Miedo

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Sentí la presencia de alguien a mi lado y avisté a un Taeyong dormido en una incomoda silla de plástico, al lado de la camilla donde residía. No tengo la mínima idea de lo que sucedió pero esto no pintaba bien. Le susurré intentando despertar a aquel chico que veló por mí toda la noche. Al verlo de esa manera, tan vulnerable, pequeño, me convencí de que le perdonaría lo que fuera y que efectivamente, lo amo. Porque si estoy en este lugar, gran parte de la culpa, la tiene él...

Se estiró y sus huesos resonaron por el cuarto. Ya completamente despierto se abalanzó sobre mí, cubriéndome en un abrazo.

-Estaba tan preocupado.

Tres palabras pronunciadas con un tono de voz entrecortado y él en sus cinco sentidos. Lee Taeyong estaba preocupado por mí y me cuidó durante todo este tiempo, me inundó una extraña felicidad. 

-¿No recuerdas nada de lo que pasó?

Preguntó apenado, de eso pude deducir que algo había sucedido pero aunque quisiera recordar y me esforzara, no lograba visualizar nada del día anterior.

-No y mucho menos con este terrible dolor de cabeza.

-Entiendo. Iré a buscar el doctor para decirle que estas despierto.

Se retiró sin decir nada más. Mis extremidades y articulaciones me causaban daño con cada pequeño movimiento que hacía, sentía mis ojos irritados y mi garganta reseca, algo bastante grave pasó anoche como para que yo estuviera aquí. Aunque sospecho que Taeyong no me dirá los detalles. El especialista apareció, notablemente afligido, mantenía una incómoda distancia entre él y Taeyong cosa que me irritó. Le eché una mirada furtiva y me la devolvió fría y seria. En resumen, ingería drogas de nuevo y tenía dos opciones: ir a la cárcel o morir. Eso es lo que me dijo, aquel doctor que deduje era corrupto porque en seguida nos debería haber denunciado a las autoridades. El chico con la que vivía se notaba como un pequeño niño a su lado, acatando a todas sus indicaciones al pié de la letra. Lo trataba como si fuera de su propiedad, Taeyong solo asentía. Y así conocí otra faceta de Taeyong, de una persona sometida. Algo más que agregar a mi lista de personalidades de él. Después de revisarme el pulso y tomar unos apuntes desapareció dejando solos a dos jóvenes en un aura tensa. 

-Él es un proveedor, es uno de los peces grandes de la cadena donde trabajo. Tuvimos suerte de que estuviera en su turno cuando te traje. 

Me cedió un vaso de agua que acepté con gusto.

-¿Me vas a contar qué mierda pasó?

Desvió la mirada y se notaba un pequeño rubor crecer en su rostro. Se veía tierno pero la curiosidad me carcomía y hacía que evitara el poner atención a este momento que no se repetiría en años. 

-Taeyong, es prácticamente de vida o muerte.

-No, no lo es. Porque esto no volverá a suceder. No puedo escaparme de la venta pero puedo evitar ingerir drogas y tú también dejarás de hacerlo.

Soltó esto tan repentinamente y pasaba todo deprisa. Admito que fueron palabras que me alegraron mucho aunque solo avivaron mis ganas de saber todo lo acontecido. Maldije mi pérdida de memoria y deseé que solo fuera algo temporal. 

Salimos de las instalaciones médicas al medio día. Fui un idiota al creer que las cosas serían mejores y más sencillas ahora que Taeyong se decidió a dejar los estupefacientes. Por que ahora venía el proceso de desintoxicación, pero la del veneno en su alma. Aunque desde un principio me había convencido por ser el catalizador para su progreso, para su curación. No importaba que tanto me hundía por él, sería capaz de llegar hasta el fondo de cualquier pozo para tomarlo de la mano y sacarlo, regresarlo a la luz. 


            ~


Lo de mi regla del martes y el domingo sin tocar lo que ya era necesario para mi organismo, fue algo que no tenía, hasta que conocí a Ten. Por que ya había notado que lo estaban acabando más rápido de lo que debían. Así que decidí darnos esos dos días para que su cuerpo reposara y fue difícil, porque los gritos internos no se callaban y me pedían mi dosis de cada día. No solo mi adicción lo reclamaba si no que, mantenerme lúcido es equivalente a retomar la asquerosa vida que llevo y es que las cicatrices por más tiempo que haya pasado, no sanan. Prefiero olvidarlo de la única manera en la que me han enseñado y es mediante las drogas. Soy tan egoísta como para no alejarlo de mí, tan cruel como para seguirle ofreciendo químicos dañinos pero es que, no sé de qué otra manera apaciguar un corazón, dado que veo descontento en la preciosa mirada de Ten, esa que me cautivó y aunque quise alejarlo, lo más pronto posible, simplemente fui un estúpido y me volví dependiente de ella. Cuando me pidió que lo dejara vivir conmigo, estaba totalmente lúcido y le confirmé. Error para él ya que está a lado de una escoria, error para mi por que ahora, no puedo vivir sin su presencia y es que se tornó tan esencial como mi adicción a los estupefacientes. Te estoy haciendo tanto daño. 

Maldigo mi nacimiento, la persona que arruinó cada fibra de mí, insulto a la vida pero sobretodo a los sentimientos. Es que, todo esto es tan complicado. Desearía haberlo conocido en otras circunstancias. Es tan agobiante, estoy entre dos caminos y estoy seguro que tomaré el incorrecto.

No puedes estar conmigo, ya no más. Tengo miedo de lo que pueda pasar si no consumo.

Ten, te tengo miedo.

Adicción// NCT~ TaeTenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora