Sombras.

I - Despedida y ¿advertencia?

-¿Quién soy? -me preguntó un chico tapándome los ojos y poniendo su voz más gruesa de lo normal, para que me cueste descubrir quien era.
-No sé -respondí cortante
-Dale bola, ponele más onda, amargado- me dijo poniendo su voz normal.
-Figlio d'un cane -respondí en voz baja.
-Te escuché.
-Deja de hinchar Tomás, es obvio que sos vos, sos el único que hace estas estupideces
-Uf men, sos súper aburrido cuando querés -me respondió quitándome las manos de la cara.
Tom es algo así como un hermano postizo para mí, lo conocí en el Caj, ya voy a hablar de eso.
Tengo dieciséis años, Tomás diecisiete, y a veces, gracias a esos meses de diferencia en nuestra edad, cree que es superior, aunque no es así.
-¿Pasamos a buscar a Mica?
-No jodas, vive en la loma del... Vive lejos -le respondo poniendo los ojos en blanco-. Además, ahora en un rato vamos a verla en el Caj, así que, aprovechemos el tiempo y hagamos algo interesante, por así decirlo.
Tomás me mira y frunce el ceño, se hace el pensativo y no le sale.
-Na, ni ganas -responde con una sonrisa.
-Stronzo -le respondí con una sonrisa.
-Vieja, hay días que no soporto que digas palabras en italiano o latín
-Ay, perdón -digo riendo y lo empujo-, vayamos yendo al Caj, a alguien nos vamos a encontrar.
Mi amigo asiente y comenzamos a caminar, hablando del último episodio de Dragon Ball Súper, o de algún anime, o serie que hayamos comenzado a ver o que hayamos terminado.
-Yo empeze a leer Bakuman, esta genial -le cuento a Tom, mirándolo-. Cuando termine de leer los mangas, quizás vea el anime, no sé.
-Mira, allá esta Mica -dijo mi amigo señalando a una chica bajita, con campera universitaria rosa con mangas blancas.
-Ves boludo, y vos querías ir a buscarla a la casa.
Sonreí cuando llegué al lado de mi amiga y la abracé por corto tiempo, a la rara no le gustan los abrazos, o sea, es anti cariño cuando quiere.
-Hola opresor -dijo mirándome-, tanto tiempo
-Una semana, ¿no?
-Sip -respondió sonriente.
Mica es mi mejor amiga -al menos yo la considero mi mejor amiga- y es la razón por la que voy al Caj, si ella no me hubiese invitado, no conocería a gente tan maravillosa y rara, a la que quiero tanto.
Les hago un breve resumen de lo que sería el Caj.
El Caj, es un "Centro de Actividades Juveniles", que se divide en dos. Deporte, y arte -yo elegí arte, obviamente-.
Creo que lo demás es lógico, en Deportes, practican distintos deportes, y, en Arte, aprendemos cosas maravillosas, como a usar acuarelas, temperas, escultura, y cosas así.
-Che, machista -me llama Mica mirándome a los ojos- ¿Cuando te mudas?
-Esta noche, o quizás salgamos mañana a la madrugada.
-Oh.
No puedo evitar sonreír, da ternura, su altura sobre todo.
Tiene el pelo lacio, demasiado, ojos verdes y tiene algunas pecas, todo perfecto en una chica, pero, tiene un punto débil, su voz de pito.
-Al final de la clase de me voy a despedir de todos -le digo a mica.
Miro a todos lados buscando a Tomás, pero no lo encuentro.
-¿Vamos adentro? Hace calor acá afuera.
Mi amiga asiente y comenzamos a caminar.

4 horas después

-Chicos, espero que vayan a visitarme, no es muy lejos.
-Cuando pueda ir, voy a ir -me contestó Tom, a lo que Axel, Mica y Mily correspondieron.
-El mes que viene es mi cumpleaños, así que no tengo que esperar mucho -digo sonriendo.
Un auto negro estaciona frente a nosotros.
-Tengo que irme chicos -digo abrazando fuertemente a cada uno-, voy a extrañarlos muchísimo, espero verlos la semana que viene.
-Tene cuidado, siento que no vas a estar solo en tu nueva casa -me susurró Mica al oído mientras me abrazaba.
Acto seguido subí al auto y vi por la ventana a mis amigos, y en el fondo, entre los árboles, distingo a una figura oscura, alta y encorvada. Creo que es producto de mi imaginación, quizás el calor me está afectando o algo.
Cuando mis amigos me saludan con la mano, desvío la mirada de esa "cosa" para saludarlos, y cuando vuelvo a mirar para buscar a aquella figura oscura, ya no estaba.
Lo siguiente que vi fue como mis amigos iban quedándose atrás, mientras que el auto avanzaba.