XXII. Caer

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Mis manos tiemblan, el frío recorre mi cuerpo como espinas desgarradoras.
Me duele el corazón, el alma, la vida y la cabeza.
Estoy cayendo constantemente en el largo infinito de mis tristezas.
Estoy odiando todo; pero por sobre todo estoy odiándome demasiado.
Estoy cayendo como las hojas en otoño, el problema es que es primavera y la parte poética está pérdida.
Perdón, mi espalda ya no resiste. Creo que necesito ayuda.
Si termino de caer no sé si pueda levantarme.
Perdón, me odio y te amo, perdón si voy cayendo, perdón por cortar mis alas.
Alas para qué las quiero si me niego a volar.
Pies para qué los quiero si no deseo seguir.

Palabras de una ser humanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora