Bobby subió a la habitación y empujó la puerta que tan solo estaba encajada. Sam estaba sentado en la cama, parecía totalmente abstraído, sin embargo, antes de que Bobby pudiera pedir permiso para entrar, Sam preguntó:
-¿Dónde están?
-Están abajo -contestó adentrándose lentamente en la habitación- pero les he dicho que no te molesten, Dean puede dormir abajo en el sofá.
-Gracias Bobby- dijo con su mirada aún baja. Bobby se sentó a su lado, no sabía que debía hacer o decir ahora. El pobre hombre estaba destrozado. Tuvo que mantenerse estoico mientras escuchaba a Sammy derramar su corazón, pero ahora... Solo quería confortar al chiquillo, pero no sabía si el gesto sería de nuevo rechazado. Decidió correr el riesgo. Levantó el brazo observando la reacción y al ver que no hubo ninguna, puso su brazo alrededor de sus hombros. Era un poco incómodo sin embargo, y agradeció cuando Sam unos segundos más tarde, giró su cuerpo para apoyarse un poco en su pecho. Casi de forma automática, las lágrimas enseguida acudieron a los ojos del hombre.
-Oh Sammy, pequeño, ¿qué te han hecho?
Al oír la voz llorosa en las cariñosas palabras, Sam levantó su cara para mirar sus lágrimas.
-Vas a tener que llorar por los dos Bobby, yo ya no puedo, he prometido no hacerlo más, y ya sabes lo cabezota que soy- la pequeña broma al final de la frase, solo le hizo querer llorar con más fuerza. Pero lo que realmente le desarmó, fue el momento en que Sam levantó sus brazos y le acercó suavemente. Entonces fue cuando Bobby lloró silenciosamente. Por supuesto que iba a llorar por los dos. Tenía pena y lágrimas suficientes para ello. Lloró por la inocencia perdida en los brazos de Sam. Y este era el que había subido a consolarle.
Dos horas más tarde, Bobby salió de allí cuando Sam se había dormido al fin. Pero Sam no duerme por mucho tiempo. No quiere soñar porque cuando despierta, no sabe si quiere llorar, o quiere sangrar.
Cuando Bobby llega abajo, dos Winchester con los ojos enrojecidos le esperaban.
-Bobby tengo que verle -se apresuró Dean.
-Está dormido, mañana será otro día, puedes dormir en el sofá.
-¿Cómo está? -preguntó John desesperanzado.
-Roto -contestó Bobby rotundo y seco -ese de ahí ya no es el niño que conocíais. Ha sido dañado de tal forma que se ha insensibilizado a sí mismo para no sufrir más. Ha renunciado a sí mismo. Se ha prometido no llorar más, ni aferrarse a nada que le guste, para no sentir el dolor de serle despojadas. Incluso antes de la caza, ya todo estaba terriblemente mal en él. ¡No le importaba morir! ¿Cómo pudo llegar a eso y no daros cuenta?
La vergüenza y la culpa cayó sobre los dos dejándoles sin objeciones. Sendas cabezas bajaron humilladas.
-Las emociones son el enlace directo con el alma. Creo que cuando Sammy mató a ese ser, asesinó una parte de sí mismo también. Esa parte inocente y pura que nunca se le debió arrebatar, que le hacía ser tan especial... y que tanto amábamos. Bueno, al parecer no todos -acusó mirando a John directamente a los ojos; éste estaba pasándose una mano temblorosa por la boca. Luego miró con lástima el gesto torcido en la cara de Dean, que no dejaba de limpiar lágrimas apenas caían de sus ojos. Esto era algo que Bobby nunca había visto, probablemente nadie había visto. Dean era el menos abierto sobre su dolor. Su angustia siempre era profunda, silenciosa y privada.
-Dean, sé que no querías decir nada de eso, y en el fondo, Sam también lo sabe. Solo te dejaste llevar por tu padre. Estoy seguro de que algún día te perdonará, pero ha perdido totalmente la fe en vosotros. Tienes que darle tiempo, se lo debes-. Dean asintió levemente antes de tirar con fuerza de su chaqueta en la silla, diciendo que salía a despejarse un rato.
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Invisible
FanfictionGénero: Drama. 10 Capítulos. Advertencias: Auto-lesiones. Pensamientos suicidas. Resumen. Creo que este párrafo resume bastante bien el guión de la historia: ¡MI NOMBRE ES SAM! ¡DIOS, MALDITA SEA! ¡SAMMY HA MUERTO!' MURIÓ ESA NOCHE CON EL VAMPIRO...