cap.5

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La agarro por las caderras y la empujó contra la pared. Sonrió cuando escucho como gime y sus manos me buscan en la oscuridad. Busco sus labios y la beso duro, me adentro en su boca, le suciono el labio inferior mientras mis manos viajan por su abdomen. Siento como se arquea cuando tanteo el peso de su pecho, aprieto con fuerza sus pezones y la escucho jadear. Me fontro contra ella para que me sienta mientras reparto besos por su cuello. La escucho suspirar mientras introduzco una mano en su ropa interior, mis dedos recorren su femenidad, la siento mojada, lista para mi.

-Dan...daniel- me tenso al escuchar una voz a mis espaldas, me separo bruscamente de la chica que tengo acorralada y me giro para encontrar a Dany a un metro de distancia. Quiero gritar de la frustración, siento como mi conquista se tensa y mira con cara de pocos amigos a la intrusa.

Me giro hacia ella- vete de aquí. Ahora- le digo. Me mira como si estuviese loco, si estaba apunto de tomarla pero fuimos interrumpidos. Ahora las ganas se han evaporado y aún tengo que lidiar con la personita que me mira con dolor.

Me empuja mientras se arregla la falda y sale dando un portazo. "Que lastima" pienso, centro mi atención en esos ojos bicolores que están llenos de lágrimas, tiene los puños apretados y esta muy roja.

-¿Porqué... Porqué?- dice mientras ahoga un sollozo. Odio que la gente llore en mi presencia. Siento que las lágrimas los convierte en patéticos. - Te lo dije... Asi iba a ser esto. Te lo dejé muy claro desde el principio-.

Me me mira negando y veo como se acerca y me coge de la camiseta. La tela se arruga bajo sus puños. -¿Es...es la...la primera?- me vuelve a preguntar. La siento temblar pero no hago nada para calmarla.

No quiero hacer nada, no le quiero dar falsas esperanzas asi que le contesto sinceramente. -No, no es la primera, tampoco será la última- mis palabras parecen haberla golpeado, se aleja de mi y me mira con odio y repulsión. Sacude la cabeza y se aleja corriendo por las escaleras.

Tallo mi cara con las manos y me siento en el sillón del salón. Bueno ha sido culpa mia dejar la puerta abierta.  Mi vista vaga por el salón hasta detenerse en único cuadro que adorna la casa, el dibujo de media luna, me tenso al recordar esos ojos negros. No pude dejar de pensar en ellos durante las jodidas 4 horas que pasé rodeado de estupidos estudiantes. Tampoco puedo obiar la rabia que me consumió cuando la vi sonriendo a ese cabrón, cuando a mi solo me dirigió una mirada de horror.

Aprieto los puños con fuerza al ver hacia donde se dirigen mis pensamientos. No entiendo porque pienso en ella, no tiene nada que me guste, no tiene culo ni tetas, su cuerpo es tan delgaducho que se puede quebrar con un solo golpe. Y aún así no puedo dejar de pensar en ella.

-¿Porqué esta abierta la puerta?- la voz de Matías me saca de mis ensoñaciones, le miro y me encojo de hombros. -Maite se habrá olvidado de cerar la puerta- le contesto y me encamino hacia mi habitación. Desde que esa señora decidió casarse y traer ese hombre a su casa no he vuelto allí.

-Bueno... ¿No vas a preguntar quetal el combate?- detengo mis pasos y me giro hacia él. Veo que tiene la ceja y el labio partidos.-No he estado allí, no he combatido así que me importa muy poco quién a ganado- le contesto de mala gana y me encierro en mi habitación.

Timbre del despertador me saca de mi sueno, gruño fustrado y trato de volver a dormir. Pero mi móvil comienza a vibrar. Me levanto de un salto cama y me meto en la ducha. No contesto la llamada, no me detengo a mirar quien llama.

Freno en el aparcamiento, de nuevo siento las miradas hacía mi. No me detengo hasta que un cuerpo se coloca en mi camino. Me gusta lo que veo pero demasiado inmadura para mi.
-Hola- me mira y sonríe con suficiencia. -Hola- le contesto mientras deslizo mi marida por su cuerpo. Me gusta lo que veo pero las hay mejores.
No espero su respuesta y sigo mi camino, mis ojos se deslizan por el mar de estudiantes buscándola. Cuando me doy cuenta de lo que hago aprieto la mandíbula y me dirijo al aula.

Cuando estoy apunto de entrar una maraña de pelo negro me distrae y sin darme cuenta me encuentro caminando hacia ella. Paro a su lado y noto como se tensa antes de mirarme. Nose que hago ni que voy a decir pero tampoco quiero dar la vuelta.

-Hola- le digo con la voz ronca, siento la boca seca. Sus ojos me siguen escaneado, abre la boca y la vuelve a cerrar. Cuando noto que trata de alejarse le cojo por el brazo. La palma de mi mano se calienta con su toque, no puedo evitar mirar con fascinación como mi mano abarca la suya, tan pequeña como la de un niño.

Es tan pequeña que me da miedo quebrarla. Un tirón me devuelve a la realidad, mis ojos conectan con los del chico que la acompañaba.
-sueltala- me ordena, la agarro más fuerte y siento como tiembla bajo mi tacto. -Largate- le digo mientras siento como mi rabia creece.

Me acerco a él sin soltar su mano y le empujo con más fuerza de la que quería. Alguien grita mientras siento como ella me clava las uñas o eso intenta ¿Enserio?. De un tirón la acerco a mí, su pequeño cuerpo choca contra el mio, la siento temblar. Mi mano viaja  por su piel pálida y suave como la de un bebé.

Mi mirada se queda prendida en sus labios finos y muy pequeños. Todo en ella es pequeño y eso por alguna razón me hace sonreír. Algo choca contra mi cuerpo y nos deriba, veo a cámara lenta como cierra los ojos por el golpe.

La rabia me controla, no me mido y le lanzo al hijo de puta un golpe dejándolo K.O. No me quedo a comprobar su estado, me agacho y la cojo entre mis brazos. Dispuesto a sacarla de allí.

Olvida Todo ConmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora