20

104K 5.9K 704
                                    

Quiero editar la historia porque tiene unas cuántas faltas pero no quiero perder mucho tiempo leyendo porque tengo otras historias que actualizar así que les agradecería que cuando encuentren una falta o incoherencia la comenten en el párrafo que está. Se me haría mucho más fácil porque sus comentarios me aparecen en las notificaciones y así voy directamente a donde está la falta y la corrijo

Gracias 😘

***

Los días pasaban rápido, las semanas se iban sin darse cuenta y así pasaron los meses, hasta llegar a los seis del embarazo de Lía. Seis meses de embarazo era mucho, pero embarazada de trillizos era el triple de todo. Antojos, cambios de humor, sensibilidad, esas extrañas ganas de romperle la cabeza a alguien, y por supuesto el deseo sexual incontrolable que sentía pero que daba gracias que sus hombres podían satisfacer. Y ellos estaban más que felices de satisfacerla, todas las benditas noches ella los necesitaba y cuando ellos decidían darle unos días libres para descansar un poco, era ella quien los buscaba y lograba calentarlos a tal punto de no poderse controlar. Su chica, su mujer, su Lía estaba completamente incontrolable, era casi, casi insaciable, si no fueran tres para hacerle el amor y follarla seguro que no lo lograrían, uno solo con todas esas noches de acción descomunal habría muerto por agotamiento sexual

Matt despertó relajado a pesar de la maratón de sexo que tuvieron por la noche, ella siempre lograba descomprimirlos, relajarlos en cuanto la tocaban. Miró a su lado a la preciosa mujer con unos kilos más que hace unos meses sobre todo en la panza, había crecido muchísimo, les asustaba que Lía al ser tan pequeña se hiciera daño al tener tres bebés pero el médico les dijo que no había de que preocuparse, que como cualquier otro embarazo debía cuidarse, no hacer esfuerzos ni caminar demasiado porque se cansaría mucho y eso no era bueno. Claro que Lía entendió lo de no hacer esfuerzos como no levantar cosas pesadas o salir a correr, porque el sexo cada vez era más intenso. Sonrió mirándola desnuda entre ellos, sus pechos eran una maravilla y ni hablar de sus caderas, todo era más grande ahora y a ellos les encantaba apretar, chupar, morder, lamer cada parte de su cuerpo curvilíneo, "gordo" según ella que lloraba luego de saciar cada antojo

Acarició su mejilla y retiró un mechón colorido, ella se había cambiado un poco los colores en esa semana, dijo que estaba aburrida de ver siempre lo mismo encima de su cabeza y un día se levantó y con todo y panza de seis meses con tres bebés dentro, se fue a una peluquería. Los colores eran ahora rosa pastel, azul, verde, gris y una mezcla de todos ellos en algunas partes, era como una obra de arte abstracta que tenía como lienzo a su cabello

Deslizó su mano hasta la redonda barriga, la acarició con amor y con una sonrisa enorme, y como siempre que alguno de los tres la tocaba, sus hijos se movieron dejándole saber que estaban allí sintiendo cada caricia. Le causaba una sensación rara en el pecho, como un sentimiento de plenitud, allí dentro estaban sus hijos, estaban cómodos y calentitos descansando dentro de la mujer que más amaba en el mundo, aquello era la puta perfección.

Pero que lo jodieran si no admitía que tenía miedo, miedo de no lograr ser el padre que se merecen esos pequeños, miedo de que Lía se decepcione de él por no poder ser un buen padre. No sabía absolutamente nada de bebés, había comprado junto con Trevor un montón de libros sobre la maternidad, paternidad, embarazos, bebés, alimentos para bebés, y otro montón más pero estaba tan asustado de lastimar a sus bebés. Suspiró

Se inclinó y dejó un beso sobre la panza logrando que uno de ellos diera una patada un poco más fuerte despertando a Lía.

Nuestra Fugitiva #1 (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora