♡My Beautiful Neighbor♡ [ShowKi, MONSTA X]

"Sábado"

[POV KiHyun]

Desayunar, sacar a pasear a Mimong -mi perro Golden-, limpieza, trabajo, dormir. Así sería mi sábado. Y, pensandolo bien, todos los días de la semana se le parecían mucho.
Aunque, la limpieza es solo para los fines de semana.

Ya estaba listo -abrigado a mas no poder- y habia puesto su correa a Mimong, quien emocionado por la salida saltaba sobre mi a cada segundo.

Tomé las llaves y el móvil de sobre la mesa y los guardé en el bolsillo de la campera. Verifiqué con la mirada que todo estuviera en orden y tras comprobarlo salí de casa.

[...]

El sol brillaba hermosamente en el despejado cielo, pero su calor no era suficiente para apaciguar el frío del invierno que se avecinaba.

Fuimos al parque al que acostumbrábamos, el cual se encontraba a pocas manzanas del edificio donde vivíamos. Este siempre estaba lleno, pero hoy parecía un desierto. Aproveché entonces para soltar a Mimong y dejarlo que explorara libremente.

Me dirigí a una banca que estaba cerca y me sente alli a observar. Mimong parecía estar pasándolo de maravilla, y aquello me hacía feliz. Para un perro de su tamaño vivir en un espacio tan reducido como mi departamento no debe ser del todo agradable. Pero no tuve otra opción.

MinHyuk, mi ex novio, y yo habíamos adoptado a Mimong pocos meses después de que me mudara a su casa, tras dos años de noviazgo. El lugar era realmente grande y tenía un enorme jardín trasero. Allí había espacio de sobra para que Mimong jugara y pasara el rato.

Pero la relación entre MinHyuk y yo no duró mucho más. La convivencia al parecer le pesaba demasiado.

Cuando nos separamos, le pedí a MinHyuk que se quedara con Mimong ya que él estaba acostumbrado a la casa. Aunque me doliera no verlo seguido, Mimong estaría mejor allí.

Pero MinHyuk se negó. No quería tener nada que le recordara nuestra relación y entonces tuve que llevarmelo al departamento donde vivía antes de mudarme con MinHyuk, mi actual hogar.

Tal y como había previsto, a Mimong le costó mucho trabajo adaptarse al poco espacio y pues, lo único que podía hacer por el era sacarlo a pasear cada día. No es lo mismo que libertad 24/7 en un gran jardín, pero era algo al menos.

Mimong corría de un lado al otro persiguiendo una mariposa. Su pelaje dorado brillando bajo el sol. Era una bella imagen que guardar. Saqué entonces mi móvil y prendí la cámara.

Apenas tome dos fotos cuando una notificación de mensaje apareció en la parte superior de la pantalla. Era del encargado del edificio, hombre malhumorado y de quien por alguna razón nadie sabía nombre.

"Junta vecinal en diez minutos"

Cerré el mensaje y guardé el móvil. En verdad no tenía ganas de asistir a una aburrida y tediosa junta vecinal. Jamas hablábamos cosas importantes.
Mimong vino corriendo hacia mi, sosteniendo una rama entre sus dientes, y la depositó en mi regazo. Sonreí instantáneamente.

-No cortaré tu felicidad...

Él ladró en respuesta y pronto tomé la rama para lanzarla lejos. Mimong salió corriendo al instante en su busca.

[...]

Para el mediodía, el parque comenzaba a llenarse. Llegaba la hora de volver a casa.

Llamé a Mimong y tras ponerle su correa emprendimos el camino de regreso.

Tardamos en llegar mas de lo que acostumbrabamos ya que Mimong estaba muy cansado y caminaba lentamente.

Fue a pocos pasos de estar en destino que divisé un camión de mudanzas estacionado frente a la acera del edificio, las compuertas del compartimento trasero abiertas. Dentro, cajas y muebles esperando a ser bajados.
Supe entonces el porqué de la junta vecinal: habría un nuevo inquilino. Y, aunque me intrigaba saber en que departamento viviría, no me arrepentía de haber faltado a la reunión.

Mimong y yo entramos al edificio junto con dos hombres que cargaban cajas en sus brazos, y subimos todos al elevador. Me acerqué al tablero y pulsé el botón con el enorme número tres en el. Me giré entonces a uno de los hombres- ¿A qué piso se dirigen?.
-Piso 3- respondió.

Y así lo supe. Tendría un nuevo vecino...