Capítulo 3- La Rosa

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Matt se levanta.

Al parecer se levantó más tarde que los demás porque solamente se escuchaban los escándalos del palacio.

-Maldita sea la hora en que me fijé en Oliver. ¿No pude fijarme en un gordo vagabundo que solamente se rasque su culo todo el día?-Matt se pone ropa para ir a desayualmorzar.

Bajó los escalones con pereza, por la mitad se tiró y los bajó rodando. Su cuerpo lo ayudaba, era un rellenito feliz.

Cuando llegó al último escalón se quedó ahí hasta casi quedarse dormido pero alguien choca con él.

-Oh, dios, Perdóname. Espera, ¿Matt?

-¿Amy? -Matt se levanta rápidamente del suelo.- No sabía que estabas aquí.

-De hecho, vivo aquí desde hace 13 años H.

-Qué buena sorpresa.

-Jajajaja, sí.

-Bueno, me tengo que ir. -Matt se dirige al comedor.

-Oye, Matt.

-Dime.

-¿Es cierto que estás enamorado de mi?

-No. -Finalmente se va dejando a Amy con el corazón roto.

En el comedor ve una canasta llena de frutas y unos pasteles y se la lleva. Se acordó que había aprendido a levitar y se fue en el aire con la canasta de comida en el estómago.

Se fue a donde Oliver estaba entrenando.

Cuando llegó Oliver no se había dado cuenta de su presencia.

Agarró una manzana y empezó a morderla.

-Alice, deja de masticar así, recuerda que eres... Espera, Alice está secuestrada. -Oliver se gira rápidamente en guardia.

-Pincesa Matt, diga. -dijo en tono burlón.

-Jajajajaja, Matt, no me asustes así. Espera, ¿puedes volar?

-Eso creo. -toma un pastelito.

-¿Te gustaron?

-¿La canasta era para mí?

-Sí, pero no sabíamos que comías tanto.

-Yo pensaba que solamente usabas el arco. -señala a la espada de Oliver

-Ah, no, también uso la espada.

-Bueno, iré a dormir. Mantente alejado de...

-¿De?

-Mi cuarto. Quiero dormir, y un Matt con sueño es un Matt molesto.

-Ok, te veo en la cena.

Matt se fue a su cuarto. En su camino se encontró al mismo guardia que lo recibió junto a un demonio de pelo negro largo risado. Se elevó lo suficiente para que no lo vieran y escuchó la conversación.

-El Príncipe debe estar muerto, pero hay que deshacernos del demonio ese.

-Escuché que se cortó la mano ayer, que sacó mucha sangre.

-¿Qué tiene eso que ver?

-Los demonios duermen demasiado cuando pierden mucha sangre.

-Entonces en estos momentos debe estar durmiendo.

-Y de vez aprovechamos y lo asesinamos. Así de fácil. -Matt ahoga un grito de corage.- Vamos.

Matt los sigue. Ellos no lo notan. Entran al cuarto de Matt y se sorprendieron porque no estaba ahí. Entonces Matt aprovechó para atacarlos.

A Simple Boy, A True Demon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora