ANTES
El pequeño Sammy comenzó a despertar en medio de la noche, cuando la tibieza y la humedad en sus pantalones, fueron demasiado molestos como para que su piel pueda seguir ignorándolo. Encendió la luz y miró a su alrededor. Papá no está, recordó, solo Dean en la cama de al lado. Ahora que está despierto, puede oír los extraños y angustiosos sonidos que emite su hermano estando dormido.
Frío, oscuridad, miedo, peligro, ¡Sammy!
-Dean
-¡No, Sammy! ¿Dónde estás?
-Dean despierta ¡Deean! -gritó finalmente el pequeño, mientras intentaba despertarle sacudiendo su hombro. Dean abrió ampliamente sus ojos saliendo al fin de la pesadilla. Está acalorado y jadeante como si acabara de terminar una carrera de obstáculos.
-¿Estás bien Dean? -Preguntó con su dulce voz infantil, pero a Dean le sonó como una voz cantarina y burlona de: ¿Estás bien, Dean? ¿Quieres hablar de ello, Dean? ¿Quieres romper a llorar como el más inútil del mundo, Dean?
-Estoy bien Sammy, vete a dormir-. Porque "estoy bien" es la primera mentira que aprende un Winchester.
Sam sabe cómo son las pesadillas, sabe cómo de reales se sienten. Pero, mientras Sam admitía cuánto le asustaban y se dejaba consolar por su hermano mayor al despertar, Dean negaba todas sus inseguridades y miedos, privándose a sí mismo con ello de cualquier tipo de confort y alivio de su angustia. Sam tiene una idea.
-Es que... he tenido una pesadilla Dean, ha sido muy fea y estoy muy asustado. ¿Me das un abrazo?
-Claro enano, anda sube a mi cama -Dean se sorprendió al ver la reticencia de Sam.
-¿Qué pasa Sammy?
-Es que... he mojado la cama -susurró agachando la cabeza y sonrojándose en la penumbra.
Dean sonrió, sin decir nada. Dio a Sam una muda limpia y quitó las sábanas mojadas arrojándolas en un montón en el suelo. Para entonces, Sam ya se había cambiado.
-Listo, ahora ya puedes subir. -El pequeño saltó a la cama con una enorme sonrisa en su rostro y Dean rápidamente se contagió. Le encantaba ser Superman a los ojos de su hermano. Cuando ambos estuvieron tumbados sobre un costado, Dean esperaba que el pequeño se acurrucara contra él con los brazos encogidos sobre su pecho como hacía siempre, pero esta vez sin embargo, rodeó su cintura con sus pequeños brazos, apoyando la cara sobre su hombro. Dean a su vez pasó los suyos alrededor de los hombros de Sam y lo atrajo hacia sí. Casi al instante Dean se encontró mejor, no quería que su hermanito sufriera malos sueños, pero no pudo negarse que se alegró de que necesitase un abrazo.
-¿Quieres contármela?
-¿El qué?
-Pues la pesadilla tonto ¿qué va a ser?
Sam esa noche no había tenido ninguna, pero no podía quitarse del pensamiento la última que tuvo. Y comenzó a relatar:
-Tú no estabas, todo estaba muy oscuro, creo que había un monstruo o algo, yo ni siquiera lo vi pero estaba muy asustado y grité. Entonces papá apareció, me vio y cogió un arma, miraba alrededor pero..., luego se giró hacia a mí, apuntándome, y dijo que yo era el monstruo. Me desperté con el sonido de la pistola haciendo ¡bum! Tenía mucho miedo Dean.
Un escalofrío recorrió el cuerpo del mayor, ¿cómo podía un niño tan pequeño tener esos sueños tan espeluznantes? Aún no le habían hablado de a qué se dedicaba su padre, ajeno a lo que acecha en la oscuridad, de todo lo sobrenatural que nos rodea. Sam aún era inocente, normal. ¿No?
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Invisible
FanfictionGénero: Drama. 10 Capítulos. Advertencias: Auto-lesiones. Pensamientos suicidas. Resumen. Creo que este párrafo resume bastante bien el guión de la historia: ¡MI NOMBRE ES SAM! ¡DIOS, MALDITA SEA! ¡SAMMY HA MUERTO!' MURIÓ ESA NOCHE CON EL VAMPIRO...