El cybertroniano más deseado

Parte 15. La tortura del conflicto

Anteriormente, Megatron y Optimus se encontraron íntimamente debajo de un cielo tapizado de resplandores, el Prime quien ahora no tiene dudas de su amor por el decepticon, ha regresado a su base acompañado de Smooky y Magnus; sin embargo, Megatron terminó creyendo que sólo se había burlado de él como una venganza. Con este mal entendido, ellos continúan su guerra a costa de cualquier cosa.

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Megatron llegó a su nave e inmediatamente se dirigió al laboratorio.

-¡Shockwave!-. Lo nombró al entrar.

-Dígame, mi lord-.

-Dime que es en lo que trabajas. Como tu líder he de saber que es lo que haces-.

-Verá, es un proyecto que he desarrollado desde que estuve en Cybertron-. Con apretar un botón, una cápsula con ácido surgió del suelo mostrándo a una gran bestia en reposo, parecía un dragón.

-Eso es un...¿predakon? Son una raza extinta desde los comienzos de Cybertron.

-Así es, pero al haber ocupado tanto tiempo en su resurgimiento, lo he terminado. Estará listo dentro de poco.
Le presento al gran cazador de autobots-. Al contemplarlo, Megatron formó una sonrisa en su rostro pensando los beneficios que le traería tener aquel predakon entre sus filas; acabaría con los autobots de a poco en poco, los sometería hasta que clamaran por piedad mientras los destrozaba, en especial a Ultramagnus. Oh sí...definitivamente, el ver como su spark se apagaba era lo que más deseaba; y lo mejor de todo...podría tener a su merced a Optimus Prime una vez más, pero...¿después qué? ¿Así sería para siempre? Se supone que debería sentirse feliz ante la cantidad de posibilidades. Algo le faltaba. Algo no andaba bien con él.

-Lord Megatron-. Uno de los soldados entró llamando la atención del científico y su líder -El ex comandante Starscream y Airachnid...están de vuelta.

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-Optimus, ¿qué fue lo que sucedió?-. En cuando llegaron a la base, Ultramagnus no esperó a hacerle interrogantes a su líder, claro que alejados de los demás.

-Me temo que eso no puedo contárselos, lo siento-.

-¿Puedo preguntar por qué? ¡No entiendo!-. El comandante clavó su vista en Smooky quien los acompañaba en silencio con la cabeza agachada. -Y tú, ven aquí-. Este obedeció cohibido dando pasos inseguros.  Al estar más cerca, los dos bots más grandes notaron los rastros de lubricante con el que estaba manchado el novato, pues no había tenido oportunidad de limpiarse; supo que cuando sus superiores se dieron cuenta, tembló avergonzado; deseaba desaparecer en ese momento.

-¿Por qué razón estabas...? Para empezar, ¿por qué seguiste a Optimus tan discretamente? ¿Cuáles eran tus intenciones?-. Smooky no supo responder a la pregunta del que portaba las hombreras; se quedó callado apretando sus manos. Al captar la incomodidad del chico por su embarazosa situación, Optimus intervino.

-Smookescreen, puedes retirarte. Arreglaremos esto luego-. Magnus miró a su líder inconforme, el novato obedeció yéndose sin poder mirar a su líder directamente. Al estar solos, continuaron su conversación.

-Optimus, desde hace días has estado extraño, justo después de los encuentros que hemos tenido con Megatron, todos se han dado cuenta de eso. Nos has ocultado cosas y preferido distanciarse más de lo normal. Me atrevo a pensar que usted...no quiere hacerle daño a Megatron-. Hubo un silencio incómodo después del argumento del comandante, Optimus analizó sus palabras antes de suspirar y darle la espalda.

-...Tienes razón; aunque no lo creas, también me he cuestionado mucho últimamente. Por alguna razón, esta vez me ha costado más que nunca mantener mis emociones al margen. En un principio, decidí pelear en esta guerra con la creencia de un cambio para bien, un cambio que tal vez está muy lejos de ocurrir. -Dio media vuelta encarando a Magnus -Pero puedo asegurarte que sin importar lo que pase, no permitiré que Megatron y sus decepticons a mi equipo, a ninguno de ustedes; usaré todo mi poder para vencer a nuestro enemigo, destruirlo si es necesario, para que por fin reine la paz en este universo. Te lo juro-. Después de esas palabras dichas con firmeza, se retiró dejando al comandante solo.