Parte 24. Lo que amenaza a la felicidad

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Los autobots han ganado y los Cons se han ido; sin embargo las bajas son un resultado inevitable de la guerra para ambos bandos.
Optimus presencia como Unicron se ha ido y Megatron con él, no sólo ellos sino Bumblebee también. Con esa sensación de pérdida el resultado no puede ser considerado del todo una victoria.

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La nave decepticon, ahora a la merced de los autobots, se hallaba en total silencio en el espacio. Optimus permaneció inerte con la mirada perdida en un punto ciego del planeta azul donde el cadáver de Megatron desapareció al alejarse.

Nadie sabia que decir, ninguno se movió lamentando en silencio la pérdida del explorador, hasta que escucharon una voz cuya tonalidad era reconocible aunque lejana después de tanto tiempo.

-¿Chicos?-. Todos incluyendo al Prime se asomaron perplejos al pozo de cybermateria; ahí, de entre ese líquido brillante surgía a la superficie en mech amarillo con el agujero de su pecho auto reparándose hasta quedar ileso.

-¡Bumblebee!- Todos acudieron a él rodeándolo aliviados, a excepción de Optimus quien lo siguió viendo desde lejos sin poder creerlo.

-Bumblebee...recuperaste tu módulo de voz-. Tanto Ratchet como los demás estaban impresionados por ello.

-¿Mi voz? ¿De que están...? ¡Mi voz!-. Bee apartó la placa protectora de su boca dejando ver su cavidad con diminutos labios. 

-¡Ratchet!- El explorador se lanzó emocionado a abrazar a su amigo que en el pasado trató de reparar su módulo dejándolo casi perfecto; y ahora con la ayuda de ese pozo se había restaurado su tono original. -¡Recuperé mi módulo! ¡Tengo mi voz otra vez!

-Sí, ya lo notamos-. Le contestó feliz por él. Optimus decidió acercarse, Bee lo miró, el mech más grande puso una mano sobre su cabeza acariciándola.

-Nos alegra que estés bien, Bumblebee-. El explorador miró sus ópticos; escondían algo, estaban opacados de tristeza, la afligida sonrisa que mostraba era casi forzada.

-Todos, ahora que hemos ganado esta batalla tenemos la oportunidad de ir hasta nuestro hogar.

Ulltramagnus, fija las coordenadas rumbo a Cybertron; Ratchet, atiende las heridas de Wheeljack; Arcee, contacta a la Tierra y encárgate de decirle al agente Fauler nuestra retirada, que se despida de los niños también-. Eso fue lo único que dijo antes de darse la vuelta e ir al puente dejando a todos un poco desorientados. Estaban felices de los resultados, pero su líder parecía lamentarse en algo que no pudieron deducir.

Sin más, se dispersaron para realizar sus deberes en lo que Prime quedó en el puente contemplando el infinito espacio profundo y gélido.

-----------En uno de los laboratorios------------

Wheeljack estaba sentado en una camilla de metal y atrás de él Ratchet delineaba sus heridas en la espalda sellando las fugas causadas por la explosión con una de sus herramientas.

-Deja de moverte.

-Lo siento, hace cosquillas-. El wrecker rió un poco; luego hubo un momento de silencio que fue roto por Ratch.

-...Sabes que lo que hiciste fue muy estúpido, ¿verdad?

-Tal vez...pero no me importa morir si con eso puedo salvar al mech que amo-. Ratchet dio un sobresalto haciendo que torpemente se le resbalara el utensilio de su mano.

-¡N-no digas esas cosas! Pudiste haber muerto o perder alguna extremidad-. El doctor se sonrojó fingiendo estar molesto; antes de agacharse a recoger su herramienta, Wheeljack giró sobre la camilla quedando sentado de frente con el doctor atrapando su cintura en con un abrazo. 

El cybertroniano más deseadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora