Capítulo 1

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No deberías haber llegado tarde esa mañana a clases.
Pero lo hiciste, porque la noche anterior te quedaste dormido hasta tarde.
Escuchando canciones que destrozan tu corazón,
que pareciera que fueron hechas para dañarte.

No deberías haber tomado aquel bus.
Pero lo hiciste, ya era tarde e ir en
bicicleta bajo la lluvia,
no sonaba tan emocionante.

No deberías haber corrido hasta la entrada de la escuela.
Pero lo hiciste, la campana había sonado,
y las puertas para la primera clase estaban por cerrarse.
Trataste de esquivar a otros estudiantes.
Pero en el intento, resbalaste.

No deberías haber soltado tus libros y cuadernos.
Pero lo hiciste, evitabas caer por completo en aquel charco petulante.
Sin embargo, eso no pareció ayudarte.
Caíste, y tus ropas llevaron la peor parte.
Volteaste a ambos lados rogando al cielo que no hubiese nadie,
pero para tu suerte, un par de estudiantes, con la escena parecían mofarse.
No les importo que el profesor, desde la puerta del aula,
les advirtiera que para su clase,
la puerta ya estaba cerrada.

No deberías haber recogido tus libros y cuadernos esperando el inicio de la segunda clase.
Pero lo hiciste, sabías que estabas reprobando materias y no podías darte el lujo de regresar a tu casa y olvidar, por ese día, que aún quedaban clases.

No deberías haber jugado con tus dedos.
Pero lo hiciste, el tiempo estaba pasando lento.
Y de alguna forma tratabas de acortar los minutos, los segundos, los primeros.

No deberías haber sentido emoción cuando la campana sonó.
Pero lo hiciste, porque la clase había terminado y una nueva iba comenzando.

No deberías haber caminado por ese lado del pasillo.
Pero lo hiciste, solo te asegurabas de ir por el camino más seco.

No deberías haber entrado a esa clase.
Pero lo hiciste, habías olvidado el odio amago sin razón
que la profesora nueva te había tomado.
Ya era demasiado tarde para retractarse,
ella había entrado y cerrado la puerta tras de si, evitando que entraran o saliesen alumnos.

No deberías haber levantado tu mirada.
Pero lo hiciste, ella había mencionando tu nombre pidiendo que te levantaras.
Dudaste por un pequeño segundo pero lo hiciste.
El color carmesí hizo su aparición sobre tus mejillas,
te atacó con sus palabras,
se burló de tus ropas sucias y mojadas,
te hirió y te humilló frente al resto.

No deberías haber protestado.
Pero lo hiciste, y ahora caminabas hacía detención por levantar la voz y desafiar la autoridad.
No tienes el poder– ella te lo había mencionado.
Para decidir sí lo que estaba haciendo era bueno o era malo.

No deberías haber elegido ese asiento.
Pero lo hiciste, esperabas pasar desapercibido.
Pero no fue así.
Y como atracción de circo, te hicieron levantar, pasar al frente, decir tu nombre y el porque estabas en castigo.
Tus labios se estaban moviendo pero tu voz no emitía sonido,
te comenzaste a asustar cuando todos los demás te veían fijo,
no te gustaba tener tal atención, eso no iba contigo.

No deberías haber volteado cuando aquel alumno abrió la puerta.
Pero lo hiciste, porque esperabas que olvidarán que aún estabas en escena.

No deberías haber callado por completo.
Pero lo hiciste, aquel alumno entró, entregó su reporte al profesor y tomo asiento.
Uno más a la lista de los que te miraban fijamente se sumo,
pero aún no lo notabas, te habías perdido en el movimiento de su cabello.

No deberías haber tartamudeado cuando el profesor te pidió que iniciaras de nuevo.
Pero lo hiciste, y todos los presentes se burlaron.
Dijiste nervioso tu nombre y la razón de tu castigo,
el profesor te pidió que tomarás asiento y comenzaste a caminar hacia el lugar que anteriormente habías elegido.

No deberías haber prestado atención cuando aquel chico paso al frente.
Pero lo hiciste, su nombre era el único que ansiabas saber.
Comenzó a hablar pero ignorabas lo que estaba diciendo,
el movimiento de sus labios te distrajo.
Termino de hablar y lamentaste no haberle escuchado,
porque sí hubieras puesto un poco de atención a sus palabras,
hubieras evitado muchas cosas en un futuro.

No deberías haber ignorado sus palabras.
Pero lo hiciste y tu mundo ya no sería de la forma que habías conocido.

No Deberías. //L.S.//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora