cap.3

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Golpeo el saco con todas mis fuerzas, llevo más de una hora golpeando una y otra vez sin parar, siento mis nudillos adoloridos pero nada logra aplacar mi furia.
-¿ No te has cansado?- una voz me saca de mi burbuja gruño en su dirección pero el no se imuta - che che, no hace falta que me golpees amigo. Solo venía a decirte que ya hay una fecha para el combate-.

Dejo de golpear el saco de inmediato y miro en su dirección, sonrie con satisfacción porque sabe que ha captado mi atención "hijo de puta" murmullo. -¿ A que esperas?- le contesto tajante. Alza una ceja en mi dirección y le lanzo una mirada asesina - la fecha-.
El cabrón alza de nuevo las cejas y las vuelve a bajar mientras se carcajea - el 15- me dice.

El día 15... sus palabras son como balas para que mi veo que deja de reirse al ver mi cara, estoy rojo de rabia y las venas palpitan en mi sien. Siento que quiero matar a alguien, centro mi atención en el saco y lo golpeo con toda la fuerza de la que soy capaz mientras observo como se desliza de un lado a otro. En una fracción de segundo lo comienzo a golpear de nuevo sin parar hasta que siento la falta de oxígeno y se que debo parar.

Ya no siento la presencia de Tomás, es un chico listo y nunca se mete en donde no le llaman, no pregunta y es por eso que lo considero como un amigo. Pensar que  el 15 debo presentarme en ese instituto de mierda, me dan ganas de destrozar todo a mi alrededor. No puedo faltar, no desde el primer dia y con la asistente vigilando cada paso que doy amargada, sino fuese mujer...  Sacudo la cabeza para dispersar mis pensamientos y decido enfrentar a mi entrenador. No le va hacer gracia que no me presente. No señor.

El agua caliente golpea mi piel y siento como me relajo en gran medida, siempre me ha gustado esta sensación, cuanto mas caliente es el agua mas relajación siento . Salgo de la ducha distraido por lo que no veo el cuerpo con el que choco. Alzo la vista y me encuentro con Dany mirándome. Mierda y mil veces mierda se me había olvidado que habíamos quedado, no me importa lo que pueda sentir. Pero  le dí mi palabra y odio no cumplir lo que digo...no lo soporto.

-se me olvidó- le suelto y veo como reprime las lágrimas por mi falta de tacto, ella lo sabía desde el principio, asi iba a ser aquello, ella es mía pero yo no le pertenezco para poder hacerme reclamos.
-Creia...- se detiene a mitad de la frase y  me mira, sus ojos son muy chocantes, son de color azul con  tonalidades verdes. Esa característica siempre me ha atrajo de ella-Te estaba esperando pero como no has aparecido vine a buscarte- trata de sonreir pero solo le sale una mueca.

-Esta bien, pero que sea la última vez que me busques... Sabes que no me gusta- le digo y la aparto para poder vestirme, siento mi cuerpo enfriándose y no quiero perder tiempo en estupideces. Se que está mirándome mientras me visto, sé que quiere ahora pero no estoy dispuesto para ello, me acabo de duchar y no tengo ganas de nada.
-vamos- le digo y tiro de ella para sacarla de su trance, me sigue, pero no me agarra de la mano. Nunca se lo permito, ni a ella ni a nadie.

-¿ A dónde vamos?- pregunta mientras subo al coche. Le miro durante un segundo mientras pienso si llevarla o no conmigo. No me da opción porque se monta antes de que pueda abrir la boca.
-A dar una vuelta- digo y arrancó de golpe sin darle tiempo a ponerse el cinturón de seguridad.

....

Veo el edificio y aprieto el puño con fuerza, me dan ganas de arrasar con todo pero me contengo. Me concentro en respirar, la mayoría de los estudiantes me están observando no paso desapercibido a nadie, algunos me miran con superioridad pobres ilusos pienso mientras una aterradora sonrisa se dibuja en mi cara. Otros me miran con deseo como no y otros con miedo. Esos últimos siempre son los listos, los que ven lo que hay mas halla del físico.

Abanzo sin mirar a nadie en concreto hasta que algo choca conmigo o más bien parece que he arrollado algo o alguien. No puedo detener el cuerpo delgaducho que cae contra el suelo provocando un golpe sordo. Bajo la vista, y veo una maraña de pelo negro ocultando la cara de la persona que está tendida en el suelo.
No se mueve y eso me pone ansio por lo que me agacho y cuando intento tacarla retrocede a una velocidad asombrosa. No soy consciente de la multitud que nos rodea solo puedo observar esos ojos negros que me miran con miedo y algo más... Trato de acercarme pero retrocede de nuevo.

Me levanto y le tiendo la mano cansado de ese juego. -vamos- no puedo evitar que mi voz suene dura lo que hace que se encoja de nuevo. Parece un ciervatillo acorralado por un cazador. No puedo evitar bufar por su actitud y sigo mi camino dejándola en el suelo. Aprieto la mandíbula cuando siento las ganas de darme la vuelta y ver de nuevo sus ojos.

Respiro profundamente y golpeo con fuerza la puerta del despacho del director.

Olvida Todo ConmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora