XIV

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Querido Tú:

Efectivamente, estuve llorando toda la noche en señal de tu ausencia, queriendo tenerte de nuevo a mi lado, tu piel con la mía, tus labios en los mios. Pero no todo lo que uno desea se hace realidad, no todo lo que uno quiere puede tenerlo. Yo quiero tenerte a mi lado y no puedo, esa es una prueba creyente de que no todo lo que uno quiere lo obtiene.

Solo puedo decir que... Me hace daño tu ausencia.

Cartas a un viejo amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora