él había venido a sembrar en mi amor y sentimientos para dejarme aquí, rota.

De haber sabido que la vida y el amor eran tan egoístas, no me habría metido en esto.

IzanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora