Ese fue de los últimos momentos en “familia” que vivimos Harry, Jake, y yo. Harry seguía amando a Jake igual o más cada día, y a mi me comenzó a hacer a un lado. Dejó de hacer cosas conmigo, de besarme, y hasta abrasarme. Comenzamos a ser la “típica familia”; La madre cuida del hijo todo el día, el padre se la pasa trabajando, llega, juega con su hijo cuando llega, cenan, nadie menciona nada, y se va a dormir, sin decir nada. Bueno así era ahora nuestra “familia.” Lo peor, es que yo seguía amando a Harry, y no sabía si el me seguía amando a mi. Habían pasado ya 3 años y medio, Jake empezaría su primer año en el kínder, yo ya no tendría nada que hacer en todo el día, Jake era todo lo que tenía ahora. Yo ya había cumplido 24 años, Jake iba a cumplir 4, y Harry 26.
-¡Mamá!- gritó Jake corriendo con sus pequeños pasos hacia mi. -¡Papí me llevará al kínder!- dijo emocionado, saltando a mis brazos.
-Vámonos Jake.- dijo Harry bajando las escaleras con una pequeña mochila azul para Jake. Me sonrió levemente, y le hizo una seña a Jake con las manos, para que lo siguiera. –Vámonos hijo.- le dijo mientras tomaba su mano, seguía encantándome cuando le decía “hijo”.
Jake agitó su mano, despidiéndose de mi, sonreí, e imité su movimiento. Harry cerró la puerta detrás de ellos, y a los pocos segundos escuché el auto encenderse, y alejarse. El silencio se apoderó de la casa. Carmen, la encargada del aseo había renunciado, ya que no estaba en condiciones para hacer el aseo diariamente en la casa, ya era algo mayor, así que ahora yo me encargaba de eso por el momento, Harry dijo que contrataría a alguien más joven para que se encargara de la limpieza.
Varios minutos después, escuché de nuevo el auto de Harry, que había vuelto de dejar a Jake. Escuché la puerta del auto cerrarse, y sus pasos acercarse hacia la puerta. Abrió la puerta principal, y entró, yo estaba en la cocina, preparando el desayuno para Harry.
-Gracias.- dijo mientras tomaba de la taza de café que estaba en la mesa. –Jake sale a las 12:30.- dijo mientras tomaba una tostada y le ponía mermelada.
-¿Tú pasarás por el, cierto?- pregunté rentándome del otro lado de la mesa.
-Sí, pero no lo haré todo el tiempo. Contrataré autobús escolar.- No dije nada, solo tomé de mi café en silencio. – Bien, me voy.- dijo poniéndose de pie sonriendo. –Adiós linda, dijo dando una palmadita en mi hombro, para salir.
Terminé mi café, limpieza cocina, y las habitaciones. No tenía nada que hacer, ya no estaba Jake en casa, y Harry se había ido a trabajar. Recordé lo que hacia antes de que Jake naciera, mi “divertido” entretenimiento. Me senté en el sofá, y encendí el televisor, y me quedé a ver películas. Me estaba quedando dormida, cuando escuché los pasitos de Jake en la puerta. Harry abrió la puerta, y hablaba por teléfono, Jake corrió hacia mi, cargando su pequeña mochila azul.
-¡Mami!- gritó mientras corría a abrazarme. -¡Te extrañe!- dijo abrazandome.
-Yo a ti, bebé.- le dije respondiendo el abrazo.
-¡Ya tengo amigos!- dijo sonriendo.
-Que bueno Jake.- dije agitando su castaño cabello, que caía por su frente, y cubría gran parte de su cuello. Subió a su habitación, y escuché como sacaba los juguetes de su lugar.
-Bueno, yo me voy.- dijo Harry sonriendo, antes de salir.
¿Ya no sentía nada por mi? Y si lo hacía, en estos 3 años no lo demostraba. No me demostraba odio, ni rencor, pero tampoco amor.Me quedé sola con Jake lo que quedaba de la tarde, cuidándolo, y escuchando lo que me contaba sobre su primer día de clases, aunque muchas palabras no las lograba entender. Duramos jugando todo el día, ya eran las 9 de la noche, y seguía jugando. Estaba sentada en la alfombra junto con Jake, mientras él jugaba con varios carritos de juguete.
–Ten mami, tu este.- dijo con dificultad igual que siempre, ya que todavía no hablaba del todo bien. Jugué con Jake una hora, hasta que se cansó, y se quedó dormido. Lo cargué hasta su ahora cama, y lo recosté. Se veía tan adorable con su cabello revuelto, y recostado. Interrumpieron mis pensamientos, cuando la puerta de abajo se abrió.
-¡Llegué!.- gritó Harry, en los 3 años no había perdido esa costumbre.
-Shhh.- grité desde la habitación de Jake. Escuché los pasos de Harry hacia la habitación.
-¿Está dormido?- preguntó abriendo ligeramente la puerta, yo solo asentí.- Rayos, quería jugar con el.- dijo antes de salir de la habitación. Cubrí a Jake con las sábanas, y apagué la luz de su habitación, para ir a dormir a la nuestra.
Entré, y Harry estaba ya en bóxers, igual que siempre. Sonrío y se cubrió con las sábanas. Tomé mi pijama, y entré al baño a cambiarme. Salí, y Harry veía la televisión. Me cubrí con las mantas igual y apagó el televisor.
-Buenas noches.- dijo de una manera relajada, dándome la espalda. Me quedé viendo su desnuda espalda un momento, y después cerré los ojos.
-Buenas noches.- fue lo único que dije en un susurro. Apagué la luz de la mesa de noche, y caí en un profundo sueño.
Desperté por la alarme de un pequeño despertador que Harry había comprado. Me levanté con pocas energías, y caminé hacia la habitación de Jake.
-Jake, arriba bebé.- dijo moviéndolo ligeramente, mientras el abría sus ojos. –Arriba.- dije mientras sacaba ropa de su armario. Se quejó, y se volvió a quedar dormido. –Jake, tienes que ir a la escuela.- le dije sentándome junto a él.
-Si mami.- dijo sentándose poco a poco en la cama, aún con sueño.
Le di un baño, aunque el no quería, y estaba algo enojado por eso.
-Jake, ve y despierta a tu papa.- le ordené mientras le preparaba algo para que comiera en el kínder.
-Sí mami.- dijo bajándose de la silla, haciendo ruidos extraños mientras subía las escaleras. Al poco tiempo, Harry bajó con Jake en brazos, sacudiendo el largo cabello de Jake, con la pijama puesta, solo con una chamarra sobre ella.
-Hoy pasa por él el autobús, estará aquí a las 12:40 en punto.- dijo in mirarme, jugando con Jake.
-Está bien.- dije sin mirarlo igual. Jake se despidió de mi, y salió de la casa. Al poco tiempo volvió, y desayunó, igual que siempre.
Jake volvió a las 21:40, como Harry había dicho. Y así siguió, y siguió, una semana. La misma rutina, por una semana.
-Mamá, te quiero.- dijo Jake dándome un abrazo, mientras yo recogía sus juguetes.
-Y yo a ti.- dije alzándolo, y dándole un beso en la mejilla. Se escuchó la puerta principal abrirse, y bajé a Jake.
-¡Papi!- gritó saliendo del cuarto, corriendo con pequeños pasos.
-¡Jake!- dijo Harry con felicidad, en el último escalón de las escaleras, alzando a Jake. Harry se dirigió hacia la habitación de Jake, donde yo estaba sentada en la cama, viendo la televisión. -____, la madre de un amigo de Jake quiere invitarlo a comer mañana.
-¡Carlos, papi!- gritó Jake aún sobre los brazos de Harry.
-Sí Jake, sí.- dijo sonriéndole. -¿Lo dejas ir? Por mi no hay problema.
-Por mi tampoco.- dije sin despegar la mirada de la televisión.
-¡Sí!- gritó Jake emocionado, bajándose de los brazos de Harry. –Papi, mami, ¿vamos a cenar los tres?- dijo aún con una pequeña dificultad para decir las palabras.- Vamos mami.- dijo tomando mi mano con la suya, para que bajara junto con el y con Harry.-Está bien.- dije sonriendo, poniéndome de pie. Hace mucho no cenábamos los 3 juntos. Harry tomó a Jake en sus brazos, y bajamos hacia la cocina.
Preparé spaguetti, mientras Jake y Harry estaban sentados en el comedor, jugando. Les serví los platos con spaguetti, a Jake con una porción más pequeña, y serví uno para mi. Me senté, y comí en silencio. Jake tenía un spaguetti colgando de su boca, el solo reía, y movía su cabeza para que este se tambaleara. Harry hizo lo mismo, haciendo a Jake reír, después succionó el spaguetti, haciendo a Jake reír más, y a mi esbozar una sonrisa. Terminamos de cenar, Harry y Jake habían jugado todo el tiempo, pero no me molestó.
Llevé a Jake a dormir, y Harry insistió en quedarse con el hasta que se quedara dormido. Me cubrí con las sábanas, y apagué la luz, a los pocos minutos, Harry entró a la habitación. Se quitó la ropa, quedando en bóxers, y se cubrió con las sábanas.
-Buenas noches.- dijo en un susurro.
-Buenas noches.
Desperté, y Harry no estaba en la cama. Escuché ruidos en la habitación de Jake, supuse que estaba ahí. Salí de la cama, y entré a la habitación de Jake. Harry estaba sentado en la cama de Jake, poniéndole sus pequeños zapatos.
-¡Mami!- gritó Jake al verme, Harry me miró, sonrió, y siguió poniéndole su zapato.
-Era algo tarde, y no te quería despertar.- dijo Harry después de haber terminado de arreglar a Jake.
-Gracias.- dije sonriendo. –Iré a darle de desayunar.- dije señalando hacia dónde Jake había corrido, Harry solo asintió.
Bajé, y Jake ya me esperaba en la cocina. Le serví un tazón de cereal, y leche. Terminó su cereal, y le gritó a Harry para que bajara.
-¡Papi! Vamonos.- dijo desde debajo de la escalera.
-¡Ya voy!- gritó Harry desde la habitación. Bajó las escaleras, y Jake corrió hacia mi.
-¡Adiós mami!- me dijo abrazando mis piernas.
-Yo pasaré por el a casa de su amigo.- dijo Harry sonriendo. –Adiós.- dijo antes de salir.
Estuve sola todo el día, Harry volvió a desayunar y se fue igual que siempre, pero el resto del día, estuve sola.
A las 8:30, llegó Harry, con Jake.
-¡Mama!- grito Jake desde la entrada.
-Hola.- le dije sonriendo, mientras preparaba Waffles para la cena.
-Hola.- dijo Harry sonriendo entrando a la cocina.-
¿Qué hay para cenar?- preguntó sentándose en el sofá, seguido de Jake.
-Waffles.- dije desde la cocina.
-Genial.- dijo Harry desde el sofá.
-Papi- dijo Jake cuando yo entraba a la sala, para llamarlos a que cenaran. –Los papas de Carlos cuando se ven, se dan un besito.- dijo llevando sus manos a sus mejillas. -¿Por qué ustedes no?- preguntó ladeando la cabeza.
-Pues, no lo sé.- dijo Harry alzando los hombros, mirándome.
-Dale un besito a mami.- dijo Jake saltando sobre el sofá, Harry solo lo miró sorprendido por lo que pedía.
–Dale un besito.- repitió. Harry se puso de pie, algo confundido, y besó mi mejilla.
<Ni siquiera de esos besos me había dado en mucho tiempo> pensé.
-¡Así no!- dijo Jake moviendo sus manos. -¡En la boca!- dijo llevando sus manos a las mejillas de nuevo. Harry me tomó del mentón, y me besó.
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¡Vendida! |Harry Styles|
Roman d'amourCuando una joven muchacha comete el error de estar en el lugar equivocado al momento equivocado, deberá soportar las consecuencias que esto conlleva mientras que su vida da un giro de 180°. Pasen a descubrir lo sucedido a esta chica luego de ser...