CAPÍTULO 7*

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[ E D I T A N D O ]

[P A R T E  C O R R E G I D A x2 ]

Narrador en tercera persona:

Christopher está tratando de evitar a Lucía porque los sentimientos se están volviendo mas fuertes . El no sabe como se enamoró de ella, pero para evitar que crezca, la evita.

NARRADOR FUERA

Christopher:

En las pocas horas que teniamos del Profesor Almanza, una chica castaña se me acercó a hablarme.

—Hey hola, mi nombre es Adriana — saludó.

—Mucho gusto, soy Christopher Vélez — respondí cortante

—Disculpa por lo del papel, es que te vi y me pareciste interesante — dijo tímidamente

—Ajá, interesante — dije con cierta ironía y sin mirarla a los ojos, estaba concentrado en un libro.

—Digamos que... Eres nuevo.  Necesitas socializar un poco. — dijo divertida — Pero te mirarán raro con esos moretones — exclamó preocupada

—Adriana, perdóname no quiero hablar con nadie. — escupi molesto

—Esta perfecto, te dejo de molestar, pero con una condición — soltó.

Baje el libro para fingir interés.

—¿Cuál? — pregunté interesado en su respuesta.

—Déjame llevarte a casa — dijo sin ningún ápice de nerviosismo.

—Está bien, acepto. Pero solo para que me dejes tranquilo — dije cortante y después concentrándome en mi libro.

—Ok, te veo mas tarde — dijo victoriosa y desapareció de mi campo de visión.

Bufé molesto.

Se supone que estoy en la universidad, no en la escuela. Pero claramente no estoy para amoríos de solo pasar y pasar.

Quiero un amor, en donde la persona que esté conmigo, me entienda, que me acepte como soy que me ame a su manera y que sepa que estaré con ella toda la vida, también que no me reproche mis errores, que no soy perfecto.

Suena el timbre dando anuncio a la hora de salida.

¡Al fin!.

Salida, eso quiere decir que...

Hay Dios mío...

¡Adriana!

Agarré la mochila y la guitarra y fui corriendo hacia el parqueo, todo sudado y cansado saludé a Adriana.

—Hola, disculpa la tardanza —me disculpé

—No, tranquilo, llegas a tiempo, sube — sonrió amable—

Subí al auto, ella puso música para ambientar pero no se pero me puse algo incómodo. Nos tomó como 10 minutos en llegar a la casa de los Salvatierra, pero agradecí que llegue completo.

—Ok , llegamos — anunció la chica mientras apagaba el motor de su auto.

—Muchas Gracias Adriana — respondí amablemente

Bajé del auto, mierda, se me quedó la guitarra.

—Hey Christopher se te quedó... — Adriana gritó a lo lejos sosteniendo la guitarra.

Ella empezó a acelerar el paso, en eso no se percató de una piedra que estaba en el camino y se tropezó y para mi desgracia... me besó.

—Christopher, ¿Qué es esto?— gritó Lucía.

Más salseo en el próximo capítulo.

MI NIÑERO® [1] [TRILOGÍA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora