Parte 22. Hacia la boca del lobo

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Después de descubrir la verdad de Primus y Unicron, Optimus resucita con un nuevo cuerpo y sale volando en busca de Megatron por una última batalla.

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-¡Habla de una vez explorador! ¿Dónde está tu líder?- Starscream volvió a arañar violentamente el pecho de Bee marcando su carrocería con sus puntiagudos dedos escuchándole quejarse del dolor; y esto ante la presencia de Megatron quien con sus manos entrelazadas en la espalda se mantenía expectante de la tortura del pequeño mech colgado de ambos brazos sin que sus pies pudiesen alcanzar el piso.

-¡Ya te dije que no lo sé, Starscream! ¡Y aunque lo supiera no te lo diría!-. Vociferó soportando sus heridas y amenazando a su agresor con la mirada.

Su cuerpo se tambaleó en el aire cuando el decepticon volvió a golpearlo en el estómago haciéndolo toser secamente.

-Lord Megatron, parece que la resistencia de este autobot es más grande que su tamaño-. Esbozó irritado.

-A menos...que probemos otros métodos-. Bee observó preocupado esa cara malévola que se le formaba a Megatron con su comentario.

-Starscream, llama a Predaking-. Ante la orden, su subordinado asintió afirmativamente disimulando el pensamiento de que le desagradaba la idea ¿Qué tal si iba a su puerta y se lo comía vivo? O peor...

-¡Muévete!-

-¡Sí amo!- Salió velozmente del cuarto de tortura en busca del predacon; al suponer que se encontraba en su aposento, fue directamente al pasillo y tocó la puerta nervioso un par de veces.

Mientras, dentro de esta, estaba Ultramagnus en el suelo pegado de espaldas contra la pared aún con sus manos apresadas en las gruesas esposas en lo que su válvula era duramente penetrada por Predaking quien sostenía firmemente sus muslos manteniendo las piernas del bot separadas para tener un acceso perfecto a su puerto; todo esto sin dejar de besarlo con hambre intercambiando saliva.

-¿Predaking?-. Al escuchar la voz del decepticon al otro lado de la puerta, Ultramagnus se alarmó volteándo su rostro de golpe; Predaking frunció su expresión y le tapó la boca al comandante, esto para que su voz no fuera escuchada cuando aplicó más fuerza a sus penetraciones que procuraba no fuesen tan ruidosas; los gemidos y quejas de Magnus se ahogaban bajo la mano del predacon.

-¿Qué quieres? Estoy ocupado-. Preguntó aclarando su voz ronca de placer sin dejar su labor.

-Emm...lord Megatron te ha llamado. Parece que te necesita para algo importante-. Le contestó aclarando su tono de voz para no sonar intimidado.

-Hah, dile que iré en un momento, así que ya vete-.

-O...okey-. Escucharon los pasos de Starscream alejarse hasta que ya no percibieron su presencia.

-Maldición, me ha quitado la concentración-. Predaking liberó la boca del autobot permitiéndole jadear; retiró su cable semi-caído de aquella válvula estremeciéndola y lo acomodó entre sus placas poniéndose de pie dejando al comandante en el suelo recuperándose.

-Agh...tú...-

-Quédate aquí y bajo ningún motivo salgas. No podrás escapar sin importar lo que trates de hacer-. Predaking caminó a la salida echándole un último vistazo a su bot antes de cerrar la habitación bajo código de seguridad.

-Disculpe la tardanza, amo. Ya estoy aquí-. Predaking se presentó en el cuarto donde colgaban del techo los dos autobots prisioneros y Megatron los contemplaba, este se volteó a verlo y el predacon le hizo una leve reverencia.

El cybertroniano más deseadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora