Como cada mañana pase frente a la plaza central, entre en la cafetería frente a esta, me senté en la mesa junto a la ventana y pedí un café.
No es que escogiera ese lugar para poder admirar el paisaje, sino, porque desde ese ángulo tenía una vista completa de la cocina.
Aún era muy temprano y el lugar estaría completamente vacío de no ser por la pareja sentada dos mesas más adelante, casi frente a la puerta.
-Buenos días Jongin, ¿lo mismo de siempre?
Asentí con mi cabeza, él sirvió mi café, le agradecí y volví a hundirme en mis pensamientos.
Él aun no había llegado, solía aparecer dos horas más tarde, cuando comenzaba su turno; después de todo, era un bar abierto las 24 horas.
Me gustaba llegar antes, ver como entraba por la puerta, colgaba su abrigo y se disponía a preparar los postres. Uno de mis favoritos eran los cupcakes de fresas, suelo pedirlo todos los días después de su llegada, y esta vez no fue la excepción.
Espere pacientemente mientras jugaba con mis dedos y cada cierto tiempo echaba una mirada hacia la cocina.
Allí estaba él, con un delantal blanco, haciendo maravillas con sus manos.
Creando las más maravillosas obras de arte. Era demasiado talentoso para trabajar en una cafetería, pero, después de todo, era una de las más costosa y reconocidas de Seúl.
Seguí mirándolo, embelesado, totalmente perdido en sus manos, su cara, sus ojos, sus labios.
Pensé en las posibilidades que tenía de estar alguna vez con alguien como él. Ninguna. Después de todo, ni siquiera yo mismo me escogería.
Note que estaba tardando demasiado y llame a Minseok para que volviera a tomar mi orden.
Él se acercó con dos bandejas en sus manos, a punto de caerse.
-Lo siento Jongin pero ¿podrías pedírselo al cocinero? Me harías un gran favor. -me levante de mi silla y me sonrió agradecido.
Mis piernas temblaban y no sabía si lograría llegar hasta el mostrador.
-Disculpa
Él levanto su cabeza y me miro desinteresado lo que me provoco una sensación de vacío y angustia en el estómago.
-Minseok me pidió que te diera mi orden
-¿Que necesitas? -espere alguna reaccion amable de su parte, la cual nunca llego.
-Nada, olvídalo
Me di la vuelta dispuesto a irme, pero un grito de su parte me hizo detenerme.
-Lo siento si fui grosero, es solo que no duermo muy bien últimamente y estoy un poco disperso.
-Deberías volver a tu casa a descansar
-No quiero tener problemas en el trabajo, realmente lo necesito.
-Y también necesitas dormir. Joonmyun es un buen jefe, él lo entenderá.
-No quiero arriesgarme
Di la vuelta al mostrador y entre en la oficina del jefe sin siquiera pedir permiso.
Joonmyun sonrió y me miro sorprendido.
-Jongin, que sorpresa, ¿que necesitas?
-Quiero que le des el día libre a tu cocinero
-¿Qué? ¿Saldrás con él?
-No es solo que me preocupa su salud, no se ve bien
-Eso es extraño en ti, Kim Jongin preocupándose por alguien más que el mismo, pensé que no viviría para verlo. Realmente es alguien importante para ti, se nota que lo quieres.
-Deja de hablar tonterías, ¿lo dejaras ir o no?
Asintió con la cabeza y me despedí de él.
Él cocinero se veía preocupado, con miedo. Me acerque a él con una sonrisa y eso pareció tranquilizarlo.
-Vete a casa, tienes el día libre
-Gracias. -Sonrió dispuesto a irse pero se volteo antes de llegar a la puerta.- Casi lo olvido, mi nombre es Kyungsoo, Do Kyungsoo. Un placer conocerte Jongin.
Iba a contestarle pero ya se había ido. Y los más desconcertante de todo esto es que yo nunca le había dicho mi nombre; sin embargo, él ya lo sabía.
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Strawberry Cupcake (Kaisoo)
FanfictionJongin era un corredor de bolsa con una rutina y una vida absolutamente planeada. Kyungsoo es un despreocupado cocinero que trabaja en una cafeteria. La unica manera de que se conocieran era por obra del destino, o casi un milagro. Jongin tenia que...