Capítulo 5. "Duele como el infierno"

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Selena Gómez -It ain't me ft Kygo

Sam.

¿Puerta? Emmm, sería algo obvio.
¿Ventana? Emmmn sería algo más bien suicida, ¿que te crees ahora Samantha? ¿el sorprendente hombre araña? O ¿qué?

¿Pero entonces qué?

Después de que me trajeron, ERROR, me arrastraron, CORRECTO, me encerraron en mi recámara.
"¿Acaso no te puedes comportar como una señorita de su casa? Pensé que Sebastián te había educado mejor, pero por lo visto he estado muy equivocada" -Palabras de Celia.

"No hagas esto más difícil de lo que es ¿quieres?, mamá tiene razón deberías comportarte, y ni creas que vas a volver aya, ya suficiente tenemos que hacer para ver que hacemos contigo como para aguantar tus rebeldías y de paso a un par de zorras" -Palabras de Loren.

Y ahora no se como volver de donde vine; con mi verdadera familia, no esta farsa hipócrita.

Por lo que veo a través de mi ventana, es ya de noche, he estado aqui todo el día y aunque no se han dignado a traerme de comer, agradezco al cielo de no tener hambre.

También e visto como van llegando cada vez más y más personas al primer-y por orden de mi papá- y el último velorio también.

En algún momento tendré que bajar, y... bueno ya saben..... verlo, ¡Dios!

Mis pensamientos son interrumpidos por la forcedura de mi puerta, ya que me encerraron prácticamente.

-¿Ya?- oigo la voz de la debería llamar hermana.
-Ya señorita, ya puede abrir nomas.
-Bueno entonces ya vete Lourdes- malagradecida, entró y me encaró -Mamá no quiso subir- mejor para mi, ironice en mi mente -y la abuela está recibiendo el pésame- hipócrita -así que me mandaron- rodo los ojos viendo sus uñas, perfectamente pintadas de un rosa chillón ¡rosa chillón! -tu cuarto- ahora caminaba por toda mi habitación, observando todo a su paso -tu cuarto siempre fue más grande- revisaba hasta mi baño -el abuelo te tenía bien maldita- ahora mis cajones, aquí es cuando una bomba debería estar ahí -pero como ya no esta- hizo un mojin con su boca, mojin para más feo e hipócrita como ella -le diré a mi mami y a mi abu que me lo den a mi -Dios no la aguantaba -pero en fin, no estoy por eso aquí- ya veteee -Mami Celia dijo que bajaras en- miró su reloj nuevo dorado -en cinco minutos, sin escándalos ni huidas, ¡no puede ser, la mosquita muerta resultó ser fugitiva!- comenzó a reirse, lo bueno es que ya iba caminando hacia la salida.

Justo cuando iba por mi toalla, agregó.

-Ah, y el pésame hermanita- siguió riendo.

Para nadie, es algo nuevo que no tenga una buena relación que digamos con mi hermana, Ja! ¿a quién engaño? No hay ni una relación con ella, así de fácil y sencillo.

No hay buena relación ni con mi "madre", ni con mi "abuela", ni con mi "padre", ni con mi "hermana" ni.... ahuevo creo que hasta hay nomas.

Nunca he tenido "ese lazo de familia" ¿porqué? Bueno ... ni yo lo se.
Pero tengo una idea; no soy el hombre que mi "mamá", que mi "abuela" y que mi "padre" esperaba así de fácil, no soy lo que nadie esperaba.

Me metí al baño con la ropa que iba a usar, le metí el pestillo, ya que si se lo proponían podían llegar  a ser muy  metiches.

Me desvesti, abrí el grifo y deje que el agua caliente haga su trabajo, al principio el contacto con mi piel hizo que se me  ponga de piel gallina, pero luego me relajo los huesos y demás partes de mi anatomia.

Como si fuera yo un DVD, un disco literalmente fui introducido en mi mente produciendo que  miles de recuerdos me golpearon brutalmente, que por un minuto pensé que caería a la baldosa amarilla que se encontraba debajo de mis pies.

Mis lágrimas se mezclaban con el agua, y mis mojiteos parecía ser producto del viento del verano.

-Tu puedes Samantha, sólo... emmmm, solo ¿sonríe?. Genial ahora hablo sola.

Y esa era yo dándome apoyo.

La mejor ¿no?

Salí que como pude y me enfunde en unos jeans desgastados y mi sueter negro.

Diez minutos después estaba bajando las escaleras y dirigiéndome por la bullicia fui a la sala de estar, ya que hay lo tenían.

-Llegas tarde- dijo una voz recriminandome los diez minutos de retraso, mire sobre mi hombro y era, nada más y nada menos, que una Celia perfectamente vestida con un traje negro, que más bien parecía de gala que de un velorio.
-Lose, disculpa me estaba bañando.
Agarró mi brazo y me jalo a no se donde.
-Ahora sonríe y se educada, tienen que vernos unidas.... nieta.

No le contradije nada, no tenía ni ánimos ni fuerza para eso.

En toda la noche no se me despegó, recibimos a personas que decían ser familiares, amigos, compadres y demás conexiones que pueden haber entre personas.

Algunas de estás no las conocían pero me cayeron bien, en su mayoría vi a personas adultas que venían con flores, y rara vez uno que otro joven.

Mis párpados me comenzaban a pesar, así que sabía que ya era tarde.

Pero antes de irme debía hacer "algo".

-Voy a ver a mi papá- le dije fríamente a Celia. Estaba por darme la media vuelta cuando hablo.
-Tu papá está de este lado- dijo señalandome con su seño fruncido a dirección contraria de donde yo me dirigida, seguí su mirada y vi sólo vi a Thomas "mi papá".
-Me refería a mi papá verdadero- abrió su boca para protestar pero antes de que lo hiciera hable -con permiso..... abuelita.

Pase por el pasillo de las escaleras ya que me encontraba en el ala oeste de la casa y mi papá estaba del lado contrario.

Mi vista está en el piso, viendo los pétalos de colores neutros como el blanco o el amarillo, esos eran sus colores favori...
-Auch- mis pensamientos sobre los colores favoritos de mi papá son interrumpidos por mi patética caída.
-Lo siento Samantha, ven te ayudo.- alce mi vista a la voz gruesa de un señor que desconocía por completo, con mi vista fijada en él, me topé unos estanques verdes, lo había visto varias veces pero no me acuerdo de donde. Al ver mi cara de confusión sonrió mientras me levantaba -Veo que no te acuerdas de mi, soy Theo el amigo de tu papá, el dueño de la hacienda que está junto a la de él.
-Ya me acordé, lo he visto en varias reuniones, lo siento mi mente a veces me falla.
-No hay problema.
Mi vista se volvió al frente, donde estaba el ataúd de mi papá.
-Papá, ya es hora de irnos- dijo alguien a quien no vi ya que estaba concentrada en el cuerpo sin vida de papá.
-Ya voy Nick, bueno Samantha creo que las palabras están de más, pero fue un gran amigo y persona, lo siento mucho, pero piensa que está en un lugar mejor, hasta mañana.
-Muchas gracias y hasta mañana.

Nos despedimos con un apretón de manos y seguí mi camino.

Toqué la madera café oscura y el vidrio que contenía a la persona que más amo y amaré en mi vida.

-Bueno papi vino mucha gente, no sabia que tenias muchos amigos, pense que solo éramos Sofi y yo- comencé a sosollar -¿sabes? Trajeron flores, de tus colores favoritos papi, de hecho tengo una aquí al lado tuyo papi- se que su cuerpo no me escucha pero su alma tal vez lo haga -te amo mucho papá, no sabes como te extraño. Duele, duele como el infierno esta soledad.

Subí como pude a mi habitación, hice algo y luego me dirigí a mi cama, al tocar mi suave almohada me deje llevar por los brazos de Morfeo.

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Más o menos así se reía la perra de la hermana de Sam. Ahre.

'COLD WALTER.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora