John se detuvo en la puerta un momento para ver a sus hijos durmiendo. Finalmente entró, colocando su taza de café bajo la nariz de Sam, observó cómo los ojos de su hijo se abrieron de golpe.
-Te espero abajo, no despiertes a tu hermano -Sam se mostró confuso y extrañado.
Jonh pidió a Sam acompañarle a la biblioteca del pueblo para investigar un caso de desapariciones extrañas que estaba ocurriendo a 200 km. de allí. Sam es bueno con los ordenadores y eso aceleraría mucho su búsqueda, ya que para él, esto de la informática es demasiado sofisticado. A Sam le gusta ir a las bibliotecas. El silencio que allí hay, los leves susurros, el olor a papel, la textura de algunos libros encuadernados en piel. También le gusta investigar, buscar y hallar las respuestas como si resolviera un puzzle. Ahora está tan sumergido en la lectura, que no se ha dado cuenta de cómo su padre, buscando la declaración oral de un testigo, decidió reducir la búsqueda añadiendo la palabra "oral".
Ni que decir tiene que no la redujo en absoluto. Al clikar sobre un enlace, los anuncios ofreciendo sexo oral dominaban la pantalla, y en cuanto cerraba una ventana, automáticamente otra se abría. La mirada de absoluta sorpresa del hombre fue remplazada por una expresión de miedo y vergüenza cuando la bibliotecaria, alertada por las risas de varios estudiantes se dirigió hacia él con paso firme y gesto para nada amable.
-¿Pero qué... Cómo se quita esto? ¡Apaga esto, maldita sea, Sam!
Pero Sam estaba demasiado ocupado silenciando su carcajada para darse mucha prisa. En multitud de ocasiones había visto la cara de su padre llena de rabia, tristeza, dolor, a veces incluso amor, pero jamás, jamás en la vida había visto la cara de su padre enrojecer de vergüenza.
-Señor, aquí no está permitido mirar esas cosas- dijo la mujer con rudeza. John, rindiéndose finalmente de seguir intentando parar los vídeos o al menos quitar el sonido, comenzó desesperadamente a poner las manos sobre la pantalla tratando de tapar las crudas imágenes mientras balbuceaba.
-No, yo..., yo no quería... ha sido un... ¡SAM!
El niño finalmente puso los dedos sobre el teclado todavía aguantando la risa y lo cerró todo en un momento.
De camino a casa de Bobby...
-Ni una palabra de esto a nadie, ¿entendido? -En los últimos meses, las acaloradas discusiones con su hijo menor habían aumentado considerablemente y muy conscientemente, no añadió la frase clave de "es una orden".
-Bien papá.
En cuanto llegaron...
-¡Hey Dean!- John miró a Sam con cautela.
-Adivina qué ha hecho papá en la biblioteca- anunció mirando hacia su padre para buscar silenciosamente su permiso que, a pesar de su cara de enfado, Sam supo se le había concedido. Tanto Dean como Bobby miraban de uno a otro con curiosidad y Sam puso en su rostro una sonrisa de miles de vatios antes de añadir:
-Se ha puesto a mirar porno. Oral concretamente- tres bocas se abrieron con asombro.
-¿Otra vez John? -Los 2 chicos comenzaron a reír.
-¡Bobby! ¿Cómo que otra vez? Yo nunca...
Todos rieron con más fuerza mientras su padre intentaba excusarse mostrándose falsamente irritado, aunque en su interior estaba sonriendo. Su corazón se fundió de forma inesperada cuando la risa nasal de Sam finalmente explotó en una carcajada abierta e incontenible. El alegre sonido de la risa se colaba entre las palabras interrumpiendo continuamente su apresurada narración. Después de tanto tiempo prescindiendo de ella, debido a la tensión cada vez más creciente entre ellos, no se había percatado de cuánto la echaba en falta. Finalmente no pudo ni quiso evitar sonreír también por fuera.
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Invisible
FanfictionGénero: Drama. 10 Capítulos. Advertencias: Auto-lesiones. Pensamientos suicidas. Resumen. Creo que este párrafo resume bastante bien el guión de la historia: ¡MI NOMBRE ES SAM! ¡DIOS, MALDITA SEA! ¡SAMMY HA MUERTO!' MURIÓ ESA NOCHE CON EL VAMPIRO...