Capítulo 1

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06:30 am.

Sonaba la alarma que indicaba que debía levantarme para ir a la escuela, no quería ir, hoy comenzaba y simplemente se me hacía aburrida la idea de ir. Me destapé y un viento frío recorrió todo mi cuerpo. Hacía una temperatura que seguramente rozaba los 2 grados.

Era épocas de invierno y detestaba eso, ya que prefería el verano. Pero bueno, no nos vayamos de tema. Me levanté de la cama y fui directamente a la ducha, luego de un baño para calmarme, salí de allí envuelta en una toalla, corriendo busqué la ropa y me la coloqué.

Opté por una camisa marrón cuadrillé, un sueter azul y un Jean del mismo color, con mis zapatillas negras, no me vestía como las chicas mi curso, con ropa apretada y mucho maquillaje, yo era más simple, más rara.

Baje para desayunar, mi madre me había dejado hecho el desayuno, sin embargo, ella no se encontraba en la sala. Dejó una nota la cual decía;

"Hija, por temas laborales, vuelvo tarde, te dejé dinero para que te compres algo, si quieres juntarte con amigas, tienes permiso. Te ama, mamá."

Si las tuviera.. si, no tengo amigas, nadie quería serlo, me tildaban de rara, antisocial y inútil, no sabía el por qué, tal vez por que no era igual que ellas. Ese podía ser un motivo.

Desayuné y partí rumbo al colegio, no quedaba muy lejos de mi casa, por suerte. No tenía auto y eso era por que apenas tenía 16 años, aunque mucho no me faltaba para obtenerlo.

Llegué al Instituto, la mayoría me miraban raro, pero ya era costumbre, cara de asco, me sentía tan vulnerabilizada.. caminé más rápido para evitar aquellas miradas.

La escuela era gigante, tal como la recordaba, todo perfectamente ordenado, tenía la elección de cualquier casillero, eso era lo bueno. Si tenía una etiqueta roja pegada en el, quería decir que estaba ocupado.

La mayoría lo estaban, así que busqué hasta encontrar uno que no. Era el 127, quedaba justo enfrente de la cafetería, me agradaba, pero lo malo es que debía caminar mucho para encontrarlo. Guardé las cosas que llevaba en mi bolso dentro.

— Disculpe. — dijo alguien detrás mío, era una mujer de unos 30 años.

— Si..

— ¿A qué curso pertenece?

— 4to año. — dije tímida.

— Tome, su lista de horarios de la semana, bienvenida a la institución. — dijo ella, entregándome una hoja.

— Graci... — no pude terminar la frase ya que se dio la vuelta para irse — as.. — susurré.

Vi que la primera materia que tenía es Alemán, wow, que bueno que hubiera para aprender otro idioma, sonreí y cerré mi casillero. Tocó la campana y eso indicaba que la clase estaba por comenzar.

Caminé hasta el salón que me tocaba, en la puerta había un chico, bueno, un hombre podríamos decir, no llegará a los 30, era de pelo color castaño, ojos verdosos, o eso creía, mucho no se le notaba. Muy alto, demasiado, tenía una sonrisa en el rostro. Debo admitir que es atractivo, muy.

— Buenos días, señorita. — dijo cordial, con una sonrisa. No se por que sentí todo un cosquilleo en el cuerpo.

— Buen día.. — susurré, entré rápido al aula, sentía su mirada en mí,y eso me ponía aún más nerviosa.

Me senté en el primer banco, era el único desocupado, vaya que hay gente en esta clase. Tímidamente dejé mi mochila y me senté, cuando el que supongo que es el profesor vio que ya estaban todos, cerró la puerta y se paró en frente de la clase.

— Muy buenos días alumnos. — dijo serio.

— Buen día — dijimos todos al unísono.

— Soy su profesor de Alemán, mi nombre es Bill, Bill Skarsgård. — dijo este, muchas chicas ya suspiraban, era guapo lo se, pero a algunas ya se les mojaban las bragas de tan sólo verlo.

— ¿Y cuántos años tiene profesor? — dijo una chicas, todos comenzaron a reír.

— De hecho, tengo 25 años, señorita. — dijo educadamente, además de guapo era caballero. Deja de decir esas cosas _____tn, sabes que él es muy grande.

— ¡Además de guapo, joven! — gritó una en el fondo, muchos rieron y otros gritaron.

— ¡Ya, silencio! — gritó Bill — un comentario más y absolutamente todos se irán a detención, ¿Han entendido? — su tono de voz al comienzo no era nada parecido al de ahora. Todos asistieron — Bien. Para conocerlos, voy a elegir una persona de cada fila y van a tener que contarme algo de ustedes mismos.

— De acuerdo, profesor — gritaron todos.

— Bien, empezaré por esta mesa — era justamente la mía, sentía mis mejillas arder, yo era la primera — Bien, cuénteme sobre usted.

Estaba nerviosa, demasiado, tragué saliva, él me miraba fijamente, sus ojos eran verdes, muy lindos, sus labios gruesos,llevaba una camisa y corbata, y pantalón de vestir, todo negro, a excepción de la camisa. Me miraba expectante.

— Emm.. Me llamo _____tn Schneider, tengo 16 años.. Me gusta jugar vídeo juegos y leer.. — dije en un tono casi inaudible.

— Como las frikis —gritó alguien, Bill apartó su mirada de mí y se dirigió a una chica sentada en el fondo.

— Señorita, venga aquí. — dijo el profesor, una chica se levantó de repente, era rubia, ojos celestes y bien cuerpo, la típica Barbie — eh dicho que un comentario más y todos iban a detención, felicitaciones, por que gracias a usted todos pagan los platos rotos. A detención todos, ya.

Dijo Bill y muchos comenzaron a quejarse, pero de nada sirvió, los echó prácticamente. Todos iban saliendo hasta que me llama.

— Menos usted, señorita Schneider, usted se queda conmigo.


Mi profesor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora