Caer en la trampa

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Escucho murmullos y gritos. Mi gente me llama, me hala, me mueve, pero no soy capaz de responder. He llegado a mi límite.

¿Estoy muerta? No sé la respuesta a eso ¿Estoy insensible? Creo que sí.

Sólo escucho una voz llamándome repetidamente en la lejanía, y aunque la reconozco, la penumbra engulle consigo, mi desesperación, mi impotencia, mi dolor y mi vida. Ahora soy una más de los espíritus y mi morada está en otro mundo

Yima: Una mirada de esperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora