Un dulce comienzo...

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Acabo de llegar a la puerta principal. Sólo hay un guardia de seguridad, pero está dormido.
Lentamente salgo y me acerco al pie de carretera. No pasan coches.
Antes de cruzar y cumplir mi reto, observo rápido a mi alrededor, para ver si verdaderamente hay alguien que me esté vigilando para que cumpla esto. No, nadie.
Voy retrocediendo poco a poco hasta llegar de nuevo a la puerta de la residencia, pero cuando llego, mi móvil se ilumina de nuevo.
Me acaba de llegar un mensaje de "Gamapp" que dice: "Sabes las consecuencias. Lo haces, o mueres. Última oportunidad."
Estoy asustada, pero no tengo otra opción.
Me vuelvo a acercar y pongo un pie en la carretera. Sigue sin pasar ni un coche. Sólo son tres minutos.
Cuando llego a la línea discontinua, me siento, y acto seguido me tumbo.
El asfalto está frío, muy frío.
Noto cómo un coche se acerca. Aún está lejos, pero no tardará en pasar por mi lado.
Está pasando, aunque acaba de parar al lado de la calle.
Un hombre mayor que sale del vehículo corre hacia mí.
-¡Eh! ¡Eh! ¿Está bien? ¿Señorita?
Me quedan treinta y seis segundos.
-¿Hola? Creo que me he desmayado.
Doce segundos.
-Déjeme que la ayude.
Cinco segundos.
-Espere, me duele la cabeza.
Fin del tiempo.
El hombre me coge de la mano y me levanta.
-Muchas gracias, señor. Vivo aquí al lado, muchas gracias otra vez.
-Tenga más cuidado. No sabe lo peligroso que es estar ahí tirada con la poca luz que hay.
Es cierto, son las 6:50 de la mañana, y sigo sin dormir.
Un nuevo mensaje aparece en mi teléfono: "Muy bien, Paula, pero no pienses que todo será tan fácil. Es hora de subir de nivel."

JUEGO PARA SEISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora