Cap.6 parte 2

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Me recibió contento de verme y le explique la situación. Le dije a Jaeden lo que harían y el por supuesto, asintió. Se lo llevaron a una sala y lo espere. Se demoraron una eternidad. Sabía que tenían que hacerle unos estudios y luego hacer los lentes a medida, pero no recordaba que se demoraran tanto. Luego de unos 90 minutos, se abrió la puerta y entonces, la visión celestial.
Estaba equivocada cuando dije que Jaeden era un diamante en bruto... no era eso, era como toda una mina de diamantes. Por Dios, se veía genial y solo de verlo se me mojo la ropa interior. Maldita sea... que bien se veía.
Lo vi caminar sonriéndome, y casi se me sale el corazón del pecho. "Pura excitación, ____, tranquila, ya será tuyo. Relájate" me tuve que decir, para calmar mis hormonas. En realidad que todas habían sido unas ciegas. Partiendo por mí, que ni vi a este bombón antes...
- Jaeden, te ves espectacular... que buen trabajo-
- Me molestan un poco los ojos- me dijo, cerrándolos levemente-
- Te acostumbraras – le dije – yo también los uso, ¿sabías?
- No - me dijo con cara de asombro-
- No te preocupes, el color es mío... solo son lentes normales de contacto... como los tuyos-
Nos fuimos de allí y suspire. Este trofeo tenía que mostrarlo.
- ¿Te gustaría venir a una fiesta conmigo? – le pregunte.
- Claro – me dijo, con buen humor – ¿donde es?
- Es en un bar... los padres de Alice son dueños... creo que te gustara.
Lo vi sonreír de buena gana, y yo acelere con emoción. Estaba que me partía en ganas de lanzarme y cogérmelo, pero sabía que este postre había que comerlo con calma. Nada de apuros. Lento se disfruta más, además, necesitaba muchas cosas que saber aun...
Llame a Alice, para coordinar la llegada.
- Hey- me dijo cuando me contesto- Te estoy esperando hace una rato perra-
- No te preocupes perrita - le conteste- ya vamos para allá.
- ¿Vamos?- me pregunto.
- Si- le dije – yo y Jaeden-
- ¡Maldita zorra! – me dijo, riendo.
- Lo mismo para ti, te veo en unos minutos- y corte.
Llegamos sin cruzar palabra y estacione justo detrás del bar. Como siempre, hervía de gente, el Bar era muy famoso y concurrido.
- ¿El Fantasy? – me pregunto Jaeden, boquiabierto.
- Si cariño... ¿has venido antes?
- No – me dijo- pero es muy conocido... nadie que conozca ha podido entrar-
- Pues lo conocerás ahora - le dije, tomándolo de la mano-
Llegamos a la entrada, donde Sam nos dejo pasar en seguida. El ya me conocía, así que no hizo preguntas. Dentro estaba muy lleno, subimos al segundo piso para buscar a Alice.
Jaeden estaba alucinado a mi lado, y me sentí orgullosa de que las chicas se quedaran mirándolo con cara de hambre. Sufran todas, malditas.
Cuando por fin llegue al vip, Alice se estaba comiendo a besos con un tipo musculoso y grande. Típico de Alice.
- ¿Interrumpo?- pregunte.
- Claro que si- me dijo Alice.
- Como quieras, puedo irme si gustas-
En seguida Alice se puso de pie, dejando olvidado al chico y me dio un abrazo.
- ¡Por fin llegaste maldita! – me chillo por sobre la música.
- Claro, no pensaba faltar- le dije- Oye, quiero que conozcas a Jaeden...
Alice se lo quedo mirando boquiabierta, sin ningún disimulo. No lo podía creer.
- ¡Pero por Dios, quien es este chico tan guapo! – chillo Alice, abrazándolo.
Vi a Jaeden un poco contrariado, pero luego también la abrazo, regalándole una sonrisa-
- Jaeden lieberher señorita – dijo él, tan correcto y le tendió una mano.
- Wow – dijo Alice, mirándome- Yo soy Alice Brandon, Este es el bar de mi familia... puedes venir cuando quieras.
- Gracias- dijo Jaeden-
- Cariño – le dije yo- estás en tu casa, baila o mira un rato, yo hablare con Alice... luego te busco.
Lo vi asentir, como siempre y alejarse entre la gente.
- Lo vas a dejar suelto por ahí- me dijo Alice, incrédula – Te digo en seguida que te lo robaran-
- No - le dije yo- no lo harán y si él intenta hacer algo, me conocerá- le dije, segura.
- Como quieras-me dijo- oye, ¿viste a los chicos que estaban al lado del bar?
- No – le dije emocionada... ¿en dónde?
- Son amigos de Paul, el tipo con el que estaba- me dijo Alice-¿Quieres conocerlos?
- Por supuesto que sí, lo dije, arreglando mí escote –
Alice me llevo al bar, en donde había tres chicos, uno que identifique como el que estaba con ella entes y otros dos, que no conocía. Ella me los presentó.
- ____, este es Paul, ya lo conociste, el es Jacob y el es Jared... están en el pueblo por negocios- Me dijo Alice.
- Mucho gusto- les dije yo, sonriéndoles.
- El gusto es todo nuestro.- me contesto Jacob, sonriendo con unos perfectos dientes blancos –
- ¿Un trago? – me pegunto Jared.
- Claro- dije yo- ¿Quien soy para rehusarme?
Estuve muy entretenida, eran los hombres más guapos que había visto y ese Jacob estaba perfecto para que dejara mi sequia obligada. Alice se volvió a perder con Paul, supongo que a alguno de los vips, mientras que Jared se entretenía con una chica rubia que estaba a nuestro lado. Así que me dejo el camino libre para Jacob. Perfecto.
Me compro varios tragos y comencé sentirme un poco mareada. Pero estaba feliz y eufórica. Salimos a bailar, y comencé a moverme con sensualidad, dispuesta a seducir a este chico y llevármelo a un vip.
Me acerque cuando la canción se puso más sensual, y me di la vuelta, apretándome contra él con mi trasero. Pude sentir que Jacob estaba más que dispuesto y mi excitación creció. El me abrazo por la cintura y comenzó a besarme en el cuello. Estaba en el cielo. Me di la vuelta de nuevo y lo bese con ganas. El bajo sus manos a mi trasero y me apretó contra el...
Y fue cuando comenzó el desastre.
Yo me había olvidado completamente de Jaeden y de toda esa mierda. Pero parece que Jaeden estaba sintonizando en otro dial, porque sentí cuando tomo violentamente a Jacob del cuello y lo separo de mí, para luego darle un feroz golpe de puño en la nariz.
La gente comenzó a gritar en forma automática, y yo estaba pasmada, mientras
Jaeden levantaba a Jacob de nuevo y lo volvía a golpear. El trato de defenderse, pero al parecer estaba un poco bebido, por lo que no lo consiguió. Lo hubiese seguido golpeando, si no fue porque aparecieron los dos amigos de Jacob, Paul y Jared, y los separaron, mientras Jaeden estaba como loco. Paul le dio un golpe en el rostro y Jame cayo sentado al suelo.
Vi como se llevaban a Jacob, y trate de evitar que se fuera. Pero me rechazo.
- No me involucro con chicas emparejadas- me dijo- debiste decírmelo-
Y se alejó de mi, sangrando y llevado por sus dos amigos.
Alice por supuesto, estaba hecha una furia. Primero porque le habían destrozado algunas sillas, y segundo porque la habían dejado sin pareja y por ende, sin polvo para esa noche.
Me volví hacia Jaeden y quería solo masacrarlo. Me iba a escuchar de una vez.
- Jaeden – le dije cuando se puso de pie – sígueme, ¡ahora! –
Camine hasta el vip más alejado, entre, lo deje pasar y cerré la puerta con seguro.
En cuanto lo tuve en frente, le deje caer una bofetada gigante, tan grande que Jaeden llego a volver la cara. Imbécil, se lo merecía.
- ¡En qué demonios estabas pensando! – le chille – ¡quién demonios te crees para hacer eso, imbécil!-
- ¡Te estaba tocando... eso es faltarte el respeto! – me grito de vuelta, y se gano otra bofetada.
- ¡No me grites maldito idiota! – le chille, furiosa.
Jaeden tenía el rostro enrojecido y el labio levemente hinchado por el golpe de Paul. Me miro con tristeza extrema, alejándose un poco de mí. Pero yo no había terminado con él ni por asomo. Esta noche iba a aprender un par de cosas.
Me senté en uno de los sillones. Estaba frustrada, y no sabía qué hacer. Que tipo más idiota, me estaba arrepintiendo de haberme involucrado con él. Más encima me había perdido la oportunidad de ganarme una noche de placer. El la pagaría.
- Jaeden – le dije con la voz fría – acérate.
Jaeden camino hacia mí, algo tembloroso. Se notaba en sus ojos el miedo, pero él se lo busco.
- Arrodíllate – le dije- Si no quieres, puedes irte, pero no me veras mas en tu maldita vida –
Jaeden se acerco y se arrodillo. Lo tenía frente a mí.
- Quítame el zapato – le dije-
El me miro extrañado, pero lo hizo, de todos modos.
- Ahora, me besaras la pierna. Empezarás por el pie y seguirás por la pierna hasta que yo te diga... ¿entendiste?
- Jaeden no dijo nada, pero se acerco a mi pie y lo beso. De inmediato una corriente subió por mi piel, pero estaba tan enfurecida que no le hice caso.
- Sigue así- le dije, mientras me metía las manos bajo la falda -Quiero que sigas besando y subiendo-
El no dijo nada, pero empezó a hacer lo que le pedí, despacio. La sensación era genial, y mis manos se perdieron en mi ropa interior, tocándome a mí misma.
- Sigue así – le dije – sigue.
El comenzó a besar y cuando iba por la rodilla, hizo algo distinto y lamio mi piel. Me estremecí, y me gusto. El siguió así, lamiendo, hasta llegar al interior de mis muslos. Lo detuve.
- Para – le dije- sigue con la otra pierna-
Y nuevamente, sin decir palabra, se paso a la otra pierna y siguió lamiendo y besando, hasta llegar a mi pie.
Cuando hubo llegado a mis dedos le dije.
- Ahora te enseñare a darle placer a una mujer, y más te vale que lo hagas bien o te irás al demonio. Es tu oportunidad de que te perdone.
Y dicho esto lo tome del cabello y lo atraje hacia mí. Me quite la ropa interior, con rapidez y lo volví a jalar del cabello, enterrándolo en mi sexo.
- Ahora – le dije – quiero que me beses allí-
Jaeden nuevamente acepto lo que le pedía, sin decir una palabra. Comenzó a besarme con delicadeza, lanzado por mi cuerpo oleadas de placer increíbles.
- Sigue así, hazlo así... bien... - le dije, sin soltarlo del cabello.
Jaeden comenzó suave, pero luego comenzó a besar con furia, pasando la lengua por toda la extensión de mi sexo, subiendo y bajando, lamiendo, succionando, enterrando su lengua... Lo hacía excelente para estar aprendiendo... 
Sentí calor en todo mi cuerpo y me aferre con mayor fuerza a su cabello, suave y hermoso... me sentí desfallecer cuando enterró uno de sus dedos en mi, tratando de profundizar su ataque. De pronto mi cuerpo se rindió al placer, y colapse con sus caricias. Lance un gemido ahogado, mientras Jaeden también gemía, enterrado en mi sexo mojado.

Me caí hacia atrás, exhausta. Respire agitadamente y trate de poner en orden mi mente, ya bastante embotada por el alcohol.
Mire a Jaeden y aun seguía a mis pies, tembloroso y cabizbajo.
- Jaeden – le llame.
El levanto la vista y me miro con una mirada indescifrable. Me acerque a el, y lo bese en los labios, probando mi sabor en su boca. Me puse de pie, buscando mi ropa interior, y me la volvía a poner. Hice lo mismo con mi zapato, y Jaeden también se puso de pie. Me sonreí.
Me volví a sentar y lo mire.
- Ahora me vas a escuchar y lo harás bien, porque será la última vez que lo diga. Tú y yo no somos nada, me entendiste, yo no soy nada tuyo, tú no eres nada mío. Eso significa que yo puedo hacer lo que se me antoje, esa es mi regla. Tú no puedes involucrarte con nadie, porque fue mi regla desde el principio, pero no tengo ningún problema en dejarte ir y que no nos veamos mas. Si no te gustan las cosas así, eres libre de marcharte. Te puedes quedar con todo lo que te di, no me importa. Pero si quieres quedarte conmigo, deberás seguir mis reglas y eso implica no escenitas de celos, no explicaciones, no preguntas. Esta es mi vida, yo hago lo que quiero, lo tomas o lo dejas. Simple y directo. Tú eliges.
Lo vi dudar un momento y mirarme con desesperación. Se dirigió a la puerta, como si se fuese a ir, pero no llego a tocarla. Lo vi temblar y suspirar mientras se tomaba el pelo en forma frenética. No sabía qué hacer.
Finalmente volvió a mí y se arrodillo a mis pies.
- Soy tuyo – dijo simplemente – No puedo alejarme de ti.
Yo sonreí y lo mire con desdén.
- Entonces está todo dicho, harás lo que te dije. Una escenita más como esta y te olvidas de mí para siempre, ¿está claro?
Jaeden asintió y vi como una lágrima bajaba suavemente por su mejilla.
- Ahora me voy a la fiesta, y tú puedes irte cuando quieras. Y ve como te vas a casa, porque no pienso llevarte.
Dicho esto, lo empuje con el pie y cayó hacia atrás, sentado en el suelo. Otra lágrima rodo por sus ojos, pero no me conmovió.
- Y no nos veremos al menos en una semana – le dije – no me gustan los hombres débiles-
Y dicho esto, salí del vip cerrando la puerta con verdadera furia.

Inocencia Robada 🔥💦 - Jaeden Lieberher Donde viven las historias. Descúbrelo ahora