El cybertroniano más deseado

Parte 18. La voluntad de la spark

¿Quién es el individuo al que escucha Megatron en su cabeza? (es más que obvio para todos :v) ¿Esa voz logrará cumplir su cometido a través del líder decepticon? Una existencia aún más oscura y vil habita en la Tierra desde las sombras.

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-Destruye al Prime, Megatron-.

-¡¿Quién eres?! ¡¿Dónde estás?!-. Su mirada confusa buscó en cada rincón de su estancia sin encontrar a nadie.

-Estoy justo aquí-. Un abominable dolor se apoderó de la cabeza de Megatron haciendo que este se la sujetara con fuerza; era tan insoportable que cayó de rodillas lanzando un alarido.

-¡AGH! ¡Muéstrate cobarde!-. El color rojo de los ópticos del decepticon fue remplazando por un púrpura oscuro llameante

-¡Muéstrate!-. Cerró sus ópticos con fuerza quedando en plena oscuridad, pero con una presencia radical muy cerca suyo. Una figura colosal se hallaba parada justo frente a él haciéndolo parecer un insecto en comparación, con un aura oscura morada que irradiaba un poder abrumador y una mirada severa de superioridad absoluta.

-Unicron-. Pronunció casi pasmado.

-Así es. Yo soy el mismísimo dios del caos, la representación de la oscuridad en persona, la encarnación del poder y amo del universo-. Su habla resonaba en todo el entorno de la nada donde se encontraban.

-¿Qué estás haciendo en mi mente?-.

-Insolente; ya que posees un fragmento de energon oscuro en tu pecho te has conectado a mí, y yo he decidido darte un buen uso como el gusano que eres ya que carezco de un cuerpo físico-.

-¡Lord Megatron no sirve a nadie! Soy el señor de la guerra y líder de los decepticons; no caeré tan bajo como para dejarme controlar por alguien aunque se trate del mismísimo Unicron-.

-¡Pagarás por hablar con tal descaro!-. Una descarga violenta recorrió a Megatron lastimando cada rincón de su armazón.

-¡Una existencia tan insignificante como la tuya no debería siquiera atreverse a cuestionar a un ser tan superior! ¡No tienes más elección que hacer lo que yo ordene!-. Detuvo su ataque ejercido sobre Megatron y este se sostuvo en una rodilla jadeando para recuperarse.

-Si quieres que perdone tu miserable spark, asesinarás al discípulo de Primus-. Megatron levantó la vista todavía un poco aturdido ocultando su desagrado por esa mención.

-¿Cómo...sabes de Optimus Prime?-.

-He estado observando desde lo más profundo de este planeta, desde sus mismas entrañas...y debo decir que eres tan patético que no has acabado con su spark cuando has tenido una oportunidades más que perfectas. Me he cansado de esperar, por eso decidí hacerlo yo mismo-.

-¡No! ¡No dejaré a nadie acabar con él más que yo! ¡Es mío!-. Se mintió a sí mismo al dar a entender que deseaba acabar con él, pero la verdad era más que evidente.

-¡Será tu última oportunidad! ¡Si no lo haces tú, lo haré yo de la forma más atroz y mórbida que se alcance a imaginar! Le daré una muerte lenta despedazándolo parte por parte haciendo que sus agónicos gritos lleguen a Cybertron y te arrojaré su cabeza mostrándote lo fácil que me ha resultado ponerle un fin a su vida-. No bromeaba, él jamás hablaría en vano. Por primera vez, a Megatron lo envolvió una emoción jamás sentida en todo su lapso de vida que lo dejó paralizado: miedo. Sí, el temido líder decepticon tenía miedo. No le asustaba Unicron, sino su declaración; le aterraba imaginar a aquel tirano dios cumpliendo su palabra; una y mil cosas atravesaron su mente y spark con todos esos pensamientos, pero supo disimular frente al señor del caos.