Cap.10

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No me podía creer a donde me habían llevado mis pensamientos. ¿Qué me estaba pasando con este estúpido?
- ¿De qué querías hablarme? – me pregunto, como un bobo.
- Solo quería que supieras que te extrañe – le dije, para que no sospechara nada de lo que me devoraba la mente. Reí por su pregunta, de todos modos.
Me quiso preguntar si yo ya no estaba molesta y no quise hablar de eso. Mejor ni recordarlo. Le dije que quería verlo más tarde, y las palabras me salieron casi sin pensarlo. Recordé lo del teléfono celular y se lo di. Así podría hablar mejor con él.
Me fui rápidamente, aun asombrada de mi propia mente. Esto de la falta de sexo me estaba haciendo pésimo y hasta me ponía a alucinar. Habría que hacer algo pronto o me volvería una jodida monja. Eso nunca. Pero no podía ser con él. El me confundía, me excitaba y luego... yo pensaba idioteces. No estaba bien. Nada bien.
Conduje a casa y hable con Alice. Emmett no estaba en casa, por lo que no me estuvo sermoneando, por suerte. Decidí que lo mejor era que nos juntásemos en casa, ya que papa no estaría en toda la semana y podríamos beber algo y eso acá en casa. No tenía ánimos de mover el culo a ningún sitio. Solo iría por Jaeden y ya.
Alice estuvo de acuerdo y vendrían ella, Jess y Victoria. Bien, no necesitaba a todas las perras babeando detrás de Jaeden .
La tarde paso lenta mientras hacía los arreglos para recibir a mis improvisadas visitas... Compre mas alcohol... fiesta sin alcohol no vale y algunas idioteces para comer, después de todo esas zorras terminaban vomitando todo lo que comían... malditas bulímicas.
Emmett llego a joder el asunto un par de horas más tarde y aunque le rogué, le amenace y trate de comprarlo no hubo caso: él se quedaba. Maldito. Peor por él, si veía algo que no le gustaba se podía ir a la mierda. Puto hermano sobre protector.
A eso de las 9 salí a buscar a Jaeden. Le llame antes al teléfono y me contestó en seguida. Genial. Todo iba a la perfección. Cuando llegue y lo vi, como siempre últimamente, el muy maldito me dejo en estado de shock total. Se veía espectacular. Vestía pantalón de sastre y camisa, y una hermosa chaqueta o chamarra de cuero completaba el cuadro. Sexy. Qué bien le quedaba este estilo. Lo sé, soy una excelente diseñadora... en todo sentido.
Vi que una puta rubia y un chico igual de rubio estaban en la puerta, mirándome con mala cara... quien seria esa ramera... más le valía que no fuera alguna noviecita... El chico rubio me resulto vagamente familiar... ¿lo habré visto en alguna parte? Quién sabe, el mundo es bastante pequeño al final.
Son mis hermanos – me dijo Jaeden, como si leyera mi mente y mirándome serio.
- No sabía que los tenias – le dije, algo curiosa.
- Si... estudian fuera, no los veo mucho ahora.
- Bueno, vamos- le dije, algo molesta por la mirada furiosa de la tipa rubia.
- ¿Dónde? – me pregunto él.
- A casa cariño... esta vez conocerás mi casa... ¿no te gustaría conocer mi cama?.

Inocencia Robada 🔥💦 - Jaeden Lieberher Donde viven las historias. Descúbrelo ahora