Capitulo 11✍

28 10 12
                                    

Narra Izan

6:30 pm

Deje a Winter en mi habitación mientras marcaba el numero de Axel. Ella no me ha pedido que la traiga precisamente aquí pero estaba seguro que tampoco quería irse a su casa en este momento. Normalmente no dejo que nadie, ni siquiera mi madre, entre a mi habitación. Pero había hecho una excepción enorme con ella, de solo recordar su rostro enrojecido por las lagrimas el pecho se me encoje. Parecía un jodido marica pensando todas estas cosas pero no podía evitarlo. Habia visto a chicas llorar antes, por mi culpa, pero nunca me habían importado. Podía admitir que estaba asustado por como esta chica me hacia sentir pero estaba dispuesto a arriesgarme.

-Donde te has metido?- rodé los ojos, parecía mi madre.

-Tuve un contratiempo- mire por la puerta entreabierta de mi habitación, estaba parada viendo la estantería donde tenia los libros, fruncí el ceño, no me gustaba que tocaran mis cosas.

-No has vuelto a recoger el dinero, lo tengo yo, si quieres paso por tu casa a dejarlo- se escuchaba una voz chillona de fondo y supe al instante que era la insoportable de Sidney.

-No es necesario, quédate con la exasperante de Sidney, me lo das mañana- lo ultimo que quería era a esa loca rondando por mi casa y haciendo preguntas sin sentido.

-Hecho. Una cosa mas, Bill ha estado mirando a tu chica, deberías tener cuidado- maldije para adentro. Winter no era mi chica, pero no quería que nada malo le sucediera.

-Lo tendré- colgué. Por esto es que no dejo que nadie se involucre conmigo. Camine hacia donde ella se encontraba, estaba concentrada leyendo un libro.

-Uno de mis favoritos- me apoye sobre el marco de la puerta y me cruce de brazos esperando que ella me prestara la atención que quería, me miro y me di cuenta de que su rostro ya no lucia tan hinchado como cuando llegamos, aunque su nariz estaba algo enrojecida, se veía adorable.

-Lamento meterte en esto, se que ya de por si no te llevas bien con Mich y yo- la interrumpí. Si bien su hermano no me caía para nada bien, yo había tenido mi parte de la culpa. Le pedí que fuese mi copiloto porque sabia que  eso iba a molestar Michal.

-No pasa nada, yo quise traerte aquí- ella me miro como si estuviera sorprendida por mi generosidad, tuve ganas de girar los ojos pero me contuve.

-Te lo agradezco, pero debo irme, el idiota de mi hermano debe estar preocupado- como podía ser tan buena? después de lo que le dijo ella aun seguía preocupándose por el, aunque no la culpo, al fin y al cabo son familia. Ella se levanto de mi cama y camino hacia mi. Antes de que pudiera darme cuenta estaba abrazada a mi pecho, me tense por un momento, no estaba acostumbrado a estas demostraciones de afecto y esta era la segunda vez que ella me abrazaba. La estreche entre mis brazos y apoye la barbilla sobre su cabeza, la oí suspirar y se me formo una sonrisa.

-Te llevare a casa si eso quieres- me hice a un lado para que pudiera pasar pero ella no lo hizo, me miro un momento debatiéndose si regresar a su casa o no, al final salio por la puerta dejando un rastro de su aroma. La seguí hasta afuera y vi como mientras se subía al auto veía su celular.

*Narra Winter* 

Tenia unas 25 llamadas perdidas de Mich, 7 mensajes de Aiden y 250 mensajes del grupo que tenia con los chicos. Decidí llamar a Aiden, me sentía horrible por haberlo plantado.

Aiden: Hola?- su voz sonaba adormilada.

Yo: Aiden, es Winter- hoy era el día de sentirme culpable, ademas de dejarlo plantado también lo despertaba de su siesta.

Aiden: Winter? Donde has estado? te he enviado varios mensajes, creí que te había sucedido algo- quise sonreír pero me salio algo así como una mueca, me sentía aliviada de que no se hubiera enojado.

Yo: Lo siento mucho, olvide por completo que ibas a llevarme a las carreras.

Aiden: No pasa nada, estas bien? te noto apagada-  si supieras pensé.

Yo: Mañana te cuento, gracias por entender.

Todo el camino a casa podía notar como Izan me miraba por el rabillo del ojo, como queriendo decir algo de lo que rápidamente se arrepentía, entonces volvía la vista al frente, hasta que se decidió por hablar.

-Era tu novio?-  gire la cabeza y vi como sus nudillos se ponían blancos por la forma en la que apretaba el volante. Si no lo conociera diría que estaba celoso y en efecto, no lo conozco, pero aun así el no parecía el tipo de chico que se fijaba en alguien como yo, simplemente no parecía el tipo de chico que sentía celos. Frunció el ceño cuando se dio cuenta que no le respondía.

-No, solo es un amigo- el asintió como aprobando que solo fuese eso y se mantuvo en silencio hasta que llegamos a mi casa. Me baje y antes de cerrar la puerta de su coche me voltee para mirarlo- Agradezco lo que has hecho por mi hoy- quise besar su mejilla pero el corrió el rostro unos centímetros asiendo que mis labios choquen contra su comisura.

-No es nada- cerré la puerta y el arranco el auto, nuestras miradas se mantuvieron hasta que perdí el coche de vista.


IzanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora