Nuestra Fugitiva #1 (Terminada)

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Quiero editar la historia porque tiene unas cuántas faltas pero no quiero perder mucho tiempo leyendo porque tengo otras historias que actualizar así que les agradecería que cuando encuentren una falta o incoherencia la comenten en el párrafo que está. Se me haría mucho más fácil porque sus comentarios me aparecen en las notificaciones y así voy directamente a donde está la falta y la corrijo

Gracias 😘

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Final

El pequeño Gale nunca lloraba a menos que quisiera informar algo, como que tenía hambre o el pañal sucio. Por otro lado el mayor, Andrew, y Jason, lloraban a cada minuto del día y normalmente los cuatro se peleaban por quedarse con el más pequeño de todos, después de todo era el más tranquilo. Todos sabían que de seguro heredaría el carácter pacífico pero misterioso y serio de Matt. Incluso era gracioso ver que muchas veces, cuando estaban cerca, ambos se quedaban mirando a los ojos intensamente, era como si pelearan por ver quién era el más serio

Jason abrió su boca y con saliva hizo una burbuja que explotó sin crecer mucho salpicando baba en la mano de Trevor, quien sonrió emocionado. La sensación de ser padre era indescriptible, esos pequeños eran su mundo ahora, el mundo de todos ellos. Eran una hermosa responsabilidad, no podían dejar de verlos, tan perfectos y diminutos. Los sostenían entre sus manos y se sentían tan frágiles, esas sonrisas sin dientes y esas risas babosas, incluso no podían dejar de sonreír al cambiar aquellos pañales tan asquerosos

Michael recordó la vez que Andrew le hizo pis a Matt mientras le cambiaba el pañal, su muy pequeñito miembro apuntó al pecho de su padre y así sin más manchó toda su camiseta y luego largó a reírse y para sorpresa de todos Jason y Gale lo acompañaron. Claro que ninguno de ellos logró contenerse y terminaron riendo todos juntos, como una familia, realmente se veían como una familia en esos momentos...bueno, siempre

La vida les había regalado todo ésto, una mujer perfecta para ellos, tres hijos hermosos y fuertes, una familia

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Los niños estaban dormidos, últimamente todo comenzaba a ser más fácil. El primer mes fue complicado, ninguno sabía nada sobre bebés, solo lo que habían leído en las miles de revistas que siempre compraban para estar preparados. Pero nada los había preparado para tres bebés, dos tan llorosos que hasta lloraban por el tercero. Nada los preparó para noches de desvelo, insomnio, ojeras terribles, cansancio inhumano y preocupación por saber que sus hijos estaban bien. Ni siquiera habían tenido tiempo para tener sexo, ni tampoco energías. Pero ahora luego de dos meses de haber nacido los niños, todo iba mejor. Los horarios de la comida, bueno leche, las horas de sueño, la forma correcta de cambiar un pañal. Ahora podían decir que eran unos medianamente buenos padres

Pero ésta noche todos estaban lo suficientemente descansados y con tantas ganas de sentirse otra vez que dudaban que pudieran dormir algo durante toda la noche

Lía estaba preciosa, se recuperó rápido del embarazo, y no hablo de su peso porque sus caderas estaban más anchas, su trasero más grande pero siempre redondo y firme. Y que decir de sus increíbles pechos, tan llenos y cremosos. Los tres hermanos no podían disimular lo que causaba en ellos cada vez que le daba de comer a uno de sus hijos, se sentían celosos de sus propios hijos

En cuanto entraron a la habitación principal, ella comenzó a quitarse la ropa y ellos sin dejar de mirarla se acercaron, acechándola como un lobo hambriento a su presa, y que hambrientos que estaban