¡Vendida! |Harry Styles|

Capitulo 4:

-Espero te guste.- susurró en mi oído, y besó en mi cuello, yo solo me alejé un poco, y el rió por lo bajo.-Anda, vamos arriba, ya es noche.- dijo subiendo caminando hacia las escaleras, y por alguna razón, lo seguí. Entramos a una habitación, y el fue directo al baño. 

–Recuéstate en la cama.- me dijo. Yo solo lo vi mal, y rio. –Para desinfectar tu raspón.- dijo sacando alcohol de un cajón.- Y si quieres para algo más..- dijo en un susurro, que el pensaba que solo era audible para el.

Me recosté en la cama, y miré el raspón, no era tan grave, pero ardía si me movía mucho. Harry se acercó con algodón y alcohol, y se sentó en el costado de la cama. Puso alcohol en el algodón, y lo pasó, por la herida, yo solo mordía mi labio inferior, para no gritar por el ardor. 

-Creo que ya esta.- dijo sonriendo. No lo había visto bien, ya que la verdad no me importaba mucho. Tenía ojos verdes, muy lindos, rulos, y una gran sonrisa. -¿Sabes? Siento que estoy hablando solo.- dijo después de un suspiro y una corta risa. Yo solo sonreí levemente. –Te.. traeré algo para que puedas dormir. – dijo más serio. Parecía bipolar.

Salió de la habitación, y a los pocos minutos volvió con una camisa suya, supongo para mi.

-Ten.- dijo entregándome la camisa. – Es todo lo que tengo, mañana podemos ir a que compras algo de ropa, solo tienes ese vestido.- yo solo asentí. 

Harry se sentó del otro lado de la cama, dándome la espalda, aproveché para quitarme el vestido, y ponerme su camisa, que me quedaba demasiado grande.

Harry suspiró, y comenzó a quitarse la ropa, quedando solo en bóxers. Movió las sabanas, y se metió debajo de ellas. Me hizo una señal para que me acostara junto a el, yo solo me quedé inmóvil un momento, y después me cubrí con las sabanas. 

Me acosté dándole la espalda, no más lejos posible de el, pero no sirvió de mucho, por que envolvió mi cintura con su brazo, y me atrajo hacia el. 

-Buenas noches, ____- susurró en mi odio, y dio un ligero beso en este, mientras me apegaba más a su cuerpo, que por cierto, estaba semi-desnudo .

De inmediato se quedó dormido, abrazándome, yo tardé en conciliar el sueño, seguía asustada, pero lo logré. 

Desperté por el sonido del agua del baño correr, abrí ligeramente los ojos, Harry no estaba en la cama, se estaba duchando. Me puse de pie, y fui hacia la ventana, para ver si reconocía algo, no lo hice. 

Ahora estaba segura, muy segura, de que estaba lejos de casa.
Pensar que no volvería a ver a nadie de los que quería, y quién sabe cuales eran las intensiones de Harry, me puso triste, ya que era mi realidad. Varias lágrimas corrían por mis mejillas. De pronto escuché la puerta del baño abrirse. 

-Pensé que seguías dormida.- Dijo Harry acomodándose la toalla que envolvía su cintura. -¿Por qué lloras?- preguntó acercándose a mi.

-Por que estoy tan feliz de estar aquí contigo.- dije con sarcasmo sin siquiera voltear a verlo.

-Se nota.- susurró en mi oído, y después soltó una de sus pequeñas risitas.- Ponte tu vestido, tenemos que ir a comprarte ropa.- dijo alejándose para sacar ropa del armario, y cambiarse.

Seguí viendo hacia la ventana mientras Harry se vestía, en realidad no me interesaba verlo vestirse. 

-Listo.- dijo colocándose un gorro. –Solo… tienes que prometerme algo.- dijo caminando hacía mi. -¿Sí?- preguntó ya frente a mi.

-Depende.- dije seria, intentando alejar mi mirada de la suya.

-Que no vas a correr, a decirle a alguien que pagué por ti.- no contesté. -_____.- dijo tomando mi rostro entre sus manos.- Prometelo.

-¿Por qué tendría que hacerlo?- dije quitando sus manos de mi rostro. 

-Porque… si no lo haces, no iremos, y ese vestido será toda la ropa que tendrás.- dijo riendo.

Lo analicé un momento, tenía que aceptar.

-Esta bien.- dije después de un suspiro.

-Así me gusta.- dijo revolviendo ligeramente mi cabello, yo solo me alejé e intenté arreglarlo, el volvió a reír, su risa era contagiosa.

Salimos de la casa, y Harry me tomó del brazo para evitar que intentara escapar, igual que la última vez. 

Subimos al auto, y este arrancó. Llevábamos 15 minutos aproximadamente, y no estábamos cerca de ningún centro comercial.-

-¿En.. dónde estamos?- pregunté viendo por la ventana. 

-Casi saliendo de Los Ángeles.- dijo sin despegar la vista del camino.

-¿Los Ángeles?!- pregunté anonada. –Yo soy.. de (Tu país.)

-Vaya.. si que te trajeron lejos, ¿eh?- dijo riendo. ¿No podía decir nada sin reír?

Seguimos andando otros 10 minutos, nadie dijo nada, solo me volteaba a ver por el rabillo del ojo, y sonreía, cosa que yo no hacia. 

-Llegamos.- dijo aparcando el auto en el estacionamiento del centro comercial. Bajó del auto, y lo rodeó para abrirme la puerta.

-Gracias..- dije bajando del auto, en cuánto bajé, Harry me tomó la mano. -¿Qué haces?- dije confundida.

-No quiero que intentes escaparte.- dijo apretando ligeramente mi mano.

-No lo haré.- dije caminando hacia la entrada, con el tomando mi mano.

-No sé por que, no me convences.- dijo viendo hacia mi raspón, rodeé los ojos, y el rió.- Solo tomo tu mano, no te mueres.

Entramos al centro comercial, lleno de tiendas, no sabía ni por dónde empezar, necesitaba de todo.

-¿Qué te parece si empiezas ahí?- dijo señalando una tienda de ropa interior, pijamas, etc. 

-Sucio.- 

-Yo solo decía.. ¿o que no necesitas nada de ahí?- no contesté. –Anda, vamos.- dijo jalando mi mano para caminar hacia esa tienda. 

-Entraré sola. – dije frente a la tienda.

-No.. podrías decirle a alguna de las empleadas que llamen a seguridad y me lleven.-

-No se me había ocurrido..- dije pensativa. El solo alzó una ceja. 

-No entrarás sola, y punto.- Suspiré y entré a la tienda.- De todas maneras, no es nada que no vaya a ver..- dijo en un susurro.

-¿Qué dijiste?- pregunté alejándome de el.

-Ya me oíste.- dijo riendo, solo hice una cara de asco, y seguí viendo las cosas de la tienda.

Era incomodo ver las cosas de esa tienda con Harry, ya que solo hacía comentarios depravados, y sus miradas decían lo mismo. 

-Compra ese de allá.- dijo señalando con la mirada un conjunto de ropa interior negro en un maniquí.

-Das asco.- dije, y solo me guiñó un ojo.

Seguí viendo y comprando cosas en esa tienda, soportando los comentarios y miradas de Harry, hasta que por fin salimos. Entramos a las demás tiendas del centro comercial, Harry no hacía comentarios sobre lo que compraba, solo me dedicaba sonrisas cuándo lo volteaba a ver, y pagaba todo lo que compraba, sin quejarse.

-Te voy a dejar pobre.- dije sentándome en una banca junto a Harry dejando todas las bolsas en el suelo.

-Por eso no te preocupes.- dijo sonriendo. –Dinero sobra.- 

-¿De qué trabajas?-

-Soy dueño de algunas empresas.

¿Por qué le hablaba con él como si lo conociera de siempre? ¿Cómo si no me hubiera comprado en una subasta, en la que fui secuestrada? ¿Por qué no corría de el, y le gritaba a alguien para que me ayudara? ¿Cómo si no supiera lo que tarde o temprano haría conmigo? No lo sé. Había algo en el que me hacía sentir, en confianza, como si estuviera con algún amigo, aunque sabía que el no quería solo amistad. 

-Ah..- fue lo único que conteste.

-Y bien… Cuéntame algo de ti.- dijo sonriendo.

-¿Qué quieres saber?

-Todo.- dijo aún con esa sonrisa tan linda. ¿en qué pensaba?

-Pues.. Me llamo ____ Gray.. tengo 20 años, vivía- dije remarcando vivía, el solo rió.- Con mi madre, y mi hermano, Andy, estaba a punto de terminar la universidad, para ser nutrióloga, soy de (tú país).. y creo que es todo.-

-¿Tenías novio, o algo?- preguntó curioso. Tardé un poco en contestar.

-Pues.. había un chico, Bryan, estábamos empezando a salir.. pero nada serio..- en cuanto dije eso, pude notar cómo se puso algo serio.

-Ah.- fue lo único que respondió. ¿Estaba.. celoso?- ¿Nos vamos?

-Sí.. supongo.- dije poniéndome de pie, igual que el.

En el camino Harry tarareaba las canciones que pasaban por el radio, y me sonreía, me trataba como si me hubiera conocido de manera normal, y no en una subasta, y eso me gustaba. 

Llegamos a “casa” y Harry bajó la mayoría de las bolsas, las subimos a “nuestra habitación”, y bajamos para comer algo.

Harry preparó quesadillas, y té helado, algo sencillo, Harry era simpático, esperaba pasarla bien con el, a pesar de que estuviera algo loco, como para comprarme en una subasta.

-Bien.. vamos arriba.- dijo dejando los trastos en el lava trastos.

-Esta bien…- dije dudosa, subiendo a la habitación.

Comencé a sacar la ropa que compré de las bolsas, para doblarla y cuando Harry llegara, decirme dónde guardarla. Seguí doblando la ropa, y la puse sobre el tocador, cuando siento unas manos en mi cintura, que me hacen sobresaltar. 

-Bu.- susurró Harry en mi oído.

-Me asustaste.- dije sin prestarle mucha atención.

-Esa era la idea.- dijo besándo mi cuello, yo me estremecí, Harry comenzó a bajar poco a poco el cierre de mi vestido.

-¿Qué haces? –pregunté alejándome de el, pero no sirvió de mucha, ya que de nuevo me atrajo hacia el.

-No creas que te compre para tenerte de adorno linda.- dijo sobre mi oído.