The Forgotten.

Beautiful Darkness

(Esta es la continuacion del recuerdo de Zeke en el primer capitulo)

·Canción: Part 2__Paramore·

...Primero mis padres, mi vecindario entero, tal vez toda mi familia y ahora el padre de Clary. Algo empieza a apretarme el pecho haciéndome gritar de dolor, pero este no es el dolor que me causan los huesos que tal vez tenga rotos, este es otro tipo de dolor: uno mezclado con rabia, desesperación y ganas de venganza.

Todas las esperanzas de encontrar a Clary se van desvaneciendo conforme la lista de víctimas aumenta. Grito con más fuerza a tal punto en el que todo el aire me abandona el cuerpo haciendo que la visión se me empiece a nublar y por más de que intento respirar la oscuridad me lleva una vez más.

                                                    . . .

Recuerdo aquella vez que la oscuridad me tomo en sus brazos por primera vez. Yo solo tenía 6 años y hasta entonces todo en mi se veía normal. El mundo era el de siempre: papa y Daniel charlaban, mama disfrutaba del sol y yo estaba en la piscina, no los culpo por lo que viene a continuación ya que más tarde me di cuenta de que ellos no eran los únicos que en ocasiones no notaban mi presencia.

A la mayoría de niños son sus padres quienes les enseñan a nadar, a diferencia de ellos yo aprendí sola. El agua de la piscina no era tan fría como la indiferencia de los demás, mojaba mi ropa y mi cabello y bajo mis parpados se notaba el calor que irradiaba el sol, estaba tendida boca arriba al mundo como si el agua fuese un colchón y sin llegar a notarlo empecé a hundirme mas… cada vez mas.

Ajenos a mi desaparición al abrir los ojos se podía admirar una familia perfecta: Un padre que hablaba jocosamente con su hijo, un hijo que reía sobre lo que decía su padre, una madre acompañando a su hijo y esposo y finalmente una hija que se ahoga en la piscina a la espera de que alguien lo note, no lo pienso dos veces: se ven mejor sin mí.

La presión en los pulmones y la cabeza debido a la falta de oxigeno no es lo que me ahoga, es el hecho de que existo y nadie lo nota. Finalmente cuando me doy cuenta de que nadie notara mi ausencia dejo salir voluntariamente el poco aire que me queda consiguiendo aquellas burbujas que de niños a todos  siempre nos gustan y al igual que esta vez la visión se me nubla enviándome directamente hacia las sombras.

Es ahí donde se funde el recuerdo, al darme cuenta del deja-vu que estoy viviendo, lo último que supe antes de desmayarme fue que Daniel y yo habíamos encontrado al padre de Clary sin vida, ahora me encuentro en una habitación completamente blanca. Sin saber cuánto tiempo llevo aquí ni donde estoy, trato de ponerme de pie y noto una presión extraña en las muñecas: ¿me tienen atada a una cama?

-¿¡Que demonios?!...

-El paciente debe permanecer en calma, ordenes del Ministerio.

Aquella voz fría y robótica sale de un parlante en la esquina de la habitación, me congela los huesos ¿ordenes del ministerio? ¿Qué es esto?

Un sudor frio me recorre la espalda, me han atrapado, todo lo que recuerdo es que mi hermano y yo escapamos dos veces de los interfectores, ¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Donde está Daniel? Millones y millones de preguntas se acumulan en mi cabeza y sin embargo se que solo hay una realidad: si no salgo de aquí me matarán.

Mis ojos estudian completamente la habitación donde me encuentro, tienen a Am amarrada a una de las patas de la cama, no hay ventanas y la única puerta que hay está situada a 10 metros del suelo en la pared, la única forma de subir son unas escaleras que jamás podre alcanzar.  En casa había escuchado a Daniel hablar sobre las nuevas tecnologías que el ministerio había implementado en sus nuevas prisiones, entre ellas se encontraba la grandiosa puerta que está en esta habitación. Su modus operandi es simple: Consta de un dispositivo de reconocimiento de huellas digitales que permite al oficial en mando tener acceso seguro y total a las escaleras que llevan hasta la salida, así aquellos que no estuvieran registrados en el sistema no podrían acceder a la puerta ya que sin pasar antes por la máquina de reconocimiento al poner un solo pie en un escalón este se hundiría hasta desaparecer.  Fácil y rápido esta técnica le ofrece al Ministerio una especie de tortura psicológica a los prisioneros que pasan por aquella habitación…  La cual es ahora mi habitación.